Los ovarios poliquísticos y la endometriosis son dos enfermedades ginecológicas muy comunes entre la población femenina. Ninguna de las dos reviste peligro, pero pueden ser causa de preocupación entre aquellas mujeres en edad fértil que desean ser madres. Pero, ¿hay motivo para alarmarse?, ¿hasta qué punto existe un riesgo de infertilidad?
Endometriosis y embarazo
El endometrio es la mucosa que recubre internamente al útero. Cuando este tejido crece y se expande fuera de su lugar habitual, como puede ser en los ovarios, las trompas de falopio e incluso el tracto intestinal, da lugar a una enfermedad denominada endometriosis y puede representar un problema de cara al embarazo.
Los síntomas de la endometriosis dependen de cada paciente, pero suelen ser, entre otros, dolor en el abdomen o zona lumbar de leve a agudo, sangrado abundante en las menstruaciones o trastornos intestinales diversos. En algunos casos, sin embargo, no produce síntomas concretos y la mujer descubre que padece la enfermedad cuando intenta quedarse embarazada y no puede.
La causa de la endometriosis es desconocida, aunque algunas investigaciones apuntan a un factor genético. El diagnóstico se realiza a través de ecografía o laparoscopia y el tratamiento puede variar en función del grado de la enfermedad y del lugar donde se haya localizado el tejido. En gran número de casos la terapia es farmacológica, pero dependiendo del avance de la enfermedad podría ser necesaria la cirugía.
Pero, ¿es factible el embarazo con un diagnóstico de endometriosis? La respuesta es un sí, pero dependerá del grado en que se encuentre la enfermedad. La endometriosis puede clasificarse en cuatro estadios: estadio I o mínima, estadio II o leve, estadio III o moderada y estadio IV o severa. Cuando la enfermedad en encuentra en las primeras fases, las posibles adherencias en los ovarios todavía son laxas, por lo que se sería factible desarrollar un embarazo con el tratamiento adecuado. En fases más avanzadas, en las que el tejido endométrico es ya más profundo, ocupa gran parte del ovario y se ha expandido incluso al abdomen, la posibilidad de embarazo es mucho más difícil.
La endometriosis está muy relacionada con la infertilidad. Se calcula que el 30% de mujeres que padece esta enfermedad tendrá serias dificultades para alcanzar un embarazo.
Ovarios poliquísticos
El ovario poliquístico es una afección generalmente benigna y asintomática en la que los ovarios aumentan de tamaño. Es importante no confundir el ovario poliquístico con el síndrome del ovario poliquístico (SOP), que es un trastorno hormonal que sí presenta sintomatología, como reglas irregulares o presencia de vello en zonas poco habituales.
Las mujeres con ovarios poliquísticos que no presenten síntomas no suelen padecer problemas de infertilidad. En caso de que se presenten reglas irregulares, la solución es sencilla. Solo será necesario introducir un tratamiento farmacológico que favorezca la ovalución y facilite el embarazo.
En el caso del síndrome del ovario poliquístico puede presentarse alguna dificultad de cara a la maternidad, sobre todo si las reglas son muy irregulares y la calidad de los óvulos es baja. Pero no es un problema irresoluble. En gran número de casos, la complicación se soluciona aplicando el tratamiento adecuado.