El hotel Gran Meliá Don Pepe se ha consolidado en estos últimos años como un lugar de referencia para los eventos que organizo. Su equipo, siempre orientado a la excelencia, me ofrece la confianza de que todo saldrá según lo previsto. Presentar Los días que restan en su casa era una garantía de que aquella tarde sería perfecta.
Sin embargo, lo único que no podíamos controlar era el tiempo. Desde días antes, las previsiones anunciaban lluvias para el jueves, y eso influyó en la asistencia. Sabía que para muchos sería un freno y, efectivamente, hubo ausencias. Pero los que estuvimos allí formamos el grupo que debía estar. A todos vosotros, gracias por acompañarme en este momento tan especial.
De la mano de Isabel Naranjo, periodista de Onda Cero Málaga y amiga, desgranamos las claves de la novela: el trasfondo psicológico de su personaje principal, los dilemas a los que se enfrenta y el proceso creativo que dio vida a esta historia. Fue un diálogo cercano, lleno de matices y reflexiones, que permitió a los asistentes conocer más sobre el alma de Los días que restan.
Después de la presentación, los asistentes tuvieron la oportunidad de plantear sus dudas e inquietudes, en un intercambio enriquecedor que continuó en Audrey, donde compartimos un momento distendido de conversación.
Agradezco al Gran Meliá Don Pepe por acogernos una vez más con tanto cariño, a Isabel Naranjo por su entrega y profesionalidad y a Cervezas Victoria por aportar su sabor al encuentro.
Sobre Los días que restan
Los días que restan es una novela que explora las emociones humanas en su estado más puro. A través de su protagonista, el lector se sumerge en una historia de pérdidas, segundas oportunidades y redención. Con una narrativa introspectiva y envolvente, la novela invita a la reflexión sobre el paso del tiempo, las decisiones que marcan nuestro destino y la capacidad de reconstruirse tras los momentos más difíciles.
Ya está disponible para su compra en Amazon, para todos aquellos que deseen adentrarse en esta historia de luces y sombras, de emociones intensas y silencios reveladores.
Fotografía: María Jiménez
