Ya ha comenzado el cole y poco a poco los horarios y la rutina van tomando forma en nuestra vida. Ahora toca pensar en las actividades extraescolares. En ocasiones los padres elegimos para nuestras hijos disciplinas que nos hubiese gustado realizar a nosotros y no lo hicimos o aquellas que nosotros practicamos. Pero nuestros hijos no son como nosotros, ni tienen las mismas inquietudes ni las mismas habilidades.
Hay niños que tienen muy claro cuáles son sus preferencias, bailes, deportes, música, idiomas…También nos encontramos con otros que si se les pregunta no quieren hacer nada.
¿Has pensado en apuntarlos a clases de pintura? Esa es nuestra propuesta para los indecisos. No es necesario que un niño tenga una habilidad especial para los pinceles y ni siquiera que tenga talento. Más allá del resultado plasmado sobre un lienzo lo importante de esta actividad son los beneficios para su cerebro y su creatividad.
Carmen Campos-Guereta lleva años impartiendo clase de pintura para adultos y niños. En sus clases los pequeños aprenden diferentes técnicas, pero por encima de eso desarrollan su imaginación, mejoran en su comunicación y motricidad. Ella nos cuenta los múltiples beneficios que tiene esta actividad para niños y mayores y como es la dinámica de las clases.
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Carmen, ¿qué te lleva a impartir clases de pintura?
Siempre me ha gustado dibujar y pintar, y he sentido mucha curiosidad por entender cómo estaban hechas las obras que me llamaban la atención o me emocionaba tratando a su vez de comprender el sentimiento que provocan. Esta ha sido mi principal motivación para dedicarme a la pintura.
Luego decidí convertir mi afición en algo mas serio y estudié Bellas Artes, dedicándome profesionalmente al arte y más tarde compaginarlo con la enseñanza.
Aquí es dónde me planteo los beneficios que tienen dibujo y la pintura para las personas.
¿Cuáles son esos beneficios?
En primer lugar está la comunicación y la expresividad puesto que el arte es un medio de expresión donde cada uno usa este lenguaje diferente. Ayuda especialmente a las personas tímidas o con problemas de comunicación. El arte nos humaniza.
Sostener el lápiz, el pincel, trazar a mano alzada, mezclar los colores, son ejercicios que mejoran la motricidad tanto de niños como de adultos.
Es además una buena forma de evadirse de la realidad, de los problemas, es un descanso mental.
Al ser una actividad individual, cada uno se centra en su tarea creativa que le relaja y le proporciona felicidad.
¿Cómo es una clase para ellos?
Como profesora procuro no fomentar la competitividad en las clases, ya que cada uno tiene su nivel y su capacidad para crear. Esto es una buena manera de que los alumnos tengan mayor autoestima al ver que van mejorando y alcanzando sus propios logros.
Siempre es una gran satisfacción ver el resultado creado por uno mismo, por ello es un buen ejercicio para aprender a terminar lo que se empieza, ayudando a personas que son poco constantes en sus tareas.
Con la pintura se estimulan ambos lados del cerebro, tanto el hemisferio izquierdo como el derecho. El primero involucra nuestro lado lógico y racional, mientras que el derecho las emociones y la creatividad. Esto supone una actividad cerebral muy valiosa tanto en la etapa de crecimiento de los niños como en la adulta.
La pintura es una actividad donde la imaginación se desarrolla potencialmente, mientras la memoria se desvanece, esto hace que personas con enfermedades o problemas se evadan y puedan incluso durante la sesión de pintura no sentir dolor ni angustia.
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Entonces, planteado así ¿es una actividad terapéutica?
La relajación que se obtiene a través de la pintura son herramientas que, aplicadas con continuidad, pueden lograr el bienestar emocional y espiritual de las personas, aún dentro del mundo caótico y estresante que vivimos.
La afición a la pintura nos acerca al arte y esto hace que empaticemos con artistas, valoremos y apreciemos sus obras. Esto conlleva a su vez un crecimiento cultural que desarrolla el interés por el mundo artístico y entendimiento de la historia de la humanidad a través de la Historia del arte.
Por otro lado es destacado que el hecho de pintar nos haga contemplar la naturaleza y toda su belleza con «otros ojos” desde el punto de vista del pintor que debe trasladar al lienzo lo que ve en tres dimensiones aplicando sus conocimientos artísticos.
¿Puede resultar aburrido para los pequeños?
Para nada. Por supuesto las clases de pintura son también un lugar de diversión, entretenimiento, donde los alumnos, socializan, charlan, pasan un buen rato y aprenden de los trabajos de sus compañeros.
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Imágenes reales de las clases de Carmen Campos-Guereta
«Como profesora de dibujo y pintura debo añadir que para mí es el alimento de mi trabajo. En las clases aprendo o refresco conocimientos que estaban olvidados, me hace estar más en el mundo, me inspira, para luego volcar todo esto en mis pinturas», señala Carmen.
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