El Foro Internacional Mujer y Sociedad Málaga ha dado pleno sentido a su nombre acogiendo a una africana como ponente; la Doctora Antoinette Kankidi, profesora de Ética y Filosofía Política de la Universidad de Strathmore en Nairobi, Kenya. Reconocida recientemente por el premio ‘Harambee 2017′ ha expuesto «Claves para un nuevo liderazgo femenino”. El encuentro que se ha celebrado en «La Reserva del Siglo” ha contado con la participación de unas 80 personas.
La ponente junto a Ángela Callejón, Presidenta del Foro Internacional Mujer y Sociedad
Kankidi ha explicado a las asistentes el proyecto que hace unos años puso en marcha bajo el nombre «African Women Leadership”. Con él busca dotar de habilidades de liderazgo e integridad a mujeres jóvenes para que se conviertan en pequeñas empresarias comprometiéndolas a ayudar a otras mujeres.
Su trabajo parte de la premisa de que» la mujer es el auténtico motor de África». Con él pretende que las jóvenes alcancen el liderazgo sin dejar de lado su esencia femenina y su responsabilidad como transmisora de los valores africanos. Una misión que pone en marcha ante la pérdida de referencias y modelos a seguir de la juventud africana más preocupada por internet, el individualismo y los videojuegos.
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Su objetivo es formar a las mujeres a través de sus clases de filosofía política en el concepto de dignidad humana y el bien común. Un programa que ha podido desarrollar sólo durante unos años ya que desde 2015 no cuenta con fondos para llevarlo a cabo.
Kankidi ha explicado como en las ciudades africanas se están perdiendo los valores de una sociedad que era colaborativa, que compartía, que ponía el «nosotros” por delante del «yo”.
El papel de la mujer en recuperar estos valores es fundamental ya que es el pilar sobre el que se sustenta la familia y por tanto la sociedad.
Para ello a contextualizado la realidad de la población africana hasta no hace muchos años. Una sociedad anterior a las colonias en la que la responsabilidad sobre la comunidad la asumía la persona a la que se le otorgaba la autoridad y el poder. Tradicionalmente una persona a la que el pueblo consideraba el más sabio para decidir por dónde llevar a la comunidad y para qué. Antoinette ha explicado que esto choca con la democracia actual: «Una persona que es soberbia no puede ser sabia. La cultura africana antigua no podía tener lo que hoy llamamos democracia. La sabiduría no está al alcance de todo el mundo. El sistema colonial quitó esa estructura de poder. La democracia liberal trajo el individualista que choca con la cultura africana”.
Valores como situar a la familia en primer lugar, como responsable y marco primario de referencia de la persona: «La familia me hace a mí. Sin la familia no soy nadie”. Esto deriva en el valor de la solidaridad como consecuencia inmediata del valor de la familia. Ya que la familia a su vez vive en una comunidad. Algo que conoce por propia experiencia, ya que se crío en las montañas del Este del Congo junto a sus 13 hermanos y sus 7 primos. Una comunidad en la que su padre pagaba a los ganaderos con vacas, y antes de vender la leche se le daba a las familias más necesitadas, muestra de un sentido de la solidaridad muy arraigado.
Para Kankidi la mujer es la mejor guardiana y transmisora además de otros valores como el de la hospitalidad. Lamentó que todos ellos se están perdiendo por un liderazgo en el que se confunden los roles de hombres y mujeres: » Las mujeres tenían liderazgo, por su propia misión ya era de liderazgo. La integridad del liderazgo de la mujer mantenía a la comunidad junta.” «Las chozas tienen un pilar en medio y si ese pilar no está la choza se cae, no se sostiene. Construye la choza el hombre, pero qué puede hacer sin ese pilar”, refranes que recogen la sabiduría popular desde siempre en África y que ya reconocían el liderazgo de la mujer antes de que lo reclamase, ha señalado.
Con su proyecto se ha propuesto educar a las jóvenes empresarias para que lo sean no desde la competitividad que fomenta el mercado libre, sino desde la complementariedad: «Lo que hace el mercado libre es hacernos competir. El más fuerte en el mercado libre es el más competitivo y estas luchas afectan a las estructuras de la sociedad. Si queremos claves del liderazgo de la mujer, esta está más a gusto en la complementariedad. Siempre quiere llevar a otras personas con ella. No hay nada que destruya tanto como el endurecimiento de la mujer. Hasta la sociedad espera más integridad de la mujer que del hombre. Tenemos esa capacidad de ocuparnos de las demás”.
En la actualidad al igual que pasa en occidente los jóvenes tienen como referencia de éxito femenino únicamente a figuras masculinizadas o actrices que han triunfado en Hollywood; «Todos esos modelos ven a la sociedad de un modo muy estrecho no con la visión total. Necesitamos personas que puedan liderar la sociedad con otros valores. En el campo se siguen manteniendo los valores tradicionales. La gente aunque tenga pocas cosas, las comparte. A la juventud africana les puede el teléfono y el consumismo”.
Antoinette Kankidi busca la formación en la integridad del liderazgo, del que dijo que no es un liderazgo de fachada, y que las mujeres que se beneficien de sus programas se involucren a su vez en formar a otras personas: «El dinero es un medio para llegar a hacer cosas, no es un fin en si mismo. Quiero que estás jóvenes empresarias usen el dinero para construir la sociedad”.
Consciente de que ella sola no puede cambiar el mundo persigue crear una cadena de benefactores y transmisores de valores para que el potencial africano se quede en Africa.
Antoinette Kankidi estudió Filosofía y Letras en Goma y Derecho en Kinshasa. Además es Doctora por la Universidad de Navarra. En estos momentos se encuentra en búsqueda de financiación para retomar su proyecto de liderazgo femenino en África.
Gracias a estos almuerzos bimestrales del Foro Internacional Mujer y Sociedad profesionales, empresarias, directivas o mujeres del ámbito académico ponen en común sus inquietudes y se crean sinergias entre ellas.
Fotografía: David Alés
