Un año más se hizo la magia y sus Majestades de Oriente recorrieron las calles de pueblos y ciudades acompañados de sus comitivas. En Málaga el paso de Melchor, Gaspar y Baltasar dejó imágenes maravillosas para el recuerdo de los pequeños que esperaban sus regalos y los mayores que por unas horas vivimos esa ilusión soñando con regalos que van más allá de lo material.
Los Magos de Oriente partieron a las 17 horas desde el Palacio de la Alcazaba desde donde se dirigieron al Ayuntamiento de Málaga para ser recibidos por el alcalde y la Corporación municipal. Desde el balcón pudieron escuchar la carta que el niño de 12 años, Pablo Rodríguez de la Cruz, en representación de todos los niños y niñas de Málaga leyó.
En ella pedía que ningún niño se quede sin juguete esta Navidad, un hogar para vivir y una familia para compartir, pero además pedía paz, felicidad, fe, esperanza e ilusión para alcanzar nuestros sueños. Tras eso el ritmo de la Banda Municipal de Música marcaba el comienzo del recorrido del cortejo.
La cabalgata estaba integrada por un total de 14 carrozas entre las que se encontraban asociaciones y empresas representadas como Fundación Andrés Olivares, María Auxiliadora, La Canasta y Club de los Leones Málaga. A las carrozas les acompañaron 20 pasacalles y grupos de músicas variados. En total cerca de 2.000 personas han participado en este desfile en el que también se tuvieron muy en cuenta las medidas de seguridad.
En su itinerario se repartieron desde las carrozas hasta 10 mil kilos de gominas sin gluten. Al finalizar la Cabalgata en la Plaza de la Merced, Sus Majestades y cortejo se dirigieron hacia la Catedral donde en la fachada principal de la Plaza del Obispo, hicieron sus ofrendas al niño Jesús en un belén viviente. Momento en el que actúo el Coro de Voces Blancas Ad Libitum, organizado por la Fundación Musical Málaga.
Después quedaba volver a casa, dormirse temprano y esperar que sus Majestades los Magos de Oriente hiciesen su trabajo repartiendo ilusión por los hogares.
Fotografía: Lorenzo Carnero