«El Jardín Secreto», reúne a los coleccionistas malagueños de arte contemporáneo en una exposición colectiva en la Sala La Coracha del MUPAM. La muestra, que podrá visitarse hasta el 30 de abril, descubre la relación entre las obras y sus adquisidores.
Entre las más de 300 piezas seleccionadas se encuentran nombres malagueños como Enrique Brikkmann o Francisco Peinado, nacionales como Chema Cobo, Guillermo Pérez Villalta, Juan Uslé, Abraham Lacalle o Manolo Quejido, y figuras internacionales como Anish Kapoor, Per Barclay, Markus Oehlen, David Hockney o Louis Bourgeois, entre otros.
Para ello, las creadores del proyecto, Maloestudio, han visitado las colecciones más importantes de la provincia y han seleccionado las piezas más representativas para comprender el fenómeno del coleccionismo en Málaga. También han comprobado que los coleccionistas apuestan por el arte emergente y por los nuevos creadores.
Uno de los aspectos más originales de esta exposición es la integración del arte contemporáneo en la vida del coleccionista. Por ese motivo, «El Jardín Secreto» recrea algunos de los espacios y ambientes en los que las obras de arte conviven con el mobiliario y la ornamentación del coleccionista. Así, se puede ver, por ejemplo, el salón del artista Diego Santos, el dormitorio de invitados del comisario Pedro Alarcón o la sala de estar del artista Juanjo Fuentes, entre otros.
Además, Maloestudio ha realizado un documental en el que diferentes tipos de coleccionistas ofrecen su visión sobre este fenómeno. Alfredo Taján, Mariano Vergara, María Jesús Martínez Silvente, Tecla Lumbreras, Benjamín Escobar, Diego Santos y Juanjo Fuentes explican lo que supone poseer un hogar lleno de creaciones artísticas.
El Arte de Coleccionar
El arte es una inversión emocional, cultural y financiera. El gusto de poseer responde a diferentes razones no siempre reveladas. El coleccionista no sólo se rige por un espíritu elevado, sino que también persigue el placer estético de los sentidos y colabora con el mecenazgo.
Adquirir arte es un gesto que conlleva las pasiones más contradictorias. Por una parte, el sentimiento de aportar e impulsar al artista y al arte en general. Pero a su vez, el egoísmo, por querer poseer para uno mismo y, con ello, privar al resto del mundo de esa obra. Se puede hacer un símil perfecto con el amor, cuando se quiere amar pero a la vez atar a esa persona.
El coleccionismo pone en valor la figura esencial de este actor del arte como pieza clave en una Málaga que apuesta por la cultura. La relación entre los coleccionistas y el arte que se hace en Málaga cobra un protagonismo esencial en la muestra, en la que se invita al visitante a sumergirse en las estancias de coleccionistas malagueños para experimentar en primera persona sus emociones.
Arte para impresionar, para emocionarse, arte para soñar, para relacionarse y hasta para huir de la soledad. Arte como cura, como religión, como la búsqueda insaciable de una respuesta.
En «El Jardín Secreto» las obras salen de su hogar para volver al ámbito público, de donde algún día salieron por el capricho o la necesidad de alguien que se enamoró de ellas. Ya no son las mismas, ahora contienen el misterio de la convivencia. El susurro de un diálogo en las distancias cortas y la imposibilidad de atrapar la belleza.
La inauguración
Redacción: Fran Gallardo Fotografía: Lorenzo Carnero