Mar Raventós, presidenta del grupo Codorníu-Raventós ha sido la protagonista del I Foro Igualmente, una iniciativa impulsada por la Diputación Provincial de Málaga dirigida a empresarios y directivos, con la colaboración de este medio y la cadena hotelera DoubleTree by Hilton Reserva del Higuerón.
Un foro que su primera edición ha llevado por título «Particularidades de la empresa familiar. El Caso Codorníu”.
Más de 100 personas han asistido a este encuentro que abría con la diputada de Igualdad y vicepresidenta de la Diputación de Málaga, Ana Carmen Mata. «Desde la Diputación de Málaga trabajamos con el tejido asociativo que desempeña un papel encomiable en la sociedad. Pero creíamos que era necesario trabajar con el sector de mujeres empresarias y tratar las cuestiones que afectan a su día a día. Por eso nace este foro, para la puesta en común de retos y buscar soluciones”. La diputada de Igualdad adelantó que la iniciativa se hará extensible a otras comarcas de la provincia.
Este foro dedica su primera jornada a las empresas familiares. Y es que hablar de Codorníu es hablar de la más antigua de España. Fundada en 1551, las mujeres han tenido un especial protagonismo en ella como demuestra el hecho de que cuando Mar Raventós nació entre viñedos en 1952, su abuela Montserrat Fatjó ejercía de presidenta de la compañía.
El papel de la mujer ha cambiado mucho. Mi abuela llevó la contabilidad durante 26 años y luego cogía el tren para tratar con los viticultores, y todo esto, con 13 hijos, lo que demuestra que la mujer vale mucho
El Caso Codorníu es un ejemplo de como las empresas familiares, que suponen el 90 por ciento de las empresas que existen en España, pueden alcanzar el verdadero éxito si se gestionan con liderazgo y apostando por la profesionalización, la competitividad y la innovación. «Hay que saber separar la empresa de la familia y es fundamental que la empresa familiar se profesionalice”. En Codorníu, «el equipo directivo es el que toma las decisiones empresariales pero la estrategia de la compañía la decide el consejo asesor y una vez aprobada pasa a su ejecución”.
A la edad de 24 años, Mar Raventós se incorporó a la empresa familiar tras licenciarse en Económicas y Empresariales, Filosofía y Letras por la Universidad de Barcelona y dirección de empresas por IESE. Pronto se ganó el respeto profesional y tras pasar por múltiples departamentos, fue elegida presidenta del grupo en 1988. «Mi padre falleció siendo presidente de la compañía y me propusieron para ser presidenta y al principio no me sentí capaz. Me insistieron y me dijeron que no me cambiaría la vida, y no fue así, cambiaron muchas cosas. Mi marido me dijo, adelante, te apoyamos”.
Desde el principio tuvo claro que era importante dirigir con transparencia la empresa familiar para evitar conflictos, por lo que un año después de llegar a la presidencia creó un protocolo con obligaciones y código de conducta de los accionistas donde se acordó que solo pueden ejercer en la compañía cuatro miembros de la familia elegidos por el consejo asesor. Esta estructura organizativa ha sido clave a lo largo de los años en un accionariado formado por más de 200 familiares donde a través de una buena comunicación interna se les hace partícipes de la evolución del grupo. «Es bueno que los accionistas sepan lo que pueden hacer, qué derechos tienen, porque sino todos los accionistas de una empresa familiar se sienten dueños y puede crear problemas entre el personal de la empresa. Hay que procurar que el accionista siempre esté informado de lo que pasa en la compañía porque además fomenta el orgullo de pertenencia a la familia”.
Con Mar Reventós al frente, el Grupo Codorníu Raventós ha vivido una de las etapas más decisivas de su larga historia con la compra de viñedos y bodegas (en la actualidad posee 10 bodegas en las denominaciones de origen más prestigiosas en España, Argentina y Estados Unidos) y suma cerca de 1.000 trabajadores a los que considera el verdadero motor de la empresa. Esta puesta en valor del talento de sus empleados le ha servido para ser elegida entre los 10 directivos preferidos como jefes para ser feliz, según una encuesta de Adecco. Cuenta también con otras distinciones como Empresaria del Año 2003 concedido por Fedepe, Premio International Women’s Entrepreneurial Challenge 2012 y Premio Emprendedor del Año 2012. «El equipo de Cordorníu es muy bueno y trabajas a gusto”.
Nuestra protagonista hoy en Yo Soy Mujer, que está al frente de la decimoquinta generación de Codorníu, destaca que lo más importande de Codorníu es la materia prima, la cepa. En esas cuatro letras resume los secretos del éxito de la empresa que dirige: Confianza, Esfuerzo, Pasión y Apertura. A esta fórmula añade además la innovación, estrategia fundamental para superar años de crisis solventados con brillantez apostando por la calidad y la internacionalización. Razones que le llevan a sentirse orgullosa de pertenecer a una familia de emprendedores.
Ha conseguido esta exitosa trayectoria compaginando su vida laboral y familiar (madre de seis hijos y abuela de cinco nietos, todos bautizados con unas gotas de cava al nacer) con buena organización, equilibrio y aprovechando el tiempo al máximo pero siendo flexible y reconociendo que es inviable llegar a todo. «Desde Codorníu se facilita la conciliación entre hombres y mujeres” y añade que la planificación es importantísimo para organizarse y que las cosas salgan bien.
En un equipo es importante la diversidad y la variedad, la presencia de hombres y mujeres enriquece mucho
En su visión empresarial, no cree en diferencias de gestión entre sexos «En un equipo es importante la diversidad y la variedad, la presencia de hombres y mujeres enriquece mucho”. Añade que «Codorníu es una empresa dinámica que apuesta por productos nuevos y la gente joven, ellos ven las cosas de otra forma”. «Los padres deben tener humildad y dejar el camino a los hijos en la empresas familiares cuando crean que están preparados. Es un acto de generosidad saber retirarse a tiempo”, apostilló.
Y este encuentro con Mar Raventós no podía finalizar de otra manera más que brindando con cava. «Hay que mimarse y no autoflagelarse, que ya lo hace la gente fuera. Tenemos que ser cariñosas con nosotras, buscar el equilibrio entre la vida laboral y familiar y, como dice nuestra campaña de Navidad, premiarnos y pensar que algo maravilloso va a pasar”.
Fotografía: Lorenzo Carnero y Laura Ochoa
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