El Ministerio de Cultura ha concedido el Premio Nacional de las Letras Españolas 2025 a María Victoria Atencia García, poeta malagueña de 93 años cuya voz ha acompañado siete décadas de creación poética. El galardón, dotado con 50.000 euros, reconoce una trayectoria que el jurado ha descrito como “una creación poética que posee y recrea la esencia de la vida”.
Su obra, caracterizada por una belleza contenida y una profunda fe en el poder de la palabra, ha sido definida como un “manantial sereno” donde cada verso parece buscar la perfección sin artificios. Lejos del ruido, su poesía ha construido un universo propio, íntimo y depurado.
La poeta malagueña recibe el máximo galardón literario español a los 93 años
Una voz imprescindible de la poesía española
Nacida en Málaga en 1931, Atencia formó parte del grupo Caracola, un colectivo que renovó la lírica andaluza en los años cincuenta. Aunque suele asociarse a la generación de los cincuenta, su obra trasciende cualquier etiqueta. Su voz, personal y libre, ha evolucionado al margen de modas literarias, consolidando un estilo que combina introspección, memoria y una mirada luminosa sobre lo cotidiano.
Publicó su primer libro, Tierra mojada, en 1953. Tras un largo silencio de casi veinte años, regresó con títulos como Marta & María (1976) y Compás binario (1979), que confirmaron su madurez creativa y su capacidad para unir lo íntimo y lo universal.

Una trayectoria reconocida
Este Premio Nacional corona una carrera repleta de distinciones. Atencia recibió el Premio Nacional de la Crítica en 1997, el Premio Luis de Góngora de las Letras Andaluzas en 2000 y el Premio de Creación Literaria de la RAE en 2012. En 2014 se convirtió en la primera mujer española en ganar el Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, uno de los más prestigiosos del ámbito hispano.
Académica de la Real Academia de Bellas Artes de San Telmo y colaboradora de instituciones como el Centro Andaluz de las Letras y la Fundación María Zambrano, su obra ha sido traducida a más de quince idiomas.
Entre sus títulos más destacados figuran Los sueños, Adviento, De la llama que arde, La pared contigua y De pérdidas y adioses. En todos ellos late una voz que convierte lo cotidiano en símbolo y que invita a mirar el mundo con atención y delicadeza.
La discreción como estética

En tiempos de inmediatez y exposición, María Victoria Atencia ha representado una forma distinta de entender la literatura: silenciosa, profunda y fiel a sí misma. Su obra no busca el aplauso fácil ni la provocación, sino la autenticidad.
A sus 93 años, su nombre vuelve a recordarnos que la poesía es un acto de resistencia y belleza. Su legado, nacido a orillas del Mediterráneo, permanecerá como una de las voces más luminosas de la literatura española.









