Las mujeres hemos evolucionado a un ritmo vertiginoso. En tan solo unas décadas nos hemos situado en los mejores puestos académicos, en cargos directivos en las empresas, hemos demostrado nuestro liderazgo para impulsar negocios y hasta presidimos con éxito gobiernos de potencias mundiales como es el caso de Alemania. Nos hemos proclamado dueñas de nuestras vidas, de nuestro tiempo, hemos encontrado vías para frenar el envejecimiento y nadie puede negar que somos más libres que nuestras abuelas. Pero hay algo que nos preocupa: convertirnos en madre cuando lo decidamos nosotras. Sobre esto tenemos una buena noticia, y es que sí puedes elegir tu momento de ser madre. La ciencia, al igual que nosotras, no deja de avanzar y nos brinda una oportunidad que la biología nos niega.
Las mujeres y el cambio de prioridades
Apostamos por nuestras carreras profesionales, por viajar, por conocer gente, mundo, no nos conformamos con cualquier pareja… Todo eso supone una inversión de años para vivir esas experiencias. Posponemos la maternidad para cuando llegue el momento idóneo, adecuado, ese en el que lo vemos completamente claro y se alinean los astros. Pero no es tan fácil, porque ese momento suele coincidir con cuando ya rondamos los cuarenta. Una edad maravillosa para la mujer, en la que tienes una trayectoria vital, un camino recorrido y alcanzas la plenitud de la madurez sintiéndote joven aún. Lamentablemente, es entonces cuando el reloj de nuestro cuerpo te niega la oportunidad de tener un bebé. La naturaleza no entiende de aspiraciones personales ni de tus ganas de vivir aventuras. Antes no se podía hacer nada contra esto, pero en la actualidad sí. Podemos ahorrarnos el trauma de no acunar a nuestro bebé en brazos porque lo hemos dejado para demasiado tarde. La solución es tan sencilla como congelar óvulos cuando te encuentras en la edad biológicamente perfecta. Es la única forma de ganarle tiempo al tiempo, para cuando llegue el momento adecuado convertirnos en madres sin la necesidad de recurrir a una donante.
En qué consiste la congelación de óvulos
A estas alturas todas tenemos claro y conocemos a alguien que llegado el momento se ha quedado con las ganas porque sus óvulos estaban envejecidos. Si queremos evitarlo, debemos pedir una cita en una clínica de fertilidad donde nos explicarán paso a paso todo el proceso y nos acompañarán para realizarlo con éxito.
Te adelantamos alguna información sobre el proceso de congelación de óvulos que debes tener en cuenta.
1.- Durante un plazo de unas dos semanas deberás inyectarte a diario un estimulador de la actividad ovárica. Si te dan miedo las agujas, te aseguramos que es mucho peor querer ser madre y no conseguirlo.
2.- Los óvulos que hemos producido se extraen y se congelan en tanques a muy baja temperatura. A partir de entonces te puedes olvidar de ellos.
3.-Cuando llegue el momento que has elegido para tener hijos, se descongelan los óvulos necesarios para comenzar el proceso de fertilidad.
¿Cuándo hacer la congelación de óvulos?
Cuanto antes, mejor. Se ha demostrado que el éxito alcanza al 61% en mujeres que congelan sus óvulos antes de los 30 años. En España, el límite de edad que impone la Seguridad Social para someterse a un proceso de fertilidad es de entre 38 y 40 años, según el caso. En la Ley de Reproducción asistida no hay un límite establecido, en la sanidad privada este periodo se alarga hasta los 50 años.
No es de extrañar que cada vez haya más madres que regalan a sus hijas la congelación de óvulos, ni que más mujeres elijan esta opción para elegir su momento de ser madre cuando estén preparadas.