¿Debería hacerme un chequeo médico? Posiblemente si pasas de los 40 esa duda haya rondado alguna vez tu cabeza. Y es más que normal que te lo plantees, y más en una sociedad en la que contamos con tanta información y en la que más de una vez y dos hemos oído eso de “se ha curado porque se lo pillaron a tiempo” o “la pena es que se lo han detectado demasiado tarde”. Una u otra afirmación dan un resultado muy distinto. Porque aquí el orden de los factores si altera el producto.
A lo que íbamos. ¿Es necesario que te hagas un chequeo médico? Recorramos un poco las preocupaciones que aparecen a cada edad y verás que esta cuestión no es tan ajena al resto. No, no eres rarita por planteártelo.
La vida son etapas por las que vas pasando, hay algunas personales y otras que conforme a la edad se repiten en la vida de la mayoría de personas. Aunque siempre hay excepciones.
A los 20 te comes la vida y pasas poco a poco a formar parte del grupo de los adultos. Comienzas en tu primer trabajo, gozas de cierta libertad y te sientes en muchos casos por primera vez totalmente protagonista y arquitecto de tu vida. Divertirse y pasarlo bien se convierte en uno de los principales objetivos de esta etapa.
Con el avance de los 30 todo se convierte en bodas y embarazos en tu entorno. Si eres madre casi vuelves a hacer las cosas que hacías en la infancia pero ahora desde el otro lado; visitas al parque, paseos al atardecer, de nuevo estás al día de cuál es el dibujo animado que triunfa entre la población infantil, y te conoces de memoria el camino que te lleva al pediatra. A veces piensas que podrías hacerlo con los ojos cerrados. Incluso te apetece más que nunca asistir a una reunión familiar, cosa de la que huías a los 20, pero ahora con suerte alguna tía o prima coge en brazos un rato al niño y hasta le da el biberón.
Si no has tenido hijos no te libras de conversaciones de pañales, guarderías y potitos cuando quedas con tus amigas. En esa década, si no has hecho nunca deporte te lo empiezas a plantear. ¿Pádel, yoga, gimnasio? Sientes que cuando no haces nada es como si te fueses oxidando, una sensación que aumenta cuando te vas acercando a los 40.
Y por supuesto, con los treinta llegan las hipotecas. Algo que posiblemente, en la mayoría de los casos te acompañe el resto de tu vida. Ahora sí te consideras adulta pero también te sientes joven, te queda mucho por vivir y disfrutar.
Al llegar a los 40 generalmente empezamos a hacer un énfasis especial cuando brindamos y lo hacemos por la ‘salud’. Se enciende un piloto automático en el que somos conscientes de que según la esperanza de vida de los españoles hemos llegado al ecuador y algunas cosas en la maquinaria pueden empezar a fallar. Aunque te sigas sintiendo fenomenal, de hecho, sientes que estás en la plenitud. Vas menos al pediatra, pero ahora toca acompañar al hospital a los padres que empiezan a resentirse de la edad. Es la etapa en la que habitualmente empezamos a mirar hacia nosotras mismas y te entran ganas de cuidarte, o quizás más que ganas, empiezas a notar que se ha convertido en una necesidad. Y es que a los 20 nos cansamos de oír aquello de “cuídate a los 20 y estarás bien a los 40”, pero nos entraba por un oído y nos salía por otro. A los 40 se transforma en “cuídate a los 40 y llegarás a los 80”. Empiezas a tomarte en serio lo de las revisiones médicas y notas partes de tu cuerpo que hasta entonces no recordabas que estaban ahí.
Y surge una pregunta: ¿Debería hacerme un chequeo médico? Si eres de las que empieza a planteárselo el Dr. Luis Hidalgo Rojas, Director Médico en HC Marbella contesta a todas nuestras dudas.
¿Qué edad es aconsejable para hacerse un primer chequeo médico?
La edad para su realización depende de la patología en cuestión. Pensamos siempre en los chequeos a edades avanzadas, pero algunas de las enfermedades es necesario prevenirlas desde edades jóvenes. Así, por ejemplo, el “screening” de cáncer de cuello uterino, se recomienda para mujeres a partir de los 21 años de edad y de infecciones de transmisión sexual, como Chlamydias y gonorrea, en jóvenes sexualmente activas.
