El Museo Ruso de Málaga acoge la Colección Krystyna Gmurzynska, exposición colectiva de diferentes obras de distintas mujeres artistas rusas. Krystyna es la hija de Antonina Gmurzynska, considerada la primera coleccionista occidental que mostró un interés profundo por el arte ruso de principios del siglo XX. Krystyna ha continuado con la labor coleccionista de su madre desde hace varias décadas. Podrá contemplarse hasta el próximo 8 de septiembre del presente año.
Esta colección alberga un considerable número de obras de artistas femeninas excepcionales que son muy difíciles de encontrar en otros sitios. Desde Elena Guró hasta Xenia Ender, pasando por Anna Leporskaya, que fue discípula de Kazimir Malévich y produjo para él un proyecto para el famoso Teatro Rojo de Leningrado.
Elena Guró
Además de pintora, también fue escritora. Participó en la primera antología de poesía futurista rusa y también fue integrante del Cubofuturismo, la escuela principal de pintura del futurismo ruso. No pudo conocer el reconocimiento de este estilo, ni siquiera su denominación como “futurista”, ya que murió antes. Estuvo casada con el compositor y también pintor vanguardista Mijaíl Matiushin.
Xenia Ender
Entró en el grupo vanguardista de Mijaíl Matiushin y participó en eventos en memoria de Elena Guró. Trabajó como investigadora en el Instituto Estatal de Cultura Artística de Leningrado. Algunas de sus obras se mostraron en la Exposición de Pintura de Pintores de Petrogrado de Todas las Direcciones y en la XIV Bienal de Venecia. Finalmente, trabajó como diseñadora en el sector de la construcción industrial.
Anna Leporskaya
Se dedicaba a la pintura de caballete, al arte gráfico y a la acuarela. Su especialidad eran los paisajes, bodegones y retratos. Diseñó los pabellones de la Unión Soviética en la Feria Mundial de París (1937) y en la Exposición Mundial de Nueva York (1939). Participó en numerosas exposiciones de arte, aportando su obra o diseñando la exposición. También fue escultora y recibió la medalla de oro por su obra Leningrado, en la Exposición Internacional de Cerámica en Praga.
Redacción: Fran Gallardo Fotografía: Lorenzo Carnero