La cirugía y los retoques estéticos son algo cada vez más normalizado entre la población. La importancia de la imagen en nuestra época es un hecho, incrementando más todavía con la invención de las redes sociales, en las que vemos el canon de belleza del siglo. Cada época ha tenido su canon de belleza, pero hoy este parece más relevante que nunca. Estas características, sinónimo de belleza actualmente, podemos verlas entre modelos, actrices, influencers y otras famosas: pómulos marcados, labios gruesos, rostro y nariz finos, piel homogénea y libre de marcas y arrugas…
Estar en constante apreciación de la belleza ha hecho que las cirugías estéticas se conviertan en algo muy común ¿por qué no vamos a cambiar algo que nos produce inseguridades?
Pues hay varias razones por las que a veces no llegamos a hacer esos retoques estéticos por mucho que queramos, y para superar esas razones en contra necesitamos un buen profesional.
Una de las causas de dudar si realizarse la cirugía estética que deseamos es la falta de confianza, o el miedo hacia la clínica estética, el profesional que realiza la cirugía, el mismo momento de la operación o los resultados.
Un buen profesional no solo es el que realiza una operación bien, sino el que te aconseja, resuelve tus dudas y te tranquiliza. Pero todo esto comienza en ti. Lo primero es buscar una clínica de confianza, nosotros te recomendamos www.esteticacastrosierra.com, especialistas en todo tipo de operaciones estéticas en Madrid.
Una vez elijas tu clínica, el cirujano deberá realizar una consulta personalizada para analizar qué tratamiento te vendría mejor y de qué manera. Muchas veces tenemos en mente un retoque estético que realmente no es el que mejor nos vendría, o por ejemplo muchos pacientes acuden con una idea de nariz que no va con la armonía de su cara. Por eso es tan importante contar con un experto, que sabe aconsejar perfectamente lo mejor para cada cliente.
El profesional que vaya a realizar la operación o retoque estético debe tener el respaldo de la experiencia pero también inspirarte confianza. La relación con el cirujano debe ser estrecha, para que seas capaz de plantearle todas tus dudas, miedos e inseguridades y que el té aconseje desde el punto de vista profesional. Todos buscamos ver en el espejo, después de la operación, justo lo que teníamos en mente, por eso es muy conveniente que el profesional te enseñe casos de antes y después. El cliente ganará confianza en el resultado y con ello tranquilidad.
El momento de la cirugía es el que más intranquilidad genera a los pacientes, por eso es importante que le transmitas toda la calma necesaria. Como profesional debes conseguir que el cliente llegue sin ninguna duda al momento operación y que éste sepa cómo es el proceso, que anestesia se utiliza, cuanto tiempo de recuperación es necesario, cuánto tiempo dura la operación… un cirujano profesional te asegurará que es un trabajo que ha realizado con anterioridad y que va a hacerlo lo mejor que sabe para que todo vaya bien.
Un buen cirujano es aquel que acompaña al paciente durante todo el proceso del cambio estético, desde que éste decide acudir a la consulta para comentar qué cirugía quiere hacerse, hasta que se ha recuperado del todo de esta. El momento de la operación es el más importante y claro que lo primero que tiene que tener un cirujano es saber realizarlas bien, pero generar confianza, transmitir tranquilidad y aconsejar al paciente son cualidades que tienen que ir de la mano con la palabra profesional, y por eso es tan importante que cuentes con uno.