La Fundación Lágrimas y Favores celebró su cena de gala benéfica coincidiendo con el Viernes de Dolores, como cada año. Unas 350 personas se dieron cita para arrancar la Semana Santa de una manera solidaria.
El Auditorio Edgar Neville, de la Diputación de Málaga volvió a acoger este evento en el que Antonio Banderas reúne a amigos y conocidos. En esta ocasión de los aperitivos se encargaron un grupo de chefs formado por José Carlos García, Andrea Tumbarello, Aitor Perurena, Diego del Río, Abraham Garrote y La Canasta, coordinados por Luis Salinero de ‘El Txoco’ con la colaboración del equipo de cocina de Alejandra Catering. El primer plato corrió a cargo de Pedro Dario, el pescado estuvo elaborado por José Álvarez y la carne por Paco Roncero. Del equipo de sala se encargó Limonar 40.
El toque dulce lo puso el postre de Jacob Torreblanca. Poder degustar unos platos tan exquisitos y la satisfacción de colaborar con la Fundación Lágrimas y Favores tenía un precio por persona de 250 euros.
Antonio Banderas estuvo acompañado de su novia Nicole Kimpel y por supuesto de su hermano Javier, al que agradeció su apoyo por estar siempre a su lado de manera silenciosa.
Destacó el potencial cultural de Málaga, una ciudad llena de oportunidades, y por supuesto se refirió a la que era una de las noticias del día, el concurso para el nuevo edificio del Astoria que ha ganado el arquitecto José Seguí respaldado por él. Banderas volvió a repetir algo a lo que se ha referido en varias ocasiones desde que diese a conocer el infarto que sufrió y es que quiere pasar más tiempo en su tierra.
En el transcurso de la gala, que estuvo conducida por Elsa Anka, se entregaron cheques de entre 10 mil y 80 mil euros a las entidades con las que colabora la Fundación Lágrimas y Favores, como Fundación Corinto, Cudeca y Cáritas Parroquial. La cena contó como colofón con la actuación de Jose Manuel Soto.
El Domingo de Ramos Antonio Banderas volverá a acompañar por las calles de Málaga a su Virgen de Lágrimas y Favores y un año más vivirá con fervor en su tierra la Semana de Pasión.
Fotografía: Lorenzo Carnero