No te vamos a contar nada que no sepas. Hoy en día se va aplazando más el momento de tener hijos. Ya sea por el trabajo, por el hecho de no encontrar a la pareja idónea o porque la situación económica no acompaña. La realidad es que el reloj biológico tiene contanda sus horas y cuando nos queremos dar cuenta quedan pocos segundos para tomar una decisión que afectará al resto de nuestra vida.
Alfonso y Luisa son pareja desde hace siete años. Desde el principio de su relación manifestaron que no querían tener hijos. Ellos lo tenían claro. No contemplan desarrollar su faceta como padres. Se han marcado otras prioridades y no necesitan tener descendencia para ver colmadas sus vidas de plenitud. Son felices así y no hay nada mejor en la vida que tener las cosas claras.
]
También lo tienen muy claro Beatriz y Pedro. Ellos sí quieren ser padres y desde que se casaron hace cinco años llevan imaginando ese mágico momento de acunar entre sus brazos a su hij@. Hasta tienen varios nombres pensados. Pero después de varias inseminaciones y fallar la fecundación ‘in vitro’, han perdido la ilusión. Apostaron por este método a pesar de que les resultaba algo artificial y frío y ya están pensando en tirar la toalla. También se plantearon la adopción pero después de pensarlo mucho, lo han descartado.
Un amigo les habló de la gestación subrogada. Y de repente una luz se volvió a encender en su camino.
En España, la Ley 14/2006, de 26 de mayo sobre técnicas de reproducción humana asistida determina la prohibición de la gestación subrogada algo que choca con el hecho de que la Instrucción de 5 de octubre de 2010 de la Dirección General de los Registros y el Notariado sí permite la inscripción en el Registro Civil de niños frutos de esta técnica.
Así lo refleja en su web la Asociación por la Gestación Subrogada en España, de manera que deja sin contenido efectivo la prohibición de la gestación subrogada siempre que el procedimiento se haya llevado a cabo en un país en el que dicha técnica esté regulada, que uno de los padres sea español y que exista una resolución judicial que garantice, entre otros aspectos, los derechos de la mujer gestante.
El debate está abierto desde hace tiempo pero nadie se atreve a legislar esta situación.
El pasado 27 de junio Ciudadanos registró en el Congreso de los Diputados una proposición de ley para regular la gestación subrogada con el objetivo de legalizarla como una práctica «altruista». El texto contempla que la edad mínima para las madres gestantes sea de 25 años o que los adoptantes tengan que ser españoles o residentes en el país.
Hasta ese momento ningún grupo parlamentario había presentado en la actual legislatura iniciativas tendentes a regular la gestación subrogada en España sino propuestas para que estos padres disfruten de permisos parentales, bordeando así un debate para el que los diputados tienden a remitir a los partidos, a quienes se encomienda el dictado de una postura que en la mayoría de las formaciones no está resuelta.
]
De momento, el PSOE es el único de los principales partidos que se ha mostrado contrario a los denominados ‘vientres de alquiler’, mientras que en Podemos el debate sigue abierto aunque han adelantado que votarán en contra de la propuesta del partido de Rivera. El PP no ha hecho de momento ningún pronunciamiento oficial sobre la maternidad subrogada.
El que sí se ha pronunciado es el Comité de Bioética de España (CBE) a través de su ‘Informe sobre los aspectos éticos y jurídicos de la maternidad subrogada’ del pasado mes de mayo en el que analiza los aspectos éticos y jurídicos de esta práctica y en el que propone promover a nivel internacional un marco común regulatorio que prohíba la celebración de contratos de gestación «en garantía de la dignidad de la mujer y del niño». El documento añade que, aunque no es un fenómeno nuevo (ya que los primeros casos tuvieron lugar hace más de 40 años), en los últimos tiempos esta práctica se ha extendido y se ha internacionalizado.
Expertos en ética médica de la Organización Médica Colegial (OMC) también han hablado. Consideran que la gestación subrogada atenta contra la dignidad de la mujer cuando se trata de un acto mediatizado por la prestación económica y no es completamente libre, debido a que condiciona la decisión y su consentimiento, lo que «resulta inadmisible desde un punto de vista ético y deontológico». Los expertos consideran que «sólo sería acorde a la deontología médica la maternidad subrogada con carácter altruista«.
No obstante, según la deontología médica, «esta opción sólo debería ser aceptada como última alternativa terapéutica al resto de técnicas de reproducción humana asistida, prestando atención a la posibilidad de intervenir como gestante en caso de parentesco por consanguinidad en línea directa, el anonimato de las donaciones, la capacidad de decisión sobre interrupción terapéutica del embarazo, posibilidad de tiempo de reflexión para entregar al recién nacido, gastos económicos a compensar y consecuencias derivadas de la rescisión de un contrato de gestación».
Esta división es reflejo de lo que ocurre en la sociedad civil, pues las posturas están polarizadas.
]
Por un lado, Asociaciones feministas y ‘provida’ han mostrado su satisfacción por que el Comité de Bioética de España (CBE) proponga promover a nivel internacional un marco común regulatorio que prohíba la celebración de contratos de gestación «en garantía de la dignidad de la mujer y del niño».
Los sectores conservadores de la sociedad civil organizada están con el planteamiento mayoritario del feminismo y rechazan la gestación subrogada por considerar que es una «nueva forma de explotación de la mujer y del tráfico de personas”.
Por otra parte, están las organizaciones LGTBI. Si bien la mayoritaria FELGTB no tiene una postura oficial al respecto son muchas las voces influyentes en este sector que defienden la gestación subrogada.
Y se llegan a dar situaciones tan sorprendentes como es el caso de la nueva sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo en la que, por segunda vez desde que unificase doctrina el pasado mes de octubre, da la razón a una persona que ha tenido hijos en el extranjero mediante la técnica prohibida en España de gestación subrogada y le reconoce el derecho a una prestación por maternidad.
En países como Estados Unidos, Rusia, Ucrania, Grecia, Georgia, Reino Unido, Portugal y Canadá la gestación subrogada es legal y además permitida para extranjeros.
Mientras tanto, Beatriz y Pedro ya tiene sacados sus billetes de avión para viajar a Estados Unidos. Allí conocerán a su madre gestante. Amigos y familiares les han ayudado a reunir con gran esfuerzo el dinero que les dará la posibilidad de ser padres de su propio hij@. Forman parte ya de las entre 500 y 1.500 parejas españolas que al año suscriben contratos de subrogación de útero en algunos países extranjeros.
|
