Transportes públicos abarrotados, oficinas con un gran número de empleados, recibir a clientes, espacios pequeños para muchos trabajadores… Son muchos los focos de infección en los que se puede desarrollar el coronavirus en nuestro lugar de trabajo e, incluso, antes de llegar a él. Por eso, una de las medidas de prevención y no propagación que recomiendan los organismos oficiales es el teletrabajo.
Sin embargo, lo de trabajar desde casa puede resultar para algunos algo más complicado de lo que a prori parece. Por eso, de cara a la cuarentena a la que el COVID-19 nos tiene sometidos y para que tengas herramientas que te ayuden a gestionar el teletrabajo, te dejamos a continuación algunos consejos.
1.- No al pijama
Por muy tentador que sea, trabajar en pijama es uno de los mayores errores que puedes cometer. Tampoco se trata de que te vistas con tus mejores galas, se admite ropa cómoda, pero intenta adoptar la rutina de cambiarte el pijama. Esto ayuda a nuestro celebro a que identifique que, aunque seguimos en casa, el cambio de ropa marca el inicio de la jornada laboral.
2.- Sal de tu habitación
Es importante evitar trabajar en la misma estancia en la que duermes. En primer lugar, porque después de varios días, la habitación puede acabar llena de papeles, tazas, restos de envoltorios de comida, etc.
En segundo lugar, porque así evitas que tu lugar de descanso y desconexión sea el mismo que el de trabajo. Cuando acabes tu jornada, puedes cerrar la puerta de la habitación en la que trabajes y, así, no verla hasta el día siguiente.
4.- En casa sí hay horarios
Marcarse un horario propio, si tu empresa no te ha impuesto uno, es algo fundamental si no quieres acabar trabajando de más. Comienza a una hora y acaba a otra, ambas fijadas con anterioridad, e intenta cumplir con lo establecido. Por tu bien y por el de tu empresa.
5.- Hacer descansos sí, pero para lo necesario
Parar para hacerse un café no está de más. Es humano que necesitemos oxigenarnos, aunque sea cinco minutos, después de llevar un rato con los ojos fijos en la pantalla. Sin embargo, estas paradas no deben servir para poner lavadoras, por ejemplo, o para realizar cualquier otra tarea del hogar. ¡No mezcles trabajo con quehaceres de la casa!
6.- Trata tu casa como la oficina
Aunque trabajar desde casa es ahora más normal, es importante que sepas poner límites con las personas con las que te relacionas laboralmente. Algunas pueden interpretar que estés en casa como una invitación a llamarte en cualquier momento del día porque, total, “si trabajas desde casa seguro que tienes el ordenador a mano”. Más vale prevenir.
7.- Zona prohibida
Cuando llegue el fin de semana, o el periodo de la semana que no trabajes, intenta no entrar a la habitación donde trabajas. Desvincúlate de esa estancia hasta que vuelvas a trabajar, de lo contrario, la desconexión te resultará imposible.
8.- Habla con otros
Por último, si tienes la opción de llamar a un colega del trabajo o hacer una videollamada, hazla. Somos seres sociales, y tanto tiempo sin hablar con otros nos pasará factura. Si no, al acabar tu jornada intenta hablar por teléfono con algún amigo o familiar. Esto también ayudará a diferenciar cuando estás en casa por trabajo y cuando tu jornada ha acabado.