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¡S.O.S. no me puedo levantar!

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¡S.O.S. no me puedo levantar!

¿Cada mañana sientes que tus ojos te pesan más de lo normal y apenas  puedes abrirlos por más que lo intentas? ¿Tardas más de 30 minutos en salir de la cama cada mañana? ¡Atenta porque quizás no se trate únicamente de pereza o cansancio acumulado! Quizás padezcas dysania, un trastorno más frecuente de lo normal pero del que, a buen seguro, nunca habías oído hablar.

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Todos o casi todos padecemos dysania o, lo que es lo mismo, una dificultad extrema para levantarnos por las mañanas. ¿Quién no ha puesto una segunda alarma y hasta una tercera después de que ésta haya sonado por primera vez? ¿Y quién no se ha levantado incluso media hora después de la hora a la que hubiera tenido que hacerlo y ha empezado a correr de un lado para otro con una prisa que la ha acercado peligrosamente al infarto? Pues bien, algo que en principio puede ser tratado como algo banal, es síntoma de que algo en nuestro organismo no marcha del todo bien, ya sea desde un punto de vista emocional o físico.

 


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La dysania, por lo tanto, no es una enfermedad en sí misma, sino un estado de conciencia alterado en el que nos cuesta despertar, es decir, nuestro cuerpo nos incita a seguir durmiendo aunque nuestro cerebro, por su parte, se encuentre listo para comenzar la jornada. Este hecho provoca que el no estar el cuerpo preparado al cien por cien para entrar en estado de alerta, probablemente al despertarnos suframos cierta confusión, debido a que mientras que nuestro cuerpo sigue demandando seguir descansando, nuestra mente empiece a pensar en lo que debemos hacer al levantarnos a pesar de que todavía estemos tumbados en la cama. Esto justificaría el estado de confusión y aturdimiento que algunas mañanas nos impide salir de la cama.

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Muchos médicos y psicólogos catalogan la dysania como una cuestión de hábitos, de comportamientos aprendidos y de educación, más que algo de índole genética. No tener siempre la misma rutina de sueño, trabajar demasiadas horas o hacerlo bajo presión, incluso problemas personales que generen una intranquilidad prolongada en nuestras vidas podría derivar en un problema de dysania. De esta manera, debemos ser conscientes y no olvidar nunca que todo aquello que hagamos durante las horas en las que estemos despiertos, terminará repercutiendo en nuestras horas de sueño y, al final, en la predisposición que tengamos cada mañana a la hora de levantarnos.

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¿Cómo podemos actuar ante esta realidad para intentar mejorar los síntomas? Todos los médicos coinciden en el hecho de que es fundamental normalizar los períodos de descanso. Para ello, se recomienda no dormir por la tarde para que al llegar la noche nuestro organismo se encuentre cansado y sea él mismo el que nos reclame irnos a la cama a descansar.

 


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Por otro lado, durante la noche debemos intentar mantener alejados los ordenadores y los móviles, que terminan por interferir en las horas que debemos destinar, recomendablemente, a descansar.

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¿Sabías que… 

…las mujeres necesitan dormir más que los hombres? Esto es lo que reveló un estudio realizado por la Universidad de Medicina de Duke. La investigación ha determinado que las mujeres deberían permanecer en la cama, por lo menos, 20 minutos más. Y es que el organismo femenino suele resentirse más cuando no descansa lo suficiente, desde malestar psicológico hasta depresión.

Esos 20 minutos que las mujeres necesitan dormir más que los hombres encuentran su justificación en una serie de factores neurológicos. Las conexiones que se establecen entre las neuronas del cerebro son diametralmente opuestas entre los hombres y mujeres: mientras que en el caso de las mujeres las conexiones se producen entre ambos hemisferios; en los hombres éstas sólo tienen lugar entre la región frontal y la posterior. ¿La consecuencia de esto? Las mujeres –así está demostrado científicamente- pueden hacer más cosas a la vez que los hombres, justificación más que válida del hecho de que el organismo femenino sufra más desgaste y, por ende, necesite de más tiempo de descanso para recuperarse.

Además, y según el mismo estudio, las mujeres tardan media hora más en conciliar el sueño cada noche, algo que también influye de forma determinante en el desarrollo de problemas de salud más graves.

 

Rocío Alcántara

Redactora en Yo Soy Mujer

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