Nos conocimos en Barcelona. Quedamos en un hotel que resultó ser un neutro lienzo para resaltar su personalidad. Marga fue divertida y me mostró sus dudas, sus preguntas, sus indecisiones. Contrariamente a muchas personas, cuando Marga duda, es porque está explorando. Es curiosa y todo le apetece y le gusta. Disfruta conociendo, valorando, decidiendo. Me encanta ese rasgo. La exploración sin estrés permite a la novia un disfrute mucho mayor. Tras esos destellos divertidos, toda risas y sonrisas, se escondía un gusto elegante y delicado. Una mujer empática, suave, dulce y llena de personalidad. Carlos fue serio y analítico. Luego sabría que de serio, nada. Pero para saberlo necesité un par de citas y muchos whassaps más. Me encantaron. Me encanta que mis parejas quieran disfrutar… y cuando veo sus risas juntos, me seducen.
La vez siguiente, ya en Alicante nos lo pasamos muy bien. Y fue un hábito desde entonces. Los whatsapps de Marga, muy temprano, y las reuniones muy tarde mostraban su intensidad de trabajo durante el día. Y así fuimos construyendo su boda pieza a pieza, y aunque Carlos no quería mucho color rosa ni demasiadas flores, se entregó a la causa con entusiasmo y conseguimos un punto de equilibrio que refleja la personalidad de los dos.
Decidir en el ultimo momento que iban a querer contratar un video (yo insisto al principio porque sé lo que significa luego tenerlo y lo que significa no tenerlo…) nos dio una dosis de pimienta que resultó ser una razón adicional de risas. No pudimos pasarlo mejor con ellos. Casi casi nos metemos en su maleta a Bora-Bora.
La boda de Carlos y Margarita
La emocionante ceremonia en la Concatedral San Nicolás de Alicante fue oficiada por el sacerdote de la familia.
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La finca estaba preciosa. Carlos y Marga saludaron a los invitados bajo una pérgola de glicinas mientras entraban al aperitivo en el jardín, que fue divertido y delicioso.
Un seating plan pintado en madera decapada y con corona de flores, daba paso al almuerzo bajo los enormes ficus.
Para la celebración Sí! Quiero vistió las mesas en una cretona floreada con base en color azul, que se elaboraron en exclusiva para Marga. Se acompañaron las mesas de sillas Crossback. Los multicolores centros de mesa daban un toque fresco y primaveral y Murri elaboró un menú fabuloso que disfrutaron mucho. El almuerzo culminó con un buffet de postres que Sira Antequera, Wedding Artist de Sí! Quiero diseñó para Marga con espejos y musgo, y que hizo que se le saltaran las lágrimas.
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El chillout en la zona de baile, la recena y el candy bar dieron juego para recuperarse cada vez que lo necesitaron, porque la pista no se vaciaba. Y la fiesta duró y duró…
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Entrevista a Carlos y Margarita
¿Cómo empezó vuestra historia de amor?
Nos conocimos en Francia, en Montrond-les-Bains, (Auvergne-Rhônes-Alpes), un pequeño pueblo termal, durante nuestro primer trabajo allí.
¿Cómo fue vuestra pedida de mano?
No tuvimos pedida de mano como tal. Simplemente, y tras diez años de relación, decidimos formalizar la situación con una súper fiesta…lo hablamos y nos decidimos a dar el paso.
¿Cómo nos conociste?
Os conocimos por Internet. Buscamos durante un tiempo hasta que dimos con vosotras. Nos gustaron mucho vuestras bodas, vuestro estilo, etc.
¿Cómo recuerdas nuestra primera reunión? ¿Y la última?
La primera la recuerdo en Barcelona, con muchos nervios y con un millón de preguntas. Sira me gustó desde el principio, se notaba que sabía de lo que hablaba, tenía las ideas muy claras….Me ayudó mucho a depurar y eliminar cosas innecesarias. Hablamos largo y tendido sobre qué tipo de boda queríamos y sobre nuestra Luna de Miel.
La última reunión fue en el lugar donde se celebraría la boda. Allí ultimamos detalles.
¿Qué fue lo que más te preocupaba de la organización de tu boda? Y ¿cómo te ayudamos a solucionarlo?
La entrega de los tarjetones. Tuvimos un percance y nos ayudasteis a solucionarlo.
El vídeo. No lo tuvimos contratado hasta el día anterior a la boda. Carolina llamó a todos los cámaras/empresas de la Comunidad Valenciana. Recuerdo que ese día el WhatsApp echaba humo.