Se recomiendo mamografía de “screening” de cáncer de mama en mujeres a partir de los 40, despistaje de cáncer de pulmón y de cáncer colorrectal y de próstata a partir de los 50 años y de aneurisma de aorta abdominal con ecografía o TAC en varones fumadores a partir de los 65 años.
Para eso es importante realizar el chequeo en centros donde se disponga de la maquinaria y el personal necesario para llevarlos a cabo. En HC contamos con el personal médico cualificado y de todos los recursos técnicos necesarios, tanto en laboratorio, como endoscopios para aparato respiratorio y digestivo, y también pruebas de Radiología: disponemos de ecografía, ecocardiografía, TAC de última generación, y un PET-TAC (una técnica de imagen de la que fuimos el primer centro privado en disponer de ella en la provincia de Málaga).
¿En qué consiste un chequeo médico?
La Medicina denominada “de prevención” o “de chequeos” consiste en procedimientos exploratorios, algunos tan simples como una exploración física realizada por el médico, otros más complejos, con analíticas y otras pruebas, como estudios de imagen (radiografías, ecografías, TAC o escáner, ….) o estudios endoscópicos (es decir, utilizar un tubito fino flexible para explorar el aparato digestivo o el árbol bronquial).
La finalidad es detectar precozmente lesiones que puedan existir en los distintos órganos o alteraciones que aparecen previamente a la aparición de lesiones en los mismos, con el objetivo de tomar medidas para solucionarlas o para evitar que produzcan enfermedad en el futuro.
Es, sin duda, la faceta de la medicina en la que se ha producido un avance más espectacular en los últimos años.
Son muchas las enfermedades en las que se ha demostrado que la prevención en forma de chequeo periódico es coste/eficiente, pero esto es especialmente importante en las enfermedades cardiovasculares (las que afectan a la circulación del corazón y del cerebro, fundamentalmente) y en las enfermedades neoplásicas (en los tumores).
¿Se puede detectar cualquier patología a través de un chequeo?
Se trata de detectar y tratar los denominados factores de riesgo cardiovascular (hipertensión, hipercolesterolemia, tabaquismo,…) para prevenir la aparición o progresión de enfermedad en las arterias coronarias, que llevan la sangre al corazón, o las carótidas, que la llevan al cerebro. En el ámbito de los tumores, cambiar hábitos tóxicos que facilitan la aparición de los mismos y hacer pruebas para detectarlos en fases precoces. Esto mejora el resultado de los tratamientos y el pronóstico de los pacientes.
¿En cuánto tiempo se desarrollan las pruebas?
Depende. En el hospital High Care Marbella, tenemos diseñado un programa de chequeos, con distintos grados de exhaustividad y todos ellos personalizables a las características del interesado, a realizar en un entorno especialmente cómodo y agradable, que, desde luego no recuerda la imagen de hospital tradicional que todos tenemos en mente. La duración depende de lo exhaustivo del estudio, y puede estar disponible desde pocas horas hasta en pocos días.
¿Son distintas para un hombre y para una mujer?
Muchas son comunes, pero hay otras que se centran en las patologías que afectan a los órganos genitales que sí son distintas y especializadas según el sexo de la persona: pero básicamente, a partir de los 40 años, una visita anual al ginecólogo( para ellas) o urólogo( para ellos), son de rigor.
¿Debemos esperar a tener algún síntoma de algo para hacernos el primer chequeo?
Como decía al principio, a cualquier edad es bueno hacerse determinadas pruebas y poder así detectar a tiempo la presencia de una patología, pero los especialistas médicos recomendamos realizarse un chequeo a partir de los 40 años de edad con una periodicidad anual. El chequeo médico personalizado va dirigido a personas asintomáticas, que desean conocer su estado de salud con alta precisión e identificar los factores de riesgo a los que está expuesto. Y por supuesto a aquellas personas que presentan algún tipo de síntoma con el objetivo de evaluar la repercusión de su enfermedad sobre otros órganos y prevenir futuras patologías.
Redacción: Ana Porras
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