25 años de trabajo y de ilusión es lo que cumple la institución educativa Fundación Victoria y para ello ha comenzado las celebraciones con una gala en el Teatro Cervantes. “Dad gracias al Señor porque es bueno” es el lema elegido para la celebración de este año. En el acto estuvieron presentes una representación de la comunidad educativa que la forma, así como el Obispo de Málaga, Monseñor Jesús Catalá, el Cardenal Fernando Sebastián y los alcaldes de Málaga y otros municipios de la provincia, entre otras muchas autoridades civiles y religiosas.
Los asistentes disfrutaron de una proyección en la que se ofrecían los testimonios de diferentes personas que fueron testigos de la fusión de los tres patronatos de enseñanza y la creación de la actual Fundación.
El primero en intervenir fue el Presidente de la Fundación Victoria, D. José A. Sánchez, que agradeció el impuso y respaldo que los distintos obispos han dado a los Colegios Diocesanos, herederos de una historia centenaria que sigue viva gracias a la labor de todos los que conforman la gran “familia” de la Fundación «Sin duda, una obra de Dios. Gracias Señor de todo corazón».
Monseñor Marco Frisina dirigió a la Orquesta Filarmónica de Málaga que, acompañada por la Coral Carmina Nova, las escolanías del Corpus Christi y del colegio Las Chapas (Marbella) y los solistas Berna Perles y David Lagares, interpretaron un avance del oratorio “Passio Christi” bajo la batuta del propio compositor italiano.
Por su parte, el cardenal Fernando Sebastián, en un diálogo con el presentador del acto, el periodista Pepelu Ramos, habló del derecho de la Iglesia a estar en el mundo de la enseñanza, «negarle ese derecho es negar a Cristo el derecho a estar presente en el mundo», afirmó.
La compañía de Miguel Pino “Peneque”, junto a más de un centenar de alumnos y una orquesta formada por padres, profesores y antiguos alumnos, interpretaron, bajo la batuta de Mons. Frisina y junto a las escolanías presentes, las piezas “Preferisco il Paradiso” y “Jesus Christ you are my life”, cantos a los que se unió todo el auditorio.
El Obispo de Málaga cerró el acto con un cariñoso recuerdo a su antecesor, el fallecido Obispo D. Antonio Dorado. Sus palabras fueron dirigidas a animar a todas las personas que forman parte de Fundación Victoria a continuar con su misión de educadores desde la luz del Evangelio y a mirar hacia el futuro con un mensaje de esperanza.
Fotografía: Lorenzo Carnero