Con Cupido revoloteando a nuestro alrededor empeñado en acertar con una de sus flechas y la megafonía de los grandes almacenes recordándonos cómo podemos sorprender al amor de nuestras vidas, San Valentín parece acercarse sin que podamos hacer nada por evitarlo. Y es que, como cada 14 de Febrero, todos parecemos empeñados en dejar fluir el amor y sentimiento y nos sumergimos de lleno en la búsqueda de un regalo con el que intentamos, en ocasiones, suplir el tiempo que dejamos de pasar con nuestra pareja el resto del año.
Hablar de la necesidad de demostrar el amor cada día, sin que sea el calendario el que tenga que avisarnos de que debemos ser especialmente cariñosos, sería caer en el tópico típico con el que muchos intentan bombardearnos estos días aludiendo a la superficialidad de una jornada de la que los grandes almacenes no dudan en sacar tajada. Pero, ¿por qué no dejamos de ver San Valentín únicamente como eso? ¿Por qué no nos dejamos llevar y disfrutamos, al menos un día, de ese amor que nos ayuda a continuar y en el que, en demasiadas ocasiones, ni siquiera reparamos?
¡Disfrutemos, vivamos y soñemos aunque solo sea un día al año! ¿Os apuntáis? ¡Manos a la obra! Desde Yo Soy Mujer queremos aportar nuestro granito de arena y hemos preparado una ruta 100% romántica al que ni el mismísimo Cupido podrá resistirse ¿Preparados?
1.- El desayuno, el primer paso.
¡Prepáralo con todo lujo de detalles! No porque este año el 14 de febrero sea miércoles quiere decir que debes preparar la jornada con rapidez y desgana. Comienza elaborando un desayuno digno de reyes: fruta, zumo de naranja, dulces… Y junto a él, una nota indicando que ese día será especial y que vas a hacer todo lo posible porque lo recuerde durante meses. Prepárale un itinerario en el que le detalles todos los planes que has preparado para hacer de ese día una jornada apasionante. ¡Te sorprenderá la cara que se le queda a tu pareja!
2.- Un momento de relax
Como quizás escaseen los momentos relajados durante el día, ¿por qué no crearlos tú mismo? Haz una reserva en un spa y regálale algún tratamiento de belleza y relajación para que por la noche no existan tensiones ni estrés acumulado.
3.- Una vez al año, no hace daño
Si tu pareja es de las que se muere por una tarde de compras, entonces esta parte del plan le entusiasmará. ¿Cómo se quedaría si le regalases una tarjeta de regalo de su tienda favorita? Disfrutará como nunca y, además, podrá comprarse el modelito con el que te seducirá en la última parte de la jornada.
4.- ¿Qué te parece cenar en un lugar distinto?
¡Olvídate de los clásicos restaurantes! Apuesta por un lugar distinto, insospechado. ¿Qué te parece celebrar el amor en un Casino? ¿Sorprendente, verdad? Pues eso lo que te proponemos. Lánzate a la aventura y reserva tu velada en el Restaurante del Casino Marbella, un enclave único que no ha querido dejar nada a la improvisación y ha preparado una velada romántica con todo lujo de detalles, en la que su menú se convertirá en el protagonista indiscutible. ¡Toma nota!
Entrante: Piquillos rellenos conquistados por rape y langostino
Platos principales:
Flechazo de merluza gratinada, ensalada de espárragos y caviar de trucha.
Meloso de ternera lacado enamorado de crema de apio, albaricoque y manzana de la pasión semiasada.
Postre: El seductor tiramisú que quería ser capuccino.
¡Disfrutarás con su degustación!
5.- Contar las estrellas
¿Y después de esta suculenta cena, qué? Nada mejor que pasar la última parte de la jornada en un rincón romántico en el que poder compartir un poco de tiempo con tu pareja, alejados de correos electrónicos, móviles y demás interrupciones que, en el día a día, se convierten en auténticas barreras de comunicación.
Elijas lo que elijas hazlo con amor. Intenta dejar a un lado las prisas y sinsabores de las largas y tediosas jornadas de trabajo y dedica un poco de tiempo a la persona que te acompaña en el camino de la vida. Recuerda que lo único que tenemos es el presente; y el presente es ahora.
«Recuerda que lo único que tenemos es el presente; y el presente es ahora»
Redacción: Rocio Alcántara