Y otra cosa que me preocupó bastante y nunca pensé que me supondría un problema fue el tema peluquería y make up. Cuando llegué a la prueba, resultó no ser como esperaba pero Carolina volvió a hacer magia y encontró otro centro rápidamente.
Define tu experiencia en el día de tu boda. ¿Cómo lo viviste?
Fue un día muy emotivo, alegre, festivo y precioso.
¿Nos compartes tres elementos que consideres clave para que tu boda fuese un éxito?
•La meteorología, ya que toda la boda se iba a realizar en exteriores era imprescindible que no lloviese, aunque teníamos contratada una carpa como plan B.
•La mesa de postres. Era en definitiva una de las partes que más ilusión nos hacía de la boda. Teníamos una ligera idea de lo que queríamos y de lo que Sira nos iba a presentar, pero nada que ver con la realidad… fue muchísimo más bonita y trabajada de lo que teníamos en mente. ¡Nos encantó! Era elegante, floral, algo rústica y la disposición de los postres no pudo quedar mejor.
• La organización del evento en general por parte de Sira, desde la elección del espacio, catering, florista hasta los detalles más pequeños. Todo cuenta y fueron los detalles los que marcaron la diferencia… no había nada al azar, todo estaba calculado en su justa medida.
Comentadnos algo que os parecía muy fácil al principio pero que después os trajo más de un dolor de cabeza.
Las invitaciones. Queríamos una caligrafía especial para los sobres con unos forros específicos y llegamos con el tiempo justo (era finales de julio, en agosto todo cerrado, etc) Todo se complicó muchísimo.
Cuéntanos alguna anécdota de tu boda.
Mi madre me había regalado unos pendientes de diamantes especialmente para ese día. Habíamos elegido las piedras y la montura con mucha antelación. Con las prisas, la peluquería, el maquillaje, la corona… ¡Me los olvidé en casa! Cuando llegué a la Iglesia me di cuenta. Al terminar la ceremonia tres amigas fueron a mi casa a buscarlos.
¿Qué dirías a aquellos que no se atreven a contratar los servicios de una ‘Wedding Planner’?
¡Que no pierdan tiempo y que se atrevan! Jajaja ¡Vale la pena! Mi boda nunca hubiera sido así de no habernos decidido. Sira y su equipo nos abrieron las puertas a un mundo impresionante, un montón de ideas, de direcciones súper interesantes donde poder buscar el vestido ideal, complementos; un florista con un gusto exquisito, tocados de todas las formas, tamaños, colores, zapaterías…
Habernos dirigido hacia la finca fue todo un acierto, era exactamente lo que estábamos buscando. En fin, yo me volvía loca al ver tanto donde poder elegir.
Te ayudan a depurar tu idea para no mezclar varios estilos, y así acercarse al máximo a tus gustos y personalidad. A invertir tu presupuesto en lo que es realmente importante en una boda y a eliminar ciertos elementos costosos que tan solo harán aumentar tu presupuesto.
Y durante todo el proceso las tienes a tu lado para darte consejos y ayudarte si hiciera falta.
¿En qué momento decidisteis contar con una ‘Wedding Planner’?
Nosotros vivimos en Francia, y desde el principio supimos que íbamos a contratar a una Wedding Planner porque estando tan lejos de casa resultaba muy complicado, pero no teníamos ni idea a quién, así que empezamos nuestra búsqueda.
¿Qué momento/s es/son inolvidables para vosotros?
Para mí fue la entrada a la Iglesia de la mano de mi hermano, y ver a Carlos allí. El corte de tarta con la canción de Elthon John «Your Song”, y presentamos la mesa de postres a nuestros invitados.
Recuerdo que fue muy emotivo, mucha gente lloraba de alegría. Yo la primera. El recibimiento que dimos a nuestros invitados en la preciosa pérgola del lugar donde se celebró la boda.
Toda la eucaristía por parte de nuestro sacerdote y amigo. Nunca pensé que me reiría tanto casándome…. personalizó la misa, habló de nosotros de una forma muy cercana. Recuerdo que la gente aplaudía al finalizar la misa.
¡Y nuestro baile!
Da un consejo a los futuros novios.
Es vuestra boda, vuestro día…que nadie os cohíba, que vuestra personalidad se vea reflejada en ese día y sobre todo, disfrutad mucho del proceso, pasa muy rápido.
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