Las nuevas terapias inmunológicas y la medicina de precisión están incrementando la supervivencia del cáncer de pulmón. Y precisamente sobre estas dos vías se ha tratado en las jornadas que se han celebrado en HC Marbella International Hospital con el título: Nuevos Tratamientos en Cáncer de Pulmón y Oncología Personalizada.
Al equipo liderado por el prestigioso oncólogo Hernán Cortés- Funes se sumaban en esta ocasión el Dr. Santiago Ponce Aix, Jefe de la Unidad de Cáncer de Pulmón del Servicio de Oncología Médica del Hospital universitario 12 de Octubre de Madrid y el Dr. Manuel Cobo Dols, responsable de la Unidad de Cáncer de Pulmón del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga.
En el Seminario se trataron los avances contra esta enfermedad desde todas las perspectivas clínicas, sin duda tomaron relevancia la inmunoterapia, la terapia que estimula el sistema inmunológico del paciente para que luche contra unas células tumorales que han conseguido enmascararse y crear mecanismos de resistencia, y la medicina de precisión, que puede ser más efectiva y menos tóxica que los tratamientos tradicionales para el cáncer de pulmón, pues utiliza medicamentos dirigidos con específicamente a las mutaciones de ADN que hacen que el tumor crezca.
La Inmunoterapia
En la reunión científica se puso de manifiesto que la inmunoterapia y sus diferentes combinaciones (con terapias dirigidas, con quimioterapia o entre diferentes fármacos inmunoterápicos) están controlando la enfermedad a largo plazo, sin que haya recaídas, en tumores avanzados o metastásicos de melanoma, pulmón o vejiga. Pero ya se está probando en otros muchos tumores, como el renal, de cabeza y cuello o de mama, y el potencial para encontrar un arma que no solo cronifique, sino que cure la enfermedad está ahí.
En relación al cáncer de pulmón, hace pocos meses el Ministerio de Sanidad aprobó la inclusión en la prestación farmacéutica del Sistema Nacional de Salud (SNS) de Pembrolizumab (Keytruda®), una terapia inmunológica que ha demostrado su eficacia en el tratamiento de primera línea en pacientes con cáncer de pulmón no microcítico metastásico (CPNC), un subgrupo que representa aproximadamente el 30% de todos los casos. Con este fármaco no sólo responden más pacientes, sino que además tiene un efecto más duradero en el tiempo (porque la inmunología tiene memoria), por tanto, viven más y además, lo hacen con mayor calidad de vida”, explica el Dr Manuel Cobo, responsable de la Unidad de Cáncer de Pulmón del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga.
“El problema está en que no sabemos qué pacientes van a responder a este tipo de tratamientos”, declara el Dr.Cobo. “Probablemente nos estamos equivocando, los oncólogos siempre estamos pensando en el tumor y quizá es el momento de pensar en el sistema inmunológico del paciente para ver cuál va a responder mejor”.
“Otros retos son aumentar la eficacia y vencer las resistencias”, añade el Dr Cobo. La inmunoterapia beneficia ahora a un 15 a 30% de pacientes, según el tumor y tipo de fármaco. Hay que intentar elevar ese porcentaje al menos hasta el 50% y esto se consigue combinando inmunoterapias con terapias dirigidas o quimioterapia”.
Medicina de precisión
La medicina de precisión tuvo también su protagonismo en la reunión científica. Tradicionalmente, el cáncer se clasificaba en función de su localización anatómica y se establecía el tratamiento en base al órgano afectado: pulmón, mama, colon, piel, sangre, etc. Sin embargo, “sabemos desde hace un tiempo que es más preciso diferenciar cada tipo de cáncer en función del tipo de alteraciones en el ADN que dan lugar al desarrollo de cada tumor”, explicaba el Dr Ponce. Según se comprenden dichas alteraciones, los tratamientos tradicionales con quimioterápicos van quedando cada vez más obsoletos y son reemplazados por terapias específicamente dirigidas a estos cambios el ADN responsable del desarrollo de las células cancerosas.
“Identificar las mutaciones en estos genes puede proporcionar información sobre qué tipo de tumor tiene cada persona y por tanto esto es clave para un diagnóstico y tratamiento más preciso y personalizado”, prosigue el Dr Ponce.
En este sentido, en la reunión se analizaron en concreto los últimos avances en el tratamiento de los cánceres de pulmón no microcíticos con mutación en un gen llamado ALK. Este tipo de cáncer supone alrededor de un 5% de los cánceres no microciticos. Esta mutación se observa con más frecuencia en las personas que no fuman (o que fuman poco) La mutación en el gen ALK produce una proteína anormal ALK que causa que las células crezcan y se propaguen. Hasta ahora, crizotinib (Xalkori®) era el único inhibidor de ALK aprobado como terapia de primera línea para pacientes con este tipo de cáncer. Aunque este medicamento puede ser altamente eficaz, los pacientes suelen dejar de responder al fármaco después de casi un año de tratamiento.
En 2014, la FDA otorgó la aprobación acelerada para ceritinib (Zykadia®) como tratamiento de segunda línea para pacientes con NSCLC metastático con ALK cuyo cáncer ha empeorado a pesar de tratamiento previo con crizotinib. Otros dos inhibidores de ALK de “próxima generación”, alectinib (Alecensa®) y brigatinib (AlunbrigTM), recibieron más tarde la aprobación de la FDA como tratamientos de segunda línea.
Además de ser eficaces en la mayoría de los pacientes que son resistentes a crizotinib, estos inhibidores de próxima generación son también mejores que el anterior al cruzar la barrera hematoencefálica, lo que significa que pueden ser más eficaces contra tumores pulmonares con metástasis en el cerebro.
La aprobación más reciente de ceritinib para pacientes con cáncer metastático de pulmón no microcítico que no ha sido tratado y que tiene una mutación en el gen ALK «refleja el inicio de un nuevo campo de batalla conforme los fármacos de próxima generación se mueven hacia una primera línea», dijo el doctor Ponce. “La lógica es probablemente que no tengamos que esperar a que alguien presente resistencia o avance en el cerebro. Ahora estamos tratando de usar estos inhibidores de ALK de próxima generación al iniciar».
A pesar de los desafíos que aún tienen por delante, los oncólogos que han participado en este encuentro en Hospital HC Marbella creen firmemente que estamos en la cúspide de la era más brillante en investigación y tratamiento del cáncer de pulmón.
Hoy en día, tenemos más razones que nunca para tener esperanza, si bien también nos enfrentamos a grandes retos todavía sin resolver.
Fotografía: Pilar López