El doctor Paco Miralles es médico internista y jefe de servicio en un reconocido hospital de la Costa del Sol, pero, más allá de su título de la Universidad de Navarra y su reputada trayectoria, es un profesional que vive su vocación con compromiso e integridad. Cuando inicié esta entrevista, pensaba que su testimonio me revelaría los entresijos de una especialidad tan apasionante como compleja, quizás con un toque de ese escepticismo clínico que nos recuerda al Dr. House. Sin embargo, Paco nos ofrece una perspectiva mucho más humana y profunda, alejada del personaje iracundo y cínico que muchos conocemos de la televisión.
Para Miralles, la medicina va más allá de tratar síntomas. Entiende que la enfermedad es, muchas veces, la manifestación de un conflicto más profundo en el paciente. Aunque su enfoque es científico, su experiencia le ha enseñado que el origen de muchas dolencias radica en el estado emocional de la persona, una idea que la comunidad médica empieza a aceptar, aunque no hace tanto tiempo era rechazada de plano. “La soledad mata”, afirma, y detrás de un simple dolor de cabeza puede esconderse una carga emocional no resuelta. Pero enfrentarse a uno mismo no siempre es fácil. A veces es más sencillo recurrir a la medicación que asumir la responsabilidad del propio bienestar.
Más allá del ejercicio clínico, Paco también es formador y padre de cuatro hijos. Su segunda hija, Paula, sigue sus pasos en la medicina, lo que le permite mantener un vínculo cercano con el ámbito académico y los actuales planes de estudio. En esta charla reflexiona sobre la necesidad de cambiar la manera en que seleccionamos a los futuros médicos: ¿es acertado que el valor de un profesional dependa únicamente de la nota de corte?
La inteligencia artificial ya no es el futuro, sino el presente, y está revolucionando el sector sanitario. Lejos de deshumanizar la medicina, Paco plantea la posibilidad de que su implementación pueda, en realidad, permitir un trato más cercano entre médicos y pacientes. Solo el tiempo lo dirá.
Desde una de las terrazas del hotel Higuerón, en un ambiente de conversación sosegada y sincera, hablamos también del derecho del paciente a conocer la verdad sobre su enfermedad y a decidir cómo quiere marcharse. Esta entrevista, más que respuestas definitivas, abre preguntas fundamentales. Te invito a leerla con mente abierta y a extraer tus propias conclusiones.