Hasta hace no muchos años para los padres era normalmente fácil conocer y controlar el entorno social de los hijos. La llegada de las nuevas tecnologías y el acceso ilimitado de niños y adolescentes a las redes sociales hace que esta tarea sea mucho más compleja. Para muchos padres inspeccionar el móvil, la tablet o el ordenador de los hijos les supone un conflicto por no querer invadir su intimidad. Una intimidad que en la mayoría de los casos sus hijos no se cuidan tanto en guardar y exponen sin reparos en la red. Sin deseo de ser alarmistas, pero si precavidos, el mundo tras la pantalla encierra más peligros de los que podemos imaginar. Confiar en nuestros hijos y sus acciones es importante, y más si dan muestra de ser responsables, pero aún así confiar en ellos no significa que confiemos en quién puede haber detrás de los contactos que tienen en Instagram o Youtube.
En una entrevista al conocido juez de menores de Granada Emilio Calatayud publicada el 22 de agosto de 2016 en el diario «El Mundo” se mostraba partidario de controlar el mundo virtual de hijas e hijos menores de edad en las nuevas tecnologías, lo cual ha producido una cierta polémica entre personas a favor o en contra de ésta supervisión familiar.
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Nos recordaba el popular juez la responsabilidad de la tutela legal parental así como de la protección de menores velando por su seguridad e igualmente recordaba el artículo 155 del Código Civil que obliga, mientras los hijos están bajo la patria potestad paterna, a obedecer a sus padres, respetarles siempre y contribuir según sus posibilidades al mantenimiento de la familia.
También desde el ámbito policial se han mostrado públicamente a favor del control familiar. Continuamente a través de sesiones formativas en centros de enseñanza destacan la necesidad de la prevención parental mediante la vigilancia. Aconsejan que se debe anteponer la seguridad a la presunta intimidad del mundo virtual ya que en muchísimas ocasiones mensajes, imágenes fijas y grabaciones se difunden inmediatamente de manera irreversible y pública con gran vulnerabilidad ante posibles consecuencias negativas posteriores por parte de terceras personas.
Conductas delictivas de menores con las nuevas tecnologías
Los frecuentes casos de acoso entre menores o por parte de adultos en internet, difusión de imágenes íntimas eróticas o sexuales, grabaciones a través de las webcam, suplantación de personalidades infantiles por adultos, etc… terminan causando efectos devastadores psicológicos y hasta afectivo-sexuales en menores de ambos sexos.
En el caso de conductas de acoso y difusión de imágenes eróticas o sexuales de amistades por parte de menores estos generalmente ignoran sus consecuencias penales, lo cual también deben tenerlo muy en cuenta tanto menores como especialmente sus progenitores o responsables legales
La infancia y adolescencia son etapas especialmente vulnerables en general, por lo tanto también, e incluso más, a los riesgos del mal uso de las nuevas tecnologías por los menores o por aquellas personas con las que interactúan sean conocidas o no, ya que los efectos son inmediatos, más allá de los límites del espacio o tiempo, permanentes, multidifundidas, y muchas veces amparados en el anonimato.
Los nativos digitales y sus familias
En muchas familias los adultos tienen menos conocimiento y usan menos las nuevas tecnologías que sus hijos menores ya que estos son nativos digitales, ya que han nacido en un entorno digitalizado donde internet y otras tecnologías de la información son una realidad desde antes de su nacimiento
Hoy día es más complejo que hace dos o tres décadas educar bien y actuar como padres, ya que el mundo cada vez evoluciona de manera más rápida y global. Antes el ámbito más privado de los menores y adolescentes tan sólo lo podíamos encontrar en su diario, en el caso de tenerlo.
Es muy conveniente conocer de manera directa presencial el uso real que hacen tanto de internet en general como especialmente de las redes sociales que se han convertido en un espacio público muy amplio, más allá de fronteras físicas y temporales. La edad mínima de uso de redes sociales se fijó en los 13 años y para la aplicación whatsapp a los 16, sin embargo habitualmente no se respeta, teniendo acceso a los móviles a edades cada vez más tempranas, incluso desde los 8 años al recibir inadecuadamente como regalo de cumpleaños o de comunión su primer teléfono móvil.
Pero igualmente hay que vigilar el uso de ordenadores fijos y sobre todo los portátiles por la facilidad de uso en cualquier lugar y de conexión a wifi gratuito en redes de lugares públicos.
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Recomendaciones para un buen uso por los menores
En éste sentido desde 2003, el especialista en seguridad de menores en internet Jorge Flores Fernández, inspirado por el ya famoso «decálogo para formar un delincuente” del juez Emilio Calatayud, ha elaborado otro igualmente irónico sobre cómo conseguir los mayores efectos negativos en los hijos a través del mal uso de las nuevas tecnologías de manera indiscriminada, gratuita e indebida.
Dándole la vuelta a sus «perversas recomendaciones” aconseja:
- Que el menor no tenga un móvil u ordenador propio exclusivo.
- Que cuando los use sea con presencia paternal.
- Extremar el control en caso de uso de cámara web.
- Dosificar y equilibrar su uso para que no abandone otras actividades propias de su edad y sus relaciones sociales no virtuales, así como desarrollar distracciones y actividades en familia.
- Estar alerta ante cambios de humor y comportamiento derivados del uso de internet y nuevas tecnologías.
- Responsabilizarle del buen uso y mantenimiento.
- Inculcarles valores éticos de respeto a las normas legales así como morales.
- Educarles para que se responsabilicen de las consecuencias de sus actos, entre las principales normas a practicar diariamente.
En España como facilitadores de la labor preventiva y educativa en el buen uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación podemos consultar la página de internet de la Fundación Alia2 , así como otra página muy interesante, Pantallas Amigas, que desde el año 2004 continuamente difunde recomendaciones y estudios especializados. Además organizan actividades presenciales para un buen asesoramiento personalizado en el complejo pero cotidiano y cada vez más amplio tema del uso de las nuevas tecnologías.
Libros de Fernando Gálligo
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