‘Musas y Creadoras’ era el lema de la Noche en Blanco 2018. Ya en sí el título volvía la mirada a lo femenino, al papel de la mujer en la sociedad, el papel de la mujer en el arte y la cultura. Mirar con ojos de mujer y mirar a la mujer a los ojos, mirar esa parte femenina que todos y todas llevamos dentro y que por encima de la masculinización de la mujer, pone de manifiesto la necesidad de feminizar la sociedad. El creador malagueño Ernesto Artillo, es el autor de la imagen del cartel de esta edición y director creativo del proyecto realizado por La Temporal y dirigido por Mavi Artillo. En buena parte su obra se convirtió en protagonista de una noche en la que, de nuevo, miles de personas abarrotaron las calles y los espacios culturales de la capital malagueña.
Calle Larios recibía a los visitantes con la mirada de un centenar de mujeres de todas las edades y razas en una instalación formada por fotografías que el propio Artillo se encargó de captar. Miradas de mujeres con su propia historia, con sus formas de ver la vida, miradas que miran al pasado y al presente, miradas que se concentran en un futuro en el que la sociedad sea capaz de ver el valor que aportan las mujeres sin necesidad de reivindicaciones.
Ojos que llevan marcados sufrimientos y alegrías y que guardan en la retina la esencia de una feminidad y un feminismo que sólo busca mostrar esa parte que todos y todas llevamos dentro, ese universo femenino que habita en el interior de todos. Miradas de mujeres que se han despojado de la venda que tapaba sus ojos. La imagen acompañada por una frase, ‘Miradas de mujer que no vieron la luz’, recogía el espíritu global de la cita.
“El feminismo no es algo que corresponda a la mujer, ni que vaya a beneficiar sólo a la mujer, es responsabilidad del hombre y beneficia al hombre. En el sentido de que deja de exigirle que deje de comportarse como un hombre tradicional y que pueda permitirse ser más sensible, dedicarse a profesiones más creativas”, afirmaba Ernesto Artillo.
Si esa instalación y los distintos espectáculos que se sucedían en las calles ya invitaban a la reflexión, había un punto de la ciudad en la que esa reivindicación en forma de arte se hacía más clamorosa en una exposición en la que simplemente el espacio que la acogía ya la cargaba de un significado que trascendía el significado de la obra. Una de las salas del Palacio Episcopal, en la plaza del Obispo, mostraba «La Mujer Que Llevo Fuera». Artillo reunía en ella 25 de los 40 trajes que forman una serie a los que en esta ocasión daban vida 25 personas comprometidas con la causa: “Son personas que llevan el traje por dentro, que es lo importante”, destaca su autor.
Al fondo de la sala representada con flores una vulva, la primera puerta que atravesamos todos para nacer a la vida.
Este proyecto artístico de Ernesto Artillo que ha tenido gran repercusión a nivel internacional pretende trasladar el compromiso feminista a un objeto: un traje, pensado para ser llevado por personas sin miedo a exteriorizar sus convicciones. Trajes que llevan dibujados formas femeninas y que buscan estar por encima de modas: “He querido darle la vuelta, aunque sean trajes, no es moda. El feminismo no debe ser nunca una moda. Son intervenciones artísticas, he utilizado la manera expositiva más propia de una galería que de un pase de moda. Los que se mueven son los visitantes y ellos son obras de arte”.
Mientras determinadas voces reclaman que las mujeres accedamos a puestos tradicionalmente masculinos, Ernesto Artillo va más allá y marca como ruta el que sean ellos los que abran camino acercándose a la mirada femenina para acompañarnos: “En los últimos tiempos hay movimientos reivindicativos más pronunciados, siempre que ha evolucionado la sociedad hay que pronunciarse de una manera más fuerte para hacerse oír. Las cifras que manejamos son 47 mujeres muertas en 2017, y que las mujeres tiene que trabajar 11 años más para cotizar lo mismo que un hombre. Hay mucho que superar, pero el camino es trabajar de la mano y es lo que se reivindica con mi proyecto. Integra hombres y mujeres de todas las edades, con una idea clara; la mejor convivencia de todos desde lo más básico, que es desde la igualdad de los derechos”.
Estos trajes que ya han llevado en actos públicos hombres y mujeres comprometidos con la Igualdad. El acto se celebraba la misma noche que Europa miraba a la pantalla de la televisión para seguir de cerca el Festival de Eurovisión. Los representantes españoles Alfred y Amaia habían expresado su deseo de vestir los trajes de Artillo para la ocasión, aunque finalmente la organización no vio oportuno atender a sus peticiones, en una de las galas de OT Alfred no dudó en salir al escenario con uno de los diseños del artista malagueño.
Las piezas expuestas se subastarán a partir del próximo 18 de mayo en catawiki.com. Todos los beneficios se destinarán íntegramente a asociaciones cuyo objetivo sea la mujer y la igualdad.
Ernesto Artillo
Ernesto Artillo nació en Málaga en el 87, aunque actualmente reside en Madrid. Este creador en mayúsculas ha expuesto sus obras en San Petersburgo, Mumbai, Corea, Pekín y Hong Kong y en ciudades como Mallorca, Valencia, Madrid, Barcelona, Sevilla y Málaga.
Artillo ha sido director de arte, vestuario y escenografía de montajes como La mujer en obras de Javier Ballesteros, Human de Korsía o la ópera Aria di Potenza de Airport Society y varias colaboraciones con La Monnaie, ópera de Bruselas.
Además ha colaborado con marcas de moda como Dolce & Gabbana, Delpozo, Mango, Adolfo Domínguez, Oysho, Harvey Nichols, Izzue, Printemps París, Yves Rocher…. y ha publicado en cabeceras internacionales como Another Magazine, Harpers Bazaar China, Citizen K Paris, Glamour España e Italia, Elle UK y Elle Mexico, Instyle UK, Manifesto y en la mayoría de los medios independientes nacionales, además de mostrar su trabajo en numerosos libros de ilustración y diseño de editoriales de diferentes países.
La carrera de Artillo no ha hecho más que empezar a pesar de su sólida trayectoria y lo hace dando visibilidad a las mujeres.
Más imágenes de la Noche en Blanco
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Redacción: Ana Porras Fotografía: Lorenzo Carnero
