Hay momentos que sentimos como cambios de etapa en nuestras vidas, momentos en los que nos sentimos en puntos de inflexión y, en ocasiones, estos cambios, esta incertidumbre, este soltar una etapa para iniciar otra, nos trae crisis y nos revoluciona internamente.
En primer lugar, es importante tener en mente que estos cambios de etapa, estas crisis vitales, no son el fin del mundo aunque a veces así lo sintamos. No es el momento más importante y trascendental de nuestra vida, no es el momento donde voy a decidir todo mi futuro que, además, será inamovible. Solo tendrás 40 años y deberás comprender con inteligencia qué pasa.
En la cotidianidad de la mayoría de las personas, llegados los alrededores de los 40 por arriba o por abajo, algo pasa y parece que se monta una revolución. “¿Qué es?”, “¿Me equivoqué de vida?”, “¿Me replanteo hacia dónde voy y lo que he recorrido?”, ¿Se revolucionan las hormonas?, ¿Nos ponemos a hacer deporte como si llegara el fin del mundo?, ¿De repente nos vemos defectos físicos como si fuéramos adolescentes? ¿Será la edad, será el foco, será que finaliza un ciclo para comenzar otro? ¿Será que me planteo dónde estoy y hacia dónde voy? ¿Será que es mas biológico y normal y lo único que necesitamos es conocer qué puede pasarnos y vivirlo con inteligencia de vida atendiendo lo que necesitemos
En los 40 se cambia de ciclo, como en la niñez, en la adolescencia y en la juventud. Y se cambia de ciclo vital, hormonal y el cuerpo avisa para aterrizar y ver dónde estamos. Si sentimos crisis o estamos viviendo una mala racha está interviniendo nuestra química, y si lo analizas, nuestro cuerpo está reaccionando para resituarnos, es en realidad algo saludable aunque en ocasiones incómodo y un poco contractivo
¿Qué podemos hacer?
1.- En primer lugar: calma, no se hunde la tierra aunque así lo sientas.
2.- Recuerda: «En época de tormenta, no hagas mudanza«. Si quieres tomar decisiones importantes espera a bajar la intensidad emocional y a poder evaluar las situaciones con más objetividad.
3.- Este momento es un momento perfecto para comenzar de nuevo a cuidarte, mimarte, retomar cosas que te encantaba hacer, y un momento perfecto para disfrutar.
4.- La madurez de esta etapa es perfecta para aplicar inteligencia de vida y mirar con distancia y con perspectiva lo que quieres para tu vida hoy, y cómo te gustaría verte en 5 o 10 años. Es sólo un ejercicio de proyección para ver qué acciones diarias pueden acercarnos a nuestros objetivos.
5.- Tranquila, si necesitas consultar con la ayuda de un profesional, hazlo con la alegría y la satisfacción de haber decido cuidarte y quererte.
A continuación te dejo unos consejos para conectar con ese camino hacia un momento íntegro de vida plena y vida feliz.
1.- El primer principio para mi de una actitud de vida sana y plena es «deja que los acontecimientos sucedan cómo tengan que suceder«; es decir, aceptar que las circunstancias vienen como tienen que venir, a veces con viento a favor y otras no tanto. Aceptar y dejar paso a lo que tiene que venir aunque sea una gran tormenta, muchas veces trae más y mejores cosas de lo que esperamos inicialmente.
2.- Quizás una de las cualidades más elevadas del ser humano es el «discernimiento«, importantísimo para saber cuándo, qué, y cómo elegir el momento, con quién si, con quién no, cuándo y cómo actuar, o no actuar, discernir si es necesario dejar fluir, etc… Es un gran aliado para nuestra felicidad un buen aprendizaje en discernimiento, o lo que más comúnmente llamamos «Toma de Decisión».
3.- Otro aspecto valiosísimo y en especial para calmar y ayudar a sosegar una mente excesivamente inquieta, continuamente pensadora, anticipadora, con necesidad de tenerlo todo «bajo control» es aprender a relajar la mente, y dar un paso a la mera observación. Esto ayudará a quitar intensidad emocional a nuestras vidas, y nos ayudará especialmente a no «perdernos» en el camino, nos ahorrará sufrimientos, y nos dará paz y tranquilidad en los momentos difíciles sobre todo.
4.- Otro importante punto que seria un regalo de vida estudiarlo en el colegio, es el hecho de escuchar a nuestra intuición. Todos tenemos ese poder, esos pálpitos, esas sensaciones sanas que ayudan al discernimiento. Todos tenemos esa inteligencia más allá de la numérica y más allá incluso que de la emocional, que hace que sepamos hacia dónde dirigirnos.
