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Para gustos… ¡hombres!

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Para gustos… ¡hombres!

 

Me encanta observar a la gente cuando paseo por la calle. Lo reconozco. Es algo que no puedo evitar. ¿Y sabéis qué? Cada vez veo a gente más diferente; patrones de estilo más distintos que, a pesar de que resulten incomprensibles para muchos e imposible de llevar para otros, han sabido hacerse un hueco en el conjunto de la sociedad. ¿Escribir sobre patrones de estilo? ¡Buen tema! ¿Hacerlo de patrones de estilo masculinos? ¡Todo un reto! Y como me encantan los retos cuando me siento a escribir frente al ordenador, me puse manos a la obra y me lancé a la calle a descubrir si era verdad que había distintos tipos de hombres según si llevaban barba, camisas de cuadros, ajustadas camisetas de licra o pitillos imposibles. ¿El resultado? Perfiles de lo más curiosos en los que, quizás, ni siquiera habías reparado. ¡Te presento a algunos de los hombres que hoy ocupan el día a día del siglo XXI!

 

Todos sabemos que, por cuestiones culturales, desde siempre se ha valorado más la belleza de la mujer que la del hombre en sí. Y no es porque los hombres guapos y esculturales no hayan existido, sino porque, al parecer, su belleza no ha sido lo suficientemente atractiva como para llenar las innumerables páginas de reportajes firmados por ‘expertos’ y ‘gurus’, cuyas lecciones magistrales han sabido colarse a las mil maravillas en el saber popular. ¿La causa? No cabe duda de que, al final y por mucho que intentamos que no ocurra así, una imagen es lo primero que vemos y, por lo tanto, tanto el físico como el estilo por el que apostemos a la hora de vestir es una entrada de presentación. Y es que aunque los gustos son muy diversos y en cuestión de ellos todo es muy personal, sin darnos cuenta nos dejamos arrastrar por las modas del momento y, a lo largo de la historia, van creándose, de hecho, iconos a emular.

¿Cuántas veces han cambiado los patrones masculinos de estilo a lo largo de la historia? ¿Es cierto que en los últimos años estos cambian a pasos agigantados y hay cada vez más diferencias entre unos y otros? Vamos a intentar hacer un repaso de los distintos que, durante las últimas décadas, han pedido paso y han conseguido hacerse con un rinconcito en un mundo en el que la diversidad se ha convertido en una máxima que no podemos obviar.

¿Quién dijo que los tratamientos de belleza eran exclusivos del mundo femenino? Con la aparición de los metrosexuales hace unos años, esta realidad pasó a ser un mito y los hombres entraron de lleno a formar parte del mundo de las cremas, la depilación, las compras y los aires cosmopolitas. Y es que hablar del hombre metrosexual es hacerlo de una nueva forma de vida urbana que rompe con todos los estereotipos tradicionales que, de manera histórica, se han atribuido al género masculino. Definido por muchos como dandies narcisistas, el hombre metrosexual se define como un hombre sensible, con algún que otro toque femenino, educado; un hombre al que, por el contrario de lo que le ocurre al resto de los de su género, le gusta ir de compras para hacerse con las últimas tendencias del momento y acudir a los restaurantes de moda para degustar nuevos sabores. Además, su físico se convierte en epicentro de su día a día, acudiendo al gimnasio varias veces por semana y sometiéndose a todos los tratamientos de belleza posible para que el paso del tiempo no se refleje ni en su rostro ni en su cuerpo.

En el punto antagónico de los metrosexuales, lo retrosexuales. De forma gráfica podríamos definirlo a la perfección con la popular frase “El hombre es como el oso, cuando más pelo más hermoso”. Los hombres que forman parte de esta tendencia consideran que, mostrarse descuidados y con falta de interés estético, los convierte en individuos más viriles, sin llegar a ser machistas. Para ello, invierte la menor cantidad de tiempo, dinero y esfuerzo en su aspecto personal y en cuidado cualquier detalle que pudiese afectar a su imagen.

Porque en el punto medio está la virtud, los ubersexuales también tienen su espacio en el siglo XXI. Dan forma al equilibrio perfecto entre los metrosexuales y los retrosexuales. ¿No sabes si tu chico pertenece a esta tendencia? Si es seguro de sí mismo, líder por naturaleza, elegante, carismático, caballeroso y muy, muy apasionado, ¡tenlo claro! Sin lugar a dudas, ¡lo es!

 

¿Y que nos decís de los entrañables fofisanos? ¡Seguro que has oído hablar de ellos! Forman parte de una nueva tendencia nacida en Internet hace solo unos años y vienen a ejemplificar a las mil maravillas la combinación entre la simpática ‘barriguita cervecera’ y el machacarse durante horas en el gimnasio. Son la versión, ligeramente desmejorada, del hombre que fue carne de gimnasio durante años y que ha evolucionado hacia alguien a quien no le importa renunciar a un cuerpo de vértigo en pos de disfrutar de los pequeños placeres de la vida.

