Era el último concierto de esta edición de Marenostrum Castle Park en Fuengirola. Un ciclo que ha traído hasta el corazón de la Costa del Sol la música y las voces de artistas como Alejandro Fernández, Santana, Vetusta Morla o en este caso y como colofón, Chambao y Ricky Martín.
Lo que parecía una apuesta arriesgada hace unos años ante la cercanía de Starlite Festival, ya consolidado, ha demostrado que hay público para todo y que más que incompatibles son dos festivales cercanos pero complementarios. Dos conceptos distintos con un denominador común; la cercanía del público con el escenario.
A Fuengirola le quedan cosas por pulir, pero durante esta edición los asistentes han ido comprobando cómo se ha ido mejorando en cada uno de los conciertos. El mayor desafío sigue estando en los accesos al recinto. Una tarea complicada teniendo en cuenta que a Ricky Martín asistieron más de 10 mil personas y no podemos olvidar que el Castillo de Fuengirola se encuentra en territorio urbano con los molestias que eso puede provocar en las vías cercanas cuando todo el mundo intenta acceder en su coche particular.
Pero habrá que poner en la balanza si compensa tener tan cerca a las estrellas musicales de ahora y de siempre a cambio de algún atasco. La amplia programación de conciertos también supone un aliciente para quien decide pasar sus vacaciones en la Costa del Sol.
El del puertorriqueño fue el último concierto en anunciarse y el que más público congregó. A sus 46 años demostró que sigue teniendo la energía de un chaval sobre el escenario e intacta su capacidad para hacer subir la temperatura de sus fans. Con sus movimientos de caderas y coreografías consiguió lo que se había propuesto al comenzar: que todo el mundo bailase a su ritmo convirtiendo el recinto en muchas de las canciones en una gran discoteca.
Hora y media de concierto donde el público se quedó con ganas de más, con ganas de muchas más. Porque uno no se cansa de mirarlo mientras se mueve en el escenario donde ofrece un auténtico espectáculo.
Arrancó con ‘María’ y fue recorriendo algunos de sus temas más melódicos hasta que decidió que había llegado el momento de bailar. Público en pie, bailando bajo las indicaciones que él les daba y cantando las letras a voz en grito se desarrolló la segunda parte del concierto en la pista y en las gradas.
‘She bangs’, ‘Living la vida loca’, ’Vente pa cá’, ‘La copa del amor’, ‘Fiebre’ o ‘La mordidita’ desataron al recinto “por arriba y por abajo”…
Ricky Martin hizo varios cambios de vestuario y se metió al público en el bolsillo repitiendo que los quería mucho y pidiendo un aplauso para ellos “que se han dejado el alma aquí”.
Con los temas más bailables de la noche y un auditorio entregado, en medio de un espectáculo de luces, humo, y purpurina, ofreció un final apoteósico: “Son un público maravilloso y me los llevo para casa”.
Uno de los momentos más emocionantes se vivió en el ecuador del mismo. Cuando interpretando ‘Tu recuerdo’, apareció LaMari sobre el escenario. Dicen que la relación entre ellos es extraordinaria y de hecho fue él el que pidió que estuviese allí.
Chambao que ya se despidió hace unos meses en Madrid actuó como telonero ante la petición de la organización.
Lamari y su banda estaban en casa, y aunque parte del público iba a escuchar y a ver a Ricky Martin, conocía y corearon cada una de sus canciones. Fue un auténtico regalo para sus seguidores.
13 temas con los que recorrieron casi dos décadas de éxitos en el mundo de la música. “Detalle”, “Lo bueno y lo malo”, “Duende del Sur”, y uno de sus temas más esperados que se ha convertido casi en un himno; “Poquito a poco”.
Y poquito a poco el público fue llenando el recinto, calentando motores para lo que estaba por venir, y disfrutando de Chambao mientras anochecía de fondo en la playa.
Con “Ahí estás tú”, cerraron, y esta vez es la definitiva, toda una etapa de uno de los grupos malagueños que mayor reconocimiento ha obtenido en el panorama musical.
Marenostrum Castle Park clausura así una nueva edición en la que ha vuelto a caracterizarse por contar con grandes artistas internaciones y nacionales en un entorno único.
Redacción: Ana Porras Fotografía: Manuel Martos