El sábado, el Club de Mar de Puerto Banús se convirtió en el escenario de un emotivo homenaje a los Olímpicos No Medallistas de los Juegos Olímpicos de París 2024. Organizado por el Ayuntamiento de Marbella y Puerto Banús, el evento destacó los valores esenciales del espíritu olímpico: excelencia, amistad y respeto, a través de las historias de esfuerzo y superación de estos deportistas.
Historias que inspiraron a los asistentes
El acto reunió a 15 atletas cuyas historias personales emocionaron a todos los presentes. Entre ellas, destacó la de Loida Zabala, quien, a pesar de enfrentar un cáncer de pulmón y nueve tumores cerebrales, compitió en Para Halterofilia. También fue reconocida la nadadora María de Valdés, quien demostró una fortaleza increíble al clasificarse con ayuda psicológica, y el jinete Martín Dockx, cuyo caballo Malagueño, un firme aspirante al podio, enfermó justo antes de competir.
Entre otros homenajeados, se encontraban:
•Antia Jacome, piragüista que quedó a tan solo 66 centésimas de una medalla de bronce.
•Laura Heredia, la primera española en competir en Pentatlón moderno en unos Juegos, cuya participación se vio afectada por un incidente con su caballo.
•Sara Ouzande, que sufrió una caída a 20 metros de la meta en la final de K2.
•Elena Congost, quien, en un acto de verdadero espíritu olímpico, ayudó a su guía desvanecido antes de cruzar la línea de meta.
El evento también marcó la despedida oficial de dos referentes del hockey femenino español: Bea Pérez, con 267 partidos internacionales, y Lola Riera, autora de 110 goles con las Redsticks.
Una Gala presidida por Ángeles Muñoz y con Ayoub Ghadfa como copresentador
La gala estuvo presidida por la alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, quien destacó la importancia de rendir homenaje a los valores deportivos. El copresentador fue el medallista de plata en peso superpesado, Ayoub Ghadfa, único medallista presente, que compartió su experiencia y motivó a los homenajeados con palabras de reconocimiento y gratitud.
Un evento que dejó huella
El Club de Mar de Puerto Banús, con su emblemático entorno, acogió a los atletas, sus familias y los numerosos asistentes que quisieron ser parte de este homenaje. El evento, cargado de emoción y simbolismo, reafirmó el compromiso de Marbella y Puerto Banús con el deporte y sus valores universales.
Con cada historia compartida, quedó claro que los valores olímpicos trascienden las medallas y residen en el esfuerzo, la resiliencia y el impacto positivo en la sociedad.
