Hace algunos meses, cuando la pandemia llegó a España, los balcones se llenaban de aplausos a las ocho de la tarde para agradecer a los sanitarios, entre otros colectivos, la gran labor que estaba desempeñando. Ahora, que la desescalada nos permite salir a la calle justo a esa misma hora, estos aplausos se estaban apagando. Por este motivo, una iniciativa anónima, que se ha hecho viral a través de WhatsApp, proponía que el domingo 17 de mayo se celebrara el, en principio, último y más sonoro aplauso en honor a los sanitarios, que sirviera como cierre a este bonito ritual que nos ha acompañado durante todo el confinamiento.
En Málaga, los balcones de toda la ciudad se han llenado de personas que han querido mostrar reconocimiento por la labor que los profesionalidades de la sanidad han venido desarrollando durante esta crisis y que tan necesaria ha sido durante este periodo.
La puerta del Hospital Regional de Málaga fue el punto neurálgico de esta celebración en la que se dieron cita, además del personal médico y del hospital, otros colectivos como los bomberos, la policía local o protección civil y un gran número de malagueños que, durante su hora de paseo, decidieron acudir a este encuentro.
El momento más emotivo fue cuando todos los allí presentes –ciudadanos, autoridades y sanitarios– comenzaron a aplaudir, fundiéndose en uno, mientras sonaba la canción ‘Un canto a la vida’, que la malagueña Vanesa Martín escribió en pleno confinamiento y que trata, precisamente, del encierro en casa y la alegría de poder vernos de nuevo una vez que todo acabe.
A pesar de que las mascarillas no dejaban ver el rostro completo de los sanitarios, se podían intuir sonrisas y muchos ojos se llenaron de lágrimas por lo emotivo del momento. Más allá de un gesto que buscaba darle un “final digno” a los aplausos de las 8, según se explicaba en el texto de la iniciativa, este acto ha servido como un punto y aparte en lo que a la pandemia se refiere. Una línea divisoria entre la Fase 0 y la Fase 1, indicativo de que los datos negativos se van invirtiendo y todo va, poco a poco, volviendo a la normalidad.
Una de las imágenes más emotivas de la tarde se produjo cuando los sanitarios se agarraron las manos en señal de unidad y lucha ante esta pandemia que tantas vidas ha arrebatado, mientras que los coches de bomberos y de policía hacían sonar sus sirenas y los malagueños presentes en la zona gritaban mensajes de apoyo a los que muchos han considerado héroes durante esta pandemia.
Este pretende ser el último aplauso de esta crisis, el que sirva como impulso para volver a esa nueva normalidad y un gran acto de reconocimiento. Sin embargo, que esto sea así depende de todos y, ahora más que nunca, de respetar las normas y demostrar que somos responsables. Solo así podremos asegurar que la situación avance de manera positiva. Sigamos aplaudiendo a los sanitarios, cuidando a los que nos cuidan, siendo prudentes en nuestras acciones. Es el mejor aplauso que podemos darles.
Fotografías: Lorenzo Carnero