Cada día es más frecuente que las familias descubran que a una hija o un hijo le atraigan las personas de su mismo sexo. Esto, como padres, puede desconcertarnos en un primer momento y llevarnos a la confusión, a no saber cómo reaccionar tras las primeras señales de que es cierto, incluso nos puede hacer sentir bloqueados al no saber cómo actuar.
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Todos estamos ya acostumbrados a tener en nuestro entorno a personas homosexuales, además los vemos en las revistas o en televisión y se sienten libres de mostrarse. Aún así podemos sentir ciertas dudas sobre cómo debemos afrontarlo y cómo tratarlo con nuestra hija/o.
Mantener la calma y mostrar aceptación
Lo primero que debemos hacer es mantener la calma y no dramatizar, para poder hablar con tranquilidad a solas con él o ella y que nos cuente sus sentimientos y relaciones afectivas. Debemos hacerle ver claramente nuestra aceptación incondicional y nuestro apoyo comprensivo. Conviene elegir bien el momento, que sea adecuado para hablar sin prisa, con intimidad y de manera reservada.
No debemos culpabilizarnos ni interrogarnos ansiosamente por el motivo por el que le gusten las personas de su mismo sexo, así como tampoco no nos preguntamos por qué le gusta más un color que otro, ni nos preguntamos por qué es rubia/o o morena/o.
Aunque nos haya podido sorprender que a nuestra/o hija/o le gustan las personas de su mismo sexo, sin embargo debemos evitar que note nuestra extrañeza o desconcierto pues eso le haría sentirse peor. Es más conveniente que nos sobrepongamos y actuemos teniendo en cuenta que por encima de todo es nuestra/o hija/o y deseamos que sea feliz en cualquier circunstancia.
Previamente será conveniente hablar con su otro progenitor, ya sea nuestra pareja o no, así como haber hablado antes por separado con sus hermanas o hermanos, si los hubiera, para completar la información y favorecer una postura común de aceptación y respeto por parte de toda la familia.
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Es muy posible que cuando hablemos con nuestra/o hija/o ya haya podido sufrir comentarios nocivos por parte de otras chicas y chicos de su centro escolar o incluso de su grupo de amistades, por lo que tenemos que hacerle ver que estaremos siempre a su lado apoyándole sean cuales sean sus sentimientos y orientación sexual.
Dudas y desconcierto de nuestra/o hija/o
Incluso es probable que nuestra/o hija/o sienta desconcierto puesto que un día ella/él misma/o se sorprendió cuando empezó a sentir atracción por otra persona de su mismo sexo, tras quizás incluso haber tenido también antes alguna atracción por alguna persona de sexo contrario, por lo que se siente confusa/o y llena/o de dudas sufriendo ante este cambio de sentimientos.
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Antes de nada conviene hacerle ver que es normal que se sienta esa inseguridad y confusión ante este cambio de su afectividad, que lo más importante es que sea sincera/o con sus propios sentimientos actuales y que los acepte y respete como propios de manera natural sin cuestionarse por qué siente ahora interés por personas de su mismo sexo.
Después debemos seguir abiertos a que nos comunique en libertad sus relaciones mostrándole respeto y discreción, animándole a que traiga a casa a su nueva pareja o sus amistades cuando desee, con naturalidad, para mostrarle así que le aceptamos totalmente y que mostramos interés por conocer a esa persona con la que es feliz, que queremos relacionarnos con quienes son importantes en su vida emocional.
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Será feliz si se siente aceptada/o sin condiciones
También es conveniente que le hagamos ver que lo importante es que sea feliz y tenga relaciones positivas así como que cada vez es más habitual que la sociedad vea de manera natural las relaciones afectivas entre personas del mismo sexo, sean homosexuales o bisexuales. Que no debe preocuparse por eso por que las personas que tengan que estar en su vida y que le quieran van a estar por encima de su preferencia sexual.
Es muy recomendable afrontar las primeras conversaciones sobre su atracción con mucha delicadeza, respeto y poco a poco, suavemente, podemos animarle a que nos cuente sólo lo que desee, sin forzarle, manteniendo una actitud tranquila además de empática. Pero que tenga muy claro que estamos ahí, apoyándole en todo.
Cuando vea que estamos al corriente y que lo aceptamos con total naturalidad se sentirá muy aliviada/o y tendrá mayor confianza en sí misma/o, animándose a seguir hablando con nosotros tras ver que nuestra reacción ha sido comprensiva y de completa aceptación, por lo que se tranquilizará y nos sentirá más cercanos aumentando su confianza y mejorando su comunicación en la familia.
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