También tenemos los lumbersexual. ¡Seguro que con alguno te has encontrado sin saberlo! Es justo la tendencia contraria al metrosexual. Los lumbersexuales son hombres que usan camisas de cuadros, vaqueros desgastados, botas todoterreno y una barba muy –demasiado en ocasiones- poblada. Pero sobre todo, se caracterizan por alardear por doquier de su aspecto desaliñado y 100% masculino. Las revistas femeninas rápidamente le han hecho un hueco en sus páginas y lo definen como un hombre asilvestrado, muy vinculado a la figura del nuevo hippie y que exuda feromonas. ¿Hablamos del retorno del hombre duro y primitivo? Sólo el tiempo lo dirá…

 

No queremos olvidarnos del movimiento hipster en este repaso por el universo masculino. Ganó fuerza a finales del año 2013 y se caracteriza, principalmente, por buscar un estilo de vida totalmente alternativo. El hispter es mucho más profundo que todo lo que nos rodea. Huye de los bestsellers, de la música comercial y de las últimas tendencias en moda. Siente auténtica predilección por el pasado, apuestan por la moda vintage para su día a día y se visten con llamativas camisas floreadas, tirantes, pajaritas y las ya, mundialmente extendidas, gafas de pasta. Su única aproximación al mundo de la belleza la hacen cuando acuden a las tradicionales barberías, donde cuidan sus frondosas barbas que se han preocupado en poner de nuevo de moda.

Los patrones anteriores, que no es que hayan desaparecido, sino que coexisten con patrones más modernos y actuales, han dejado paso a los yoccies, fitsers y metroespirituales, nuevos cánones estéticos del universo masculino que pisan con fuerza. Y es que ahora que parece que los hipsters están recogiendo sus armas, hablar de estos tres estereotipos–bastante más moderados que todos los anteriores que hemos repasado- sería estar hablando de la nueva masculinidad. Una masculinidad que difiere bastante de todo lo anterior, ya que, según la socióloga española Berta Segura, “si en el pasado la idea de virilidad se construía a través del éxito y el poder, hoy el hombre prefiere que sean sus pasiones, hobbies y estilo de vida lo que le definan”.

Tomando esta teoría como máxima, los Yoccies hacen su aparición. Se definen por ser “jóvenes urbanos creativos” (young urban creative) o, lo que es lo mismo, hombres sumamente preocupados por el desarrollo pleno de su creatividad y talento, así como por un estilo de vida cómoda y puramente cosmopolita. La mayoría son emprendedores, sienten un profundo interés por el mundo tecnológico, son minimalistas y siempre van a la última en lo que a moda y complementos se refiere. ¿Cuidados estéticos? No pueden faltar entre los Yoccies, pero siempre de manera discreta. El pelo lo suelen llevar perfectamente cortado, aunque juegan con el largo y pueden apostar con el flequillo para conseguir un toque más desenfadado y actual en su día a día. Los Yoccies de más edad reniegan de las canas y usan tintes para evitar que el paso del tiempo quede al descubierto.

 

Muy similares, los muppies, la generación de los nativos digitales que no entienden su día a día sin conectarse a Internet y se desvive por un modelo de vida sana. Esta tendencia masculina está formada por hombres jóvenes de entre 25 y 35 años que se esfuerzan por ser brillantes en el trabajo, no tienen miedo a emprender y apuestan por las tendencias en cualquier esfera de su vida. Se preocupan por la imagen que los demás tienen de ellos y se adaptan de manera sencilla a lo que se lleva y a lo que no.

Junto a los Yoccies, hoy arrasan los que se han dado en llamar Fitsers. Son hombres asiduos al gimnasio y a las redes sociales basadas en la imagen. ¡Entre ellos, los instagramers abundan! Siempre encuentran la oportunidad de mostrar al resto de los mortales un cuerpo perfectamente esculpido y depilado a lo largo de largas e intensas horas de gimnasio, que complementan con visitas a centros estéticos donde cortan su pelo entre dos o tres veces al mes, se someten a tratamientos de belleza e incluso de depilan las cejas. Miembros indiscutibles de la generación selfie, los Fitsers se sienten obsesionados por eliminar cualquier pelo de su cuerpo, apostando, en la mayoría de los casos, por tratamientos de depilación láser para acabar con ellos. De forma periódica se someten a tratamientos de remodelación corporal y siempre incluyen en sus mochilas del gimnasio geles reductores para su abdomen, con los que luchan contra la grasa localizada en la cintura que tanto aterra al género masculino.

No podemos acabar de hacer este repaso por los cánones de estilo masculinos sin hacerle un hueco a los Metroespirituales. ¿Te imaginas cruzarte con un hippie de la década de los 70 pero con un aspecto mucho más cuidado? Pues si lo haces, que sepas que tienes cara a cara a un Metroespiritual. ¿Qué busca en su día a día? Siente una especial necesidad de sentirse bien a través de actividades como el bowspring, modalidad de yoga «increíblemente terapéutica para la espalda lumbar, el cuello y los hombros». Para comer, nada como deliciosos platos realizados a través de ingredientes puramente orgánicos que le permitan vivir acorde a la máxima ‘mens sana in córpore sano’. El hombre Metroespiritual se cuida con herramientas que proceden directamente de la tierra y emplea productos que no son restados en animales, sino que proceden del cultivo sostenible.

¿Serías capaz de identificar a todos estos hombres a tu alrededor? ¡Seguro que hay más de los que puedas llegar a imaginar!

 

Rocío Alcántara

Redactora en Yo Soy Mujer

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