Los niños, están muy abiertos en emociones, sensaciones y sentimientos, y poseen esta habilidad aunque no lo saben. Con los años, si no la practicamos o ejercitamos esta inteligencia capacidad, se nos olvida que tenemos este super poder. ¡Despertemos nuestra intuición!
5.- Otro importante secreto, y más en los tiempos que vivimos, es la respiración. A veces, vamos muy rápido para llegar a todo: dar todo a nuestros hijos, al trabajo, a la pareja, amigos, ocio. Queremos tener muchas cosas, vivir muchas cosas, viajar mucho, vivir experiencias, y compartirlas.
Es un momento en el que nuestro ser nos pide nutrirse pero también transitamos un momento cultural en que vivimos muy «hacia fuera» y con el concepto de que todo «tiene que estar perfecto y maravilloso». Esto genera mucha desconexión con la realidad que se nutre de la combinación de silencio y experiencias.
Por esto, independientemente del modelo de vida que hayamos elegido y deseemos vivir, y si queremos disfrutar de experiencias, de compartirlas y de mostrarlas al mundo, será importante crear un centro personal sólido, conectado y en sintonía con nosotros…
6.- Uno de los puntos también para vivir en conexión con uno mismo es el cuerpo. El cuerpo necesita ser habitado, sentido y cuidado. El cuerpo necesita también de descanso, mental, físico y espiritual. Por eso, recomiendo parar un poquito cada día, respirar conscientemente, meditar, descansar 30 min de siesta, leer algo agradable, tocar un instrumento, pintar o realizar alguna actividad creativa o manual, correr, bailar, moverte, hacer yoga, estirarte, nutrirte, etc… Cualquier actividad que permita a tu cuerpo parar y oxigenarse física y mentalmente será un regalo para ti esencial.
7.- Es muy útil seguir cultivando momentos de disfrute personal y máxime cuando entramos en una etapa un poco mas apretada de la vida ya que pasamos a un mayor estado de responsabilidad y «quehaceres» que nos llevan a veces a olvidar y adormecer nuestra esencia.
Estos ratos pueden ser de familia, amigos, formación, ocio, cine, deporte, viajes, voluntariado, etc… Algo que interiormente conecte con tu esencia y te haga sentir vivo, te haga sentirte en ti, en casa, conectado y sintiendo que te quieres y cuidas. Ese es un maravilloso regalo de vida.
8.- Para mi, para tener un estado alegre y entusiasmado es vital seguir emocionándonos con cosas, o también crearlas. Pueden ser grandes proyectos laborales, de hogar, viajes, etc… pero también nos pueden emocionar y hacer muy felices cosas más cotidianas como compartir un helado, hacer galletas en familia, salir a un sitio nuevo de senderismo, tomar un aperitivo, jugar a las cartas, leer un libro, un beso, una conversación, y mucho más… Es precioso saber sentirse una persona plena, completa y feliz a pesar de los malos momentos que también nos trae la vida.
9.- En relación con el punto anterior, vital también en mi creencia de la psicología positiva, valorando el realismo de la situación, es la actitud que determinamos tener. Hay diferencia entre ver el vaso medio lleno o medio vacío. Saber interiormente que siempre existen opciones, alternativas y posibilidades que nos llevaran a poder solucionar, entender, aceptar, cambiar una situación o cambiarnos a nosotros mismos, es un regalo.
10.- Otro secreto de las personas alegres y felices es la «perseverancia«. Trabajar, construir y seguir el camino que nos lleva a las cosas, esto nos trae ventura.
11.- Otra característica de la alegría interior, esa alegría interna que nutre nuestro corazón, es la actitud de generosidad y agradecimiento en la vida. Sentirse agradecido, satisfecho, lleno, completo y abundante, es de los mejores estados de plenitud del ser humano, y si a eso le sumamos el maravilloso valor de la generosidad y descubrimos lo bonito que es darse y ofrecerse con lo mejor de nosotros, descubriremos el propósito de vida, y estaremos transitando el camino que nos lleva a las cosas, el camino de la felicidad.
12.- Otra cualidad tan fundamental para la paz interior, la serenidad, y la felicidad, es «la confianza«, divina actitud que nos permite avanzar de una manera tranquila y feliz. Nos permite vivir, arriesgarnos, saltar, soltar, y mucho más. La confianza nos posibilita sentir; además, cada paso que damos será un paso hacia una evolución y mejora para nosotros.
Y recuerda siempre que la respiración, el silencio interior y la meditación te traen de vuelta a casa a conectar contigo, con tu interior. Esta conexión abrirá tu intuición asociada a tu razón, y piensa que ahora es el mejor momento para darte el permiso que necesitas y ayudarte a ser más feliz.
Ana Asensio
Psicóloga y fundadora de Vidas en positivo |