Actualmente es muy posible, además de deseable, disfrutar de una sexualidad sana y placentera a cualquier edad y en cualquier circunstancia incluso aunque no se esté en una relación de pareja.
Cualquier persona, sea cual sea su identidad y orientación sexual, tiene derecho a vivir disfrutando una sexualidad sana y enriquecedora a lo largo de toda su vida.
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Disfrutar una sexualidad satisfactoria aporta múltiples ventajas a nivel físico, psicológico y social, siendo preciso para ello individualmente conocerse, aceptarse, gustarse, valorarse, aprender disfrutando, decidir libremente qué hacer, cuándo, cómo hacerlo, dónde, a solas o con quién o quiénes, a partir de lo que se desea y acepta por todas las posibles personas participantes de manera responsable, respetuosa, libre y sin riesgos.
Disfrutar de una sexualidad sana y libre
Paso a detallar algunas recomendaciones, entre otras muchas posibles, para llegar a conseguir disfrutar individualmente y también con otras personas de una sexualidad libre, placentera y sana.
1. En primer lugar cuidarse disfrutando de una salud integral tanto física como psicológica y socialmente. Para ello es necesario llevar un estilo de vida sano tanto en nuestros hábitos de alimentación, bebida, descanso, sueño, actividades de tiempo libre, ocupaciones y relaciones interpersonales sin sufrir estrés ni cansancio frecuentemente.
La práctica de ejercicio físico moderado ayuda a mejorar la relación consigo mismo y con las demás personas así como también favorece el buen funcionamiento hormonal que potencia el deseo sexual.
2. Mantener una actitud positiva en la sexualidad y las relaciones interpersonales liberándose de prejuicios, ideas erróneas y negatividad así como viviendo con actitud abierta y libre también a las fantasías sexuales.
3. Conocerse muy bien sexualmente para que sea satisfactoria la práctica sexual descubriendo el propio funcionamiento erótico íntimamente y con las demás personas mediante la comunicación, la confianza y la intimidad.
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4. Mantener nuestra propia frecuencia personal deseada de relaciones sexuales sin hacer comparaciones ni marcarse obligaciones o records.
5. Dejarse llevar espontáneamente en la relación sexual implicándose sin prisas, durante el tiempo deseado disfrutando del placer del encuentro y el arte de amar consigo mismo o/y las demás personas.
6. Potenciar relaciones sanas para que el encuentro sexual sea placentero, satisfactorio, enriquecedor y sin conflictos ni obligaciones.
7. Vivir la sexualidad con todo el cuerpo ya que la piel es el órgano sexual más amplio y el cerebro el más potente por lo que hay que dejar de centralizar en los genitales la sexualidad, dando máxima importancia a los cinco sentidos en su diálogo con el propio cuerpo y los posibles otros cuerpos, sin olvidar utilizar también nuestro sexto sentido.
8. Innovar y descubrirse en nuevos juegos y encuentros eróticos para eliminar la rutina y la monotonía mediante la potenciación del trayecto sensorial (visual, auditiva, olfativa, táctil y gustativa) así como descontextualizar y crear alternativas eróticas y sexuales.
9. Superar la sexualidad genital del coito puesto que podemos elegir practicar mil concepciones distintas de la sexualidad placentera a través de abrazos, besos, caricias, diferentes contextos, disfraces, entornos nuevos, juegos eróticos, movimientos y posturas, vestimentas, etc…
10. Siempre en cualquier caso disfrutar personalmente de manera respetuosa, libre y sana a solas o con más personas las relaciones sexuales según las posibles diferentes identidades y orientaciones personales sea a solas, con la pareja habitual, a través de otra persona, con otras parejas o en grupo.
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