La idea de que ciertos alimentos de nuestra dieta sean saludables o no, a menudo provoca mucha confusión. La sal encaja, con seguridad, en la categoría que desconcierta a la mayoría de las personas.
La sal ha jugado un papel crucial en la preparación de alimentos durante miles de años. Sin embargo, en las últimas décadas, la sal se ha convertido en una especie de villana ya que se le ha asociado con la hipertensión y las enfermedades del corazón.
La idea de que una dieta baja en sal es mejor para nosotros se dio hace unos 200 años y se basó en una ciencia errónea. Los médicos sabían entonces que nuestros cuerpos dependían de la sal para mantener el equilibrio de la presión arterial. Creían que consumir demasiada sal contribuía a la hipertensión y a las enfermedades cardíacas.
Sin embargo, investigaciones recientes están encontrando que esta teoría fundamental no es tan cierta como alguna vez pensamos. Un análisis de más de 6.250 pacientes encontró que no había una relación real entre el consumo de sal, la presión arterial alta y el riesgo de enfermedades del corazón. Como muchas de nuestras recomendaciones dietéticas, nuestras creencias sobre la sal deben ser reexaminadas.
En cualquier caso, hay que diferenciar entre la sal habitual que se puede tener en casa a la sal marina, que es también comestible y puede comprarse en cualquier tienda. Teniendo eso en mente, a continuación explicamos cinco beneficios de la sal puede brindar a nuestro organismo.
1.- Ayuda a mantenerse hidratado
Para mantenerse hidratado, el cuerpo necesita un delicado equilibrio de sodio y potasio. Esto se debe a que el agua del cuerpo va donde está el sodio, así que si tiene demasiado, su cuerpo retendrá agua. El potasio trabaja para equilibrar esto. La sal marina como la Celta o la rosa del Himalaya contiene tanto sodio como potasio, lo que ayuda a equilibrar sus niveles de forma natural.
2.- Promueve la buena salud vascular
Cuando se trata de la sal marina, esta tiene efectos protectores contra las enfermedades del corazón. Es importante diferenciar entre la sal marina y la sal de mesa, que es mucho menos beneficiosa debido a su inexistente contenido mineral. Los hallazgos sobre cómo la sal marina ayuda a los marcadores de enfermedades cardíacas contradicen directamente las recomendaciones contra la sal en las dietas. Lo importante es qué tipo de sal se está usando.
3.- Equilibra los electrolitos y previene los calambres musculares
La sal marina es una excelente fuente de electrolitos, que se ha demostrado que previenen los calambres musculares durante el ejercicio. La sal marina contiene sodio, magnesio, potasio y calcio, todos ellos necesarios para una salud óptima. Estos minerales deben provenir de la dieta porque el cuerpo no puede crearlos. Sin suficientes electrolitos se puede experimentar latidos irregulares del corazón, fatiga, náuseas e incluso convulsiones.
4.- Apoya un sistema nervioso saludable
El sodio regula el flujo de agua en todo el cuerpo, lo cual es esencial para un sistema nervioso saludable. Además, el agua del sistema nervioso requiere sal para enviar y recibir señales del sistema nervioso. Al igual que con otras funciones del cuerpo, el cerebro necesita el equilibrio correcto de sodio con respecto a otros electrolitos, por lo que la sal marina es una opción mucho mejor que la sal de mesa.
5.- Mejora el sueño
Se aconseja no comer sal antes de dormir, pero la sal de mesa, que puede causar un desequilibrio en la cantidad de sodio en el cuerpo. Se cree que la sal marina mejora el sueño porque contiene muchos electrolitos útiles para regular las hormonas.
