Usar mascarilla es vital para protegerse del COVID-19 en cualquier circunstancia; desde comprar en el supermercado hasta visitando la peluquería. El uso de mascarillas es una herramienta muy importante para reducir la transmisión. Sin embargo, hay personas en que se niegan a usarla, lo que puede ser frustrante y, normalmente, es difícil saber cómo convencerlos de que lo hagan.
Usar una mascarilla cuando se está cerca de otros es una de las cosas más importantes que cualquier persona puede hacer, no sólo para protegerse a sí mismo, sino para proteger a los demás. Como ya hemos oido hasta la saciedad, hay personas que pueden ser asintomáticas y transmitir el virus sin presentar síntomas.
Si conoces a personas que se niegan a usar mascarillas, o no entienden por qué es tan importante, seguro que estás tentado de iniciar una discusión, pero una conversación empática es más probable que surta efecto. Para empezar, puede que no sepas por qué no llevan una mascarilla. El no usarla podría estar impulsado por cualquier cosa, desde la ideología política, a la creencia de que las mascarillas no son efectivas, a las declaraciones sobre los derechos personales y el poder del Gobierno, al olvido o a razones médicas o psicológicas como la ansiedad.
Nadie quiere contagiar el coronavirus a otra persona pudiendo llevarla al fallecimiento, pero puede que no se den cuenta de por qué las mascarillas son tan esenciales para prevenir la propagación del coronavirus, particularmente cuando se está en el interior o cerca de otros.
Una vez que se conocen sus razones para no usar una mascarilla se puede comenzar a abordar sus preocupaciones desde la información y la empatía. Lo mejor que puedes hacer es proporcionar información y una petición personal, según los psicólogos. No asumas que los convencerás de que hagan un cambio. Evita gritar, discutir o dar sermones, que pueden poner a la gente a la defensiva.
Hay ciertos argumentos que pueden ser poderosos para la gente que no quiere usar mascarillas. Habla de proteger a los demás y a los que les rodean. Mencionar su esfera social personal, como los parientes que pueden estar en riesgo, también puede ser un buen argumento; los humanos estamos programados evolutivamente para cuidar de los más cercanos a nosotros.
Y si todo lo demás falla, puedes trazar otra línea. En algún momento puede que tengas que establecer algunos límites. Está bien dejar que una persona sepa que si se niega a usar una mascarilla no puedes interactuar con ella o insistir en que se mantenga a varios metros de ti.
Al final, los expertos dicen que usar una mascarilla sigue siendo una de las mejores maneras de vencer la propagación del coronavirus. Y protegerse a sí mismo y a sus seres queridos es lo primero, aunque eso signifique mantener algunas conversaciones incómodas con los más inconscientes.