La pandemia a nivel global ha puesto de manifiesto algo que ya sabíamos, y es que lo digital es capaz de traspasar fronteras. Muchos pequeños empresarios descubrieron entonces la necesidad de digitalizar sus negociosy ofrecer sus productos más allá de la tienda física. Algunos se pusieron las pilas y reactivaron sus tiendas online, otros, aprovecharon el momento del confinamiento para crearlas desde cero, y todos o casi todos, entendieron que Instagram era su mejor escaparate para llegar a su público objetivo. La aplicación, que comenzó siendo una red social para los amantes de la fotografía, se ha convertido en el medio perfecto para establecer una relación más cercana con clientes y potenciales clientes. ¿Se puede vender a través de Instagram? La respuesta es sí. Se puede y se debe vender a través de esta App que ofrece opciones tanto visuales como de contenidos escritos.
Puede darte cierta impotencia abrir la cuenta de Instagram y tener pocos seguidores, pero ten paciencia. Con tiempo, dedicándole un ratito todos los días, cuidando las fotografías y los textos que le acompañan, verás como más pronto que tarde obtienes los resultados y creas una comunidad fiel. Te recomendamos que leas un artículo donde se explica cómo vender en Instagram en 10 simples pasos. Ahí encontrarás un paso a paso de lo que debes hacer.
Nos detenemos ahora en algunos consejos que debes tener en cuenta si quieres que tu cuenta de Instagram comience a generarte ventas.
1.- Aunque es importante que los productos que aparecen en tu feed de Instagram estén enlazados a una tienda online para facilitar la compra del producto, si aún no dispones de una, puedes generar ventas a través de un correo electrónico o un whatsapp. Aplicaciones como Bizum han facilitado la forma de hacer los pagos.
2.- Cuida las fotografías. Sobre eso te van a insistir los expertos hasta la saciedad. Los productos deben presentarse de una forma atractiva. Recuerda que la primera impresión en la red social es la que nos entra por la vista.
3.- Sé coherente con los textos. Un mismo usuario hay veces que visita Instagram y solo ve fotografías, pero si una llama especialmente la atención se detendrá a leer el texto. Otras veces, cuando dispone de más tiempo libre, suele fijarse en las dos cosas, incluso se detiene a leer los comentarios. Por eso es importante que cuides los textos, que vayan dirigidos a tu público objetivo y que te dirijas a ellos en su lenguaje. No le puedes hablar a una niña de quince años como si fuese una señora de cincuenta. Sé coherente con lo que vendes y con el público al que te diriges.
4.- Aprovecha las stories. El éxito de esta opción, la forma en la que consumimos stories, ha llevado incluso a destacadas firmas de moda a incluir esta opción en sus páginas webs. Si es cierto que en el Feed no puedes compartir diez publicaciones al día y las fotografías deben ser más cuidadas, la opción de las stories permite que compartas multitud de fotos a lo largo del día, te sirve para generar un diálogo con tus compradoras y para compartir sus recomendaciones. Si eres sumamente perfeccionista, para. Es mejor compartir a diario que esperar a tener las publicaciones perfectas y no publicar nada.
5.- Sé natural. Como lo lees. En la red social del postureo por excelencia te recomendamos que actúes con naturalidad. Si tienes una pequeña tienda de moda lowcost no quieres proyectar la imagen de Chanel. Es contraproducente y no atraerá a ningún posible cliente. Aprovecha cuando estés sola en la tienda, pruébate la ropa, comparte videos y consejos que a tus seguidores le resulten útiles. Por ejemplo, prueba a probarte a un jersey o una chaqueta y a combinarla con diferentes faldas o pantalones. Deja los complejos y la vergüenza a un lado.
6.- La excusa del «no tengo tiempo», no es una excusa. Tienes que asimilar tu tienda online o tu tienda en Instagram como si fuese una tienda física. Cuando entra una clienta por la puerta, seguro que necesitas dedicarle un tiempo, establecer una conversación con ella, pues en este caso es igual. La diferencia es que la clienta puede estar en cualquier lugar por las que tu público objetivo es mucho mayor que el de la gente que pasa cada día por la puerta de tu negocio.
7.- Si aún no tienes tienda online, hazla. Puedes vender sin ella, ya lo decíamos antes, pero perderás la compra por impulso. Hay personas que quieren comprar sin tener que mantener una conversación. Imagina esas clientas que cuando entran en la tienda se agobian y terminan por irse si estás todo el tiempo pendiente de ellas. Pues esas también están en Instagram y lo que quieren es ver el producto, meter la numeración de la tarjeta y comprar. Pónselo fácil con una web que resulte intuitiva y segura. Ya sabemos que es una inversión, pero si le pones tiempo y cariño será como abrir una tienda en las principales calles del país. Si además te animas a hacer campañas de publicidad, venderás mientras duermes. Tu tienda online no tiene horario de cierre, está abierta 24 horas los 7 días de la semana.
8.- Nos salimos algo del tema pero está estrechamente relacionado. Cuida los plazos de entrega y la atención al cliente. Vivimos en la era de la inmediatez. Debes asegurarte de contratar una agencia de transportes que sea formal y que entregue la mercancía en un plazo no superior a las 48 horas. Esta fase, la que llaman «la última milla», es tan importante como todo lo anterior.
Con todos estos consejos solo te queda empezar y ponerlos en práctica. ¡A vender!
