Starlite se atrevió con una fórmula diferente; La fusión sobre el escenario de Sting & Shaggy. La unión de rock y reggae, triunfó ante un público que abarrotó el espacio y con el que se colgó por segunda vez esta temporada el sold out. Tanto Sting como Shaggy llegaban a la Cantera con ganas de presentar su álbum 44/876, (un curioso nombre compuesto por los prefijos de Inglaterra y de Jaimaica), un homenaje a la pasión que ambos artistas sienten por Jamaica.
Entre los asistentes al concierto encontramos personalidades relevantes de la política como el ex primer ministro de Francia, Manuel Valls, la pareja de Antonio Banderas, Nicole Kimpel, acompañada de su hermana, además de otras celebrities como Fernando Martínez de Irujo, J. J. Santos, Joe Pérez-Orive, coach de OT o Victoria Swarovski que no quisieron perderse este espectáculo.
“Es muy especial tocar en un lugar como esta cantera, una antigua mina abandonada que ha sido reconvertida en auditorio”, aseguraba Sting minutos antes de salir al escenario, al tiempo que confesaba su entusiasmo por tocar en Marbella. “Tenemos muchas sorpresas preparadas”, anunciaban Sting y Shaggy como preludio de su espectáculo anoche en Starlite.
Los acordes de Englishman in New York fueron los elegidos por los artistas para arrancar el concierto, para seguir a continuación con 44/ 876, un tema de su trabajo en conjunto. Y así se sucedieron diferentes temas que en seguida levantaron al público de sus asientos.
Magic, Love is the 7th wave, If you can’t find love, Message in a bottle, Don’t make me wait; o If you love someone, set them free, fueron algunas de las canciones que interpretaron.
Se vivieron momentos únicos que quedarán para siempre en el recuerdo de los asistentes como cuando desplegando todo su potencial sonó Angel, Dreaming in the USA, o Crooked Tree.
Para la recta final del concierto, con los artistas gozando en perfecta simbiosis, se sucedieron el gran éxito de Shaggy, Boombasticy la mítica de Sting, Roxanne, además de Desert Rose, Every breath you takey Fragile, en una entrañable versión acústica.
Fotografía: Lorenzo Carnero