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Los 10 pasos del ritual de belleza coreano

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Los 10 pasos del ritual de belleza coreano

Desde hace un tiempo la industria de la belleza viene experimentando un boom alrededor de la belleza y la cosmética coreana. Los productos de cuidado personal coreanos inundan las estanterías de perfumerías con sus originales diseños y sus curiosos formatos.

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Y es que, dentro del estilo de vida de las coreanas, el cuidado de la piel es un pilar fundamental al cual dedican mucho tiempo y mucho esmero. Es cierto que la genética favorece a las pieles orientales, pero no hay duda que para mantener esas pieles pálidas, tersas, jugosas y con un aspecto saludable, las coreanas han tenido que crear un minucioso ritual que hoy en día hemos empezado a adoptar las europeas.

Charlotte Cho, gurú de belleza coreana y creadora de sokoglam, se ha encargado con su libro «Secretos de belleza coreanos” de trasladar a todos los hogares los famosos «10 pasos de belleza coranos”

 

La doble limpieza

Su ritual de belleza empieza como es habitual con la limpieza. A este paso le dan la mayor importancia y con razón ya que «sin limpieza, no hay belleza”. Limpiar nuestra piel profundamente además de liberarla de suciedad e impurezas, ayudará a que los activos de nuestros cuidados posteriores penetren mejor en nuestra piel.

La doble limpieza, así es como se denomina, se basa en limpiar primeramente la piel con aceite y posteriormente, con un limpiador de base acuosa que aclaremos con agua. El aceite emulsiona el maquillaje y las impurezas oleosas como el exceso de sebo, y el gel limpiador de base acuosa retirará todos los restos de aceite y de suciedad mediante el proceso de aclarado. Esta doble limpieza es apta para todo tipo de pieles incluidas las pieles grasas. Pensad que el aceite no permanece en la piel.

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El exfoliante

El tercer paso no es un cuidado diario ya que se trata de la exfoliación. Esta se recomienda una o dos veces máximo a la semana en función de nuestro tipo de piel. El exfoliante que utilicemos puede ser mecánico (con gránulos), enzimático o químico (AHA’S).

 

El tónico

En el cuarto paso pasaríamos al tónico. El tónico aplicado con un disco de algodón equilibra el ph de la piel, restaura el manto hidrolipídico y termina de retirar algún resto de suciedad que haya podido quedar tras la limpieza.

La mascarilla

Otro cuidado semanal que encontramos a continuación es la mascarilla. Las mascarillas debemos usarlas una o dos veces en semana y en función de su objetivo, pueden ser limpiadoras, nutritivas, hidratantes… Aportan un «extra” a la piel que con nuestros cuidados diarios no podríamos agregar.

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La esencia

El sexto paso es la esencia. Un concepto muy oriental y que aún cuesta encontrar en occidente. Se trata de un producto tipo loción que tiene como función hidratar la piel a corto plazo, y exfoliarla a medida que el uso se va prolongando. Además, «duplican la efectividad del producto que aplicamos a continuación, preparan la piel para los siguientes pasos y hace que se potencien sus beneficios” según explican desde miin-cosmetics.

El serum

A continuación, vendría el sérum o suero. El sérum se utiliza para tratar nuestras necesidades cutáneas más específicas (manchas, granitos, rojeces, sensibilidad, arrugas…) y reúne una concentración de activos muy alta en una textura muy ligera y acuosa.

El contorno de ojos

El contorno de ojos, tal y como su nombre lo indica no es más que un producto específico para el área de alrededor de los ojos. Al tratarse de una piel mucho más fina y sensible, se recomienda utilizar un producto adecuado para esta zona y combatir sus afecciones como ojeras, bolsas o patas de gallo.

 

La crema hidratante

¡Y por fin encontramos la tradicional crema hidratante! Esta, valga la redundancia, es y debe ser ante todo hidratante. Su función principal es la de crear una barrera oclusiva que retenga el agua en nuestra piel y prevenga la deshidratación. Todos los extras nutritivos y restauradores que contenga la crema son añadidos que vienen bien a nuestra piel, pero si hemos llevado a cabo todos los pasos anteriores, no son necesarios y nos bastaría con una sencilla pero efectiva crema hidratante.

La protección solar

Y por último y no menos importante, encontramos la protección solar.  La protección solar es la clave para prevenir el fotoenvejecimiento encargado de la aparición de manchas y arrugas. El sol estropea mucho la piel al margen del atractivo del bronceado. Por ello, no olvides protegerte del sol los 365 días del año.

img_8822-001 Maria Delgado-Schwarmann Jiménez

Beauty coach y fundadora de La Réunion d’Amies

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