El foro Mujer y Sociedad Málaga se reunió para retomar sus encuentros bimestrales. El almuerzo tuvo lugar en el Café de la Bolsa en el hotel Molina Lario. 80 mujeres profesionales se reunieron en torno a la mesa con el objetivo de entrar en contacto, compartir experiencias y crear sinergías. Desde su creación el foro ha ido evolucionando y pronto se pondrán en marcha otras actividades como una serie de visitas culturales y nuevas reuniones en torno a la literatura. Así lo anunció su presidenta, Ángela Callejón.
El ponente que participó en este encuentro fue el Dr. Luis Gutiérrez, psiquiatra, con la ponencia «Cómo afrontar con humor las contrariedades de la vida diaria”. Haciendo honor al título las asistentes no pudimos parar de reír durante toda su intervención. Ya que con ejemplos y casos supuestamente vividos por él en la consulta expuso con mucho humor las quejas y excusas que solemos tener para sentirnos infelices, haciendo ver que en su mayoría son circunstancias relativamente nimias que sólo responden a la insatisfacción constante de la sociedad del momento.
Según Gutiérrez, gran parte de los «problemas mentales” que tenemos en la actualidad están provocados por un exceso de bienestar e inconformismo desmedido. Siempre queremos más y nos centramos en lo que no tenemos, en lo que supuestamente nos falta, sin valorar en la mayoría de los casos lo favorable que nos rodea hasta que esto entra en riesgo. Con divertidos ejemplos en el que nos vimos reflejadas explicó cómo nos decimos que «para ser feliz necesitamos…” y cuando lo conseguimos sin embargo seguimos pensando que necesitamos algo más. Señaló que «siempre queremos más pero nada nos sacia” y que «la felicidad la concebimos como un puzzle donde siempre falta una pieza».
Frente a esto recomendó que nos marquemos pequeños objetivos conseguibles disfrutando de cada una de sus consecuciones. Cosas tan sencillas como aprender a disfrutar de una copa de vino con nuestra pareja, un café con una amiga, o una tarde en el cine con los niños. No creándonos continuamente nuevas necesidades que en realidad no lo son. Insistió en que culpamos a los demás y a las circunstancias «adversas» de nuestra infelicidad cuando la fuente de esa insatisfacción está en nosotros mismos. Siempre esperamos que el otro cambié cuando el cambio se debe producir en nosotros. Recomendó cómo ejercicio la autocrítica, ser conocedores de nuestras limitaciones y buscar ese talento que nos hace especial para fomentarlo.
Definió a la sociedad actual como una sociedad que huye del amor, del compromiso, una sociedad que se contradice buscando el individualismo y poniendo los egoísmos por delante de todo lo demás. Sin embargo afirmó que la persona sólo puede encontrar la felicidad en sociedad, en la entrega a los demás, compartiendo, buscando en su interior lo mejor que puede aportar. Para ello recomendó dejar a un lado el miedo al fracaso y el sufrimiento. Sólo tras haber sufrido y haber fracasado se crece y se alcanza la sabiduría y la empatía, » la felicidad es aprender a manejar el sufrimiento”, dijo.
Un tema tan serio y trascendental lo trató de una manera muy divertida haciendo ver a las participantes que la mayoría de «problemas” no lo son y enseñándonos a relativizarlos.
Fotografía: Lorenzo Carnero