Tras dos meses y medio de confinamiento, muchos museos de Málaga vuelven a abrir sus puertas al público durante esta semana. Uno de ellos es el Centro de Arte Contemporáneo (CAC), que reabre sus salas, excepto la sala La Coracha, desde hoy 26 de mayo y lo hace con la exposición Opus nigrum del pintor mallorquín Girbent y la performance The walking ceiling de Alicia Framis.
Su apertura se realizará únicamente con un tercio del aforo y cumpliendo los requisitos de seguridad para visitantes y trabajadores, tal y como especifica el Ministerio de Sanidad. Las visitas al CAC se podrán realizar en el horario habitual, de martes a domingo de 9:00h a 21:30h.
Opus nigrum
Se trata de la exposición individual más importante en un museo español del pintor Girbent, procedente de la localidad mallorquina de Soller. Esta exposición, que se inauguró de forma virtual el pasado viernes y que es comisariada por Helena Juncosa, presenta una serie de pinturas de gran formato, algunas realizadas desde 2014 e inéditas hasta ahora, entre las que podemos encontrar un dibujo a carbón de 9 metros.
Las pinturas de Girbent recrean una atmósfera cinematográfica, ya que el cine es una de sus principales fuentes de inspiración, además de la tradición pictórica occidental. Esta muestra reúne 10 obras, realizadas en óleo sobre tela y carbón sobre papel, todas en blanco y negro, persiguiendo así una sensual analogía del fastuoso blanco y negro de algunos de sus films preferidos.
El título de la exposición, Opus nigrum, hace referencia, precisamente, a ese color negro, a la alquimia y a la conocida obra literaria homónima de la escritora Marguerite Yourcenar, que es una de sus novelas favoritas y que narra la historia del un médico, filósofo y alquimista del siglo XVI llamado Zenón.
El guión principal sobre el que profundiza el trabajo de este mallorquín es una continua reflexión sobre el sentido y las posibilidades de la imagen pintada y el acto de pintar en el siglo XXI, en la época de internet. De forma que Gilbert, se define como un coleccionista de imágenes que selecciona y extrae de fuentes inagotables para posteriormente realizar con ellas, una vez separadas violentamente de su flujo narrativo original, una operación de transfiguración, concediéndoles una nueva vida.
Y es que para este artista una obra no tiene por qué ser original –en el sentido romántico del término–, sino significativa. El artista propone una revisión del estatus de la copia, y apuesta por un nuevo paradigma claramente alternativo respecto al que domina durante toda la modernidad.
The Walking Ceiling
La obra The walking ceiling (2018) es una performance recogida en vídeo, de la artista catalana Alicia Framis que podrá verse en el Espacio 5 hasta el 19 de julio. Muestra a un grupo de mujeres vestidas de manera formal con atuendo laboral que caminan al compás portando una lámina de cristal sobre sus cabezas en una manifestación silenciosa, como si de un paso procesional se tratase. La obra, por tanto, reflexiona sobre ese invisible techo de cristal social, laboral y político que siguen, por desgracia, soportando las mujeres en la actualidad.
Alicia Framis es una de las artistas españolas contemporáneas de mayor reconocimiento internacional de nuestro país, y su en su obra interrelaciona diferentes disciplinas como performance, instalación, vídeo, arquitectura, moda o diseño. Sus obras, multidisciplinares, tratan distintos aspectos de la existencia humana en la sociedad actual partiendo en muchas ocasiones de dilemas sociales, como el del techo de cristal, para desarrollar propuestas de interacción social.
Trata habitualmente el tema de género bajo premisas conceptuales, discursos sociales y feministas y sus obras, desde su simbología y tono poético, crean un recorrido interno en torno al género, a las construcciones y deconstrucciones sobre identidades, comportamientos y conductas en mujeres y hombres y su diferente correlación de fuerzas y situaciones. Aborda temas como la violencia doméstica, la opción de la no maternidad, los roles de género o la discriminación laboral, pero centrándose más en lo poético y la metáfora que en el mensaje radical feminista o la propaganda.
Su trabajo se basa sobre todo en las relaciones humanas y denuncia situaciones de supeditación y discriminación en nuestra sociedad. De forma recurrente hace hincapié en las adversidades que las mujeres encuentran en el camino de su crecimiento social y profesional y su afán por solucionarlas.
