El auditorio de Starlite recibía en su penúltima noche de esta edición a las cantantes Rosalía y Rozalén. En el palco presidencial junto a Sandra García-Sanjuán, Presidenta y Fundadora de Starlite se encontraba Melendi, que cerrará esta edición de Starlite y que arrancará su gira en el auditorio.
Rosalía, nominada a mejor nueva artista de los Grammy Latino de 2017, es ya un fenómeno con nombre propio. Su flamenco mezclado con ritmos urbanos, conquistó a todos los asistentes.
Apostó por su éxito Malamente para arrancar su espectáculo de anoche, en el que presentó temas de su próximo disco, El mal querer –saldrá a la venta en próximas fechas-, del que adelantó en Starlite las canciones Pienso en tu mirá (Capítulo 3: los celos), y el resto de capítulos, así los define, de esta forma de vivir las relaciones. Además, y a capella, cantó su éxito “Brillo” que grabó junto a JBalvin.
Con 23 años, lleva más de media vida cantando, y así se hizo grande Rosalía en Starlite, donde se despidió de la misma forma con la que arrancó, con su éxito Malamente.
Y tras ella, llegó Rozalén con un concierto en el que incluyó sus canciones más conocidas.Acompañada en todo momento por su traductora al lenguaje de signos, salió al escenario entonando “La puerta violeta”, de la que sentenció que “es un portazo contra la violencia machista” y la ovación del público logró que una emocionada Rozalén siguiese agradeciendo el poder estar en Starlite.
Uno de los momentos más emocionantes fue el momento en que contó la historia de su familia como introducción a la canción “Justo”, una reflexión sobre la importancia de cerrar las heridas provocadas por la guerra.
Con una puesta en escena tan sincera como sencilla y directa, Rozalén se hizo con su público durante toda su actuación, y finalizó con su alegato a la esperanza y a la vida; su coreadísima “Girasoles” tras haber hecho el recorrido esencial por las canciones más sonadas de su carrera. Un auténtico regalo para sus incondicionales de una entregada Rozalén.