Hay personas a las que le sienta muy mal llegar a la década de los 40 y se sumen en una crisis profunda vital. Sin embargo, a Francisco Rivera le han sentado muy bien, y no hablamos únicamente de lo físico. Sereno, calmado y cariñoso ha atendido a los medios de comunicación durante la presentación de su línea de hamburguesas Don Angus en La Canasta de la Malagueta.
Cuando ha concluido la presentación incluso ha comentado: “Supongo que si de las hamburguesas no tenéis preguntas, tendréis preguntas de otro tipo”.
Lleva desde que era niño delante de las cámaras y sabe que la mayoría de las veces lo que buscan determinados medios de comunicación es otro tipo de carne, no la de sus hamburguesas. Amablemente ha respondido a cada una de las cuestiones que le han planteado los periodistas del corazón, y a las que no ha visto oportunas contestar, manteniendo el gesto simpático, sólo ha dicho que no iba a entrar a valorar asuntos que desconoce.
Sobre la bajada de peso de su hermano Kiko ha bromeado: “Pero estas hamburguesas las puede comer, porque no llevan gluten, no llevan leche, no tienen soja, no tienen huevo y duran 60 días en la nevera refrigeradas gracias a su sistema de envasado. No se le mete grasa extra, ni proteínas, lleva lo que lleva la carne. Podríamos decir que es una carne ecológica por como se crían las vacas”.
En un ambiente distendido, en el que también han participado un grupo de bloggers de la capital, se ha mostrado entusiasmado con este nuevo proyecto. Es cierto, que incluso al mundo de las hamburguesas ha llegado el término gourmet. Hamburguesas mucho más sabrosas, elaboradas con materia prima de primera calidad y cuya carne procede de ganado en libertad. Nuevos sabores y texturas para un producto que hasta hace pocos años se denominaba “comida basura” y que actualmente ha alcanzado el nivel de delicia gastronómica.
“Es un hamburguesa para tomar con vino. Son vacas de raza Angus que vienen de Escocia pero que criamos en España para controlar todo el proceso y la fabricación. Son vacas criadas en el campo”, ha dicho Rivera. Por el momento estas hamburguesas sólo se podrán degustar en los centros de La Canasta de la provincia, y el local con el que cuenta en Sevilla. Allí también estarán a la venta para poder consumirlas en casa.
Este proyecto lo emprende junto a un socio que lleva toda su trayectoria profesional en el sector cárnico. El objetivo que se han marcado es dar a conocer Don Angus en todo el país. “ Las particularidades del Angus es la genética de este animal que infiltra en la carne más grasa que otros animales. Es como comparar un cerdo normal con un cerdo ibérico. Seguimos trabajando para que sea un proyecto que vaya a más”, ha destacado Fran Rivera.
El jefe de cocina de La Canasta, Fernando Redondo, ha explicado que han hecho un pan brioche especial para esta carne y se presenta en sus restaurantes en tres formatos distintos; una versión con miel, otra con los ingredientes más tradicionales y una en versión mexicana.
Antonio Cárdenas, propietario de La Canasta, se ha mostrado orgulloso de que sean sus restaurantes los primeros en tener el producto y ha desarrollado las características de una hamburguesa que le da muchas garantías.
Fran Rivera ha atendido a todos los medios presentes y ha dejado claro que actualmente lo que interesan son sus negocios, su mujer y sus hijas. De la reciente paternidad de su hermano Cayetano ha manifestado que está plenamente feliz junto a Eva y su hijo. Al ser preguntado por su hija mayor ha dicho que fue ella la que tomó la decisión de vivir alejada de la fama y que ese es el motivo por el regaló sus fotos a todos los medios cuando cumplió 18 años, para que perdiesen interés y la dejasen en paz: “ Ella quiere estudiar y tener una vida normal, y eso hay que respetárselo”.
Fran, que siempre se quejó de que lo persiguieran los periodistas, ahora cuelga sus fotos, incluso en momentos de fiesta, en su cuenta de Instagram: “ He llegado a a conclusión de que se es más feliz llevándose bien con todo el mundo e Instagram es un medio que me divierte mucho”.
Redacción: Ana Porras Fotografía: Lorenzo Carnero
