Sofía Maraña García es socia titular del despacho Maraña Abogados. Letrada especialista en derecho de familia y penal y en especial, en maltrato infantil. Es madre de un niño de 12 años y está divorciada.
¿Alguna vez se ha sentido discriminada por ser mujer? ¿En qué ámbito y por qué?
No me he sentido discriminada nunca por el hecho de ser mujer ni a nivel académico ni laboral. Toda vez que en mi familia de origen sólo se premiaba el plano académico me adapté para poder sobrevivir. Soy la mayor de dos hermanos y fui una niña obediente y estudiosa. Asimismo, como mi madre trabajaba también entendí de manera natural que en el plano profesional no existen diferencias entre los hombres y las mujeres.
Sí que me he sentido discriminada en el trabajo como consecuencia de mi bondad, razón por la cual soy abogada por cuenta propia. Como en la política, los empleados responsables, sensibles y honrados rara vez consiguen destacar. La vulnerabilidad no conoce de sexos.
¿Celebra el día de la mujer trabajadora o le parece propaganda?
No celebro el día de la mujer trabajadora porque ese día sencillamente trabajo. Como mujer trabajadora que soy, como tantas mujeres, no tengo tiempo de celebrarlo y ni siquiera sé el día que es.
No obstante, comparto que se celebre el día de la mujer trabajadora habida cuenta del sometimiento de la mujer a los hombres, durante siglos, por el hecho de ser madres.
¿Cree que España es un buen lugar para ser mujer?
España es un buen lugar para ser mujer al tratarse de un país europeo y democrático donde además, se ha hecho mucho esfuerzo por reforzar la igualdad de los hombres y las mujeres en todos los órdenes.
A nivel judicial, afortunadamente, hemos avanzado en la consideración de la violencia de los hombres hacia las mujeres, la denominada “violencia de género”, que no debe confundirse con la “violencia doméstica”: la violencia ejercida hacia cualquier miembro de la familia con quién se conviva. Soy abogada del turno de oficio del área penal, especialista también en violencia de género, siendo letrada de las víctimas en calidad de Acusación Particular. Por tanto, copartícipe de la función social que representan, entre otros, los Juzgados de Violencia de la Mujer.
Cuando un menor vive bajo un entorno familiar de violencia física o psicológica, repetirá dicho modelo de conducta en su edad adulta, bien en calidad de víctima o bien bajo el patrón de verdugo. Por ese motivo, la protección procesal que se les brinda a las mujeres en el seno de las familias no es baladí toda vez que ayuda a impedir que los hijos sean testigos del maltrato.
¿Cree que en España hay todavía machismo? ¿Dónde?
Creo que todavía existe machismo y maltrato psicológico en el seno de las familias. Doy fe de ello tanto a nivel como personal como profesional, por mi condición de letrada en el área de violencia de género.
A nivel personal, mi modelo materno viene representado por una madre extenuada, cariñosa, ciega y cenicienta que trabajaba tanto fuera como dentro del hogar, de manera exclusiva, cargando con doble trabajo. Todo ello en detrimento de la dedicación emocional y presencial que todo niño se merece. Considero que he sido testigo de excepción de una relación de dependencia emocional y profesional (mi madre es enfermera y mi padre médico) que me ha permitido comprender porqué tantas mujeres sacrifican su libertad, su dignidad y la de sus hijos.
La incorporación de la mujer al trabajo nos brinda un reconocimiento social, tan necesario, pero no debemos olvidar que nuestros hijos conforman su personalidad durante la infancia, por lo que necesitan de nuestra permanente disposición. Las mujeres tenemos que hacer auténticos malabarismos para trabajar y cuidar de nuestros hijos al 100%.
¿Cree que una mujer es «castigada» profesionalmente por tener hijos?
Sí, sin duda. Pero aún peor, me he sentido “castigada” por otras mujeres. Cuando nació mi hijo solicité la suspensión del señalamiento de varios juicios, así como de varios vencimientos procesales para presentar recursos. Sin embargo, fueron varias las Letradas de la Administración de Justicia y juezas, mujeres también, quienes de manera insolidaria me denegaron la suspensión de las Vistas y de los plazos procesales, todo ello en contra de la Ley de Enjuiciamiento Civil que lo permite (art. 188.1.4º). Curiosamente, se trata de funcionarias que tienen derecho a cuatro meses de baja por maternidad. Trabajé durante todo el embarazo. Mi hijo se esperó a nacer al día siguiente de pasar un juicio de narcotráfico.
Este es otro de los motivos por los cuales trabajo de manera independiente. Aunque trabajo casi todos los fines de semana no estoy sujeta a horarios.
¿Cree que si hubiera sido hombre hubiera despuntado más a nivel profesional?
No lo creo. Considero que hubiera despuntado más a nivel profesional de haber tenido mayor ambición y, sobre todo, más amor propio. Fue a raíz de mi divorcio, al ser independiente, cuando me volví más ambiciosa.
No obstante, de no haber sido madre hubiera vivido fuera de nuestro país y en un trabajo con proyección internacional dedicado a la infancia. De todas formas, considero que en España la protección de los menores es un gran campo por explorar y legislar. Debería ampliarse el Ministerio de Igualdad y añadir un Ministerio de la Infancia, por eso de no crear otro Ministerio.
¿Le parece que todavía necesitamos más legislación las mujeres o, por el contrario, cree que ya es suficiente con lo que tenemos?
España es un país muy avanzado, pero aún queda mucho por hacer. Necesitamos más ayudas sociales cuando somos madres, tal y como ocurre en nuestros países vecinos. En Alemania las mujeres gozan de baja maternal durante un año, pero en España se ha aumentado la baja por paternidad de los hombres sin aumentar la maternal. Aunque soy una gran defensora de la custodia compartida, considero que, por una cuestión biológica, toda vez que la OMS recomienda la lactancia durante los dos primeros años del bebé, deberían haber aumentado también la baja maternal más tiempo. Y esto lo digo de manera solidaria, toda vez que a mi no me afecta puesto que trabajo por mi cuenta y estoy sujeta a las ayudas de la Mutualidad de la Abogacía.
También considero que, en los supuestos de violencia de género, incluyendo la violencia económica por el impago de las pensiones de alimentos, a nivel práctico no todas las víctimas reciben de manera efectiva y rápida ayudas sociales, tales como, una vivienda, trabajo, subsidios …