Rafael Urquizar es uno de los grandes diseñadores malagueños. Comenzó siendo un niño, hace más de 30 años, dibujando los sueños de las mujeres. Presenta su colección de novia para la temporada 2017 en Limonar 40, pero antes nos recibe en su tienda en calle Calderón de la Barca, en pleno corazón de Málaga. Un espacio lleno de luz y donde al entrar te invade el color y el buen gusto que se percibe en cada uno de los tejidos y diseños. Tras la mesa en la que recibe a las clientas, una muestra de vestidos de novia. Tímidamente, mientras lo espero, con la mano los voy apartando y los contemplo. Aunque no hace falta hacerse a la idea de cómo quedan. En una pantalla se suceden sus desfiles.
Un vestido de novia es mucho más que un vestido. Simboliza la entrega, los sentimientos, es la manifestación externa del amor que siente la mujer que lo lleva. Debería ser nuestra esencia hecha traje, la muestra de nuestro compromiso en una época en la que el compromiso no está de moda y sin embargo las redes sociales han hecho que se impregne de tendencia.
Rafael, son ya muchos años de profesión, ¿cómo han evolucionado la novias?
Pues las novias han evolucionado mucho, de ir casi todas las novias iguales pasamos a una época en la cual la novia sigue mucho la tendencia y la moda. Será por las redes sociales, será por todo lo que tenemos ahora mismo.
¿Siguen más la tendencia y la moda o la novia es más ella misma actualmente a la hora de elegir un vestido?
Por la propia evolución de la mujer es cierto que actualmente cada una marca más su identidad con su vestido. Sobre todo la novia que va a un diseñador. La que va a las grandes cadenas se rige más por las colecciones que hay, que son las que son, no hay más.
Las que vienen a los diseñadores van buscando que se les saque su identidad y vienen a ti porque no encuentran nada que las refleje a ellas. Se encuentran disfrazadas con un vestido comprado.
Normalmente, las que tienen edad de casarse ahora son de las que desde niñas soñaban con su vestido de novia. Hay mujeres que tienen muy claro desde pequeñas cómo quieren que sea su vestido. Cuando van a un diseñador, ¿les cambia el concepto, cambian lo que quieren, ven que a lo mejor eso que soñaban no se adapta a la mujer en la que se han convertido?
Yo siempre hago una pequeña entrevista con la novia y una de las preguntas es esa: ¿has soñado con tu traje de novia y cómo es tu traje de novia?». Lo que pasa es que muchas veces o por físico o porque ahora hay una sobre-información por las redes sociales e internet, la novia que no tiene las ideas muy claras se pierde. Te vienen con setenta y cinco mil fotos de vestidos, que tú dices: «Pero bueno, ¿tú qué eres esto o esto?». Porque tú no puedes ser moderna y muy clásica a la vez. Tienes que tener un término medio. Ahora es difícil por eso, por tanta información. Pero también tengo muchas clientas que me vienen con las ideas muy claras de lo que quieren, de lo que se pondrían y de lo que no. Yo siempre empiezo por lo que no te pondrías, así vamos descartando. Y por supuesto hay que tener muy en cuenta el el físico de la persona, a todo el mundo no le queda bien lo mismo.
Rafael, también ha cambiado la edad de la novia. Estamos viendo una novia que cada vez es más mayor. Supongo que es distinto vestir a una mujer de 20 que a una que roza los 40.
Tienen una cosa en común, y es que tanto la de 20 como la de 40 quiere vestirse de novia. No creo que dependa tanto de la edad como de la persona. Hay niñas jovencitas que tienen muy claro que no quieren ir de princesitas, y niñas con treintitantos, que quieren el velo, la corona, y lo quieren todo. O sea todo depende de la persona. Yo no pienso que sea por la edad.
¿Haces cualquier vestido o hay vestidos que no permites que lleven tu firma?
No, no hago cualquier vestido. Hace años a lo mejor uno se podía «prostituir”, porque hacer eso es un poquito como prostituirse. Yo ahora mismo, cosas que no esté convencido, que no las voy a poder defender, no las hago.
Lo que sí es verdad, es que hay muchas novias que te vienen y lo quieren todo, y tú sabes que detrás de esa persona sí hay algo que le puedes sacar. Entonces la voy guiando en las pruebas y va cambiando, porque se está dando cuenta de que es demasiado lo que quería; que llevar un bordado en el cuello, en el puño y en la parte de atrás va a ser demasiado. Que en su imaginación queda bien pero una vez le enseñas en la prueba como queda entiende que no. Pero tiene que vérselo para descartarlo.
¿Qué peso tiene el tejido en un vestido?
El 50%, mínimo. En un vestido de novia, la materia prima es la mitad, el diseño podría ser, a lo mejor, un 10 , porque el otro 40%, yo se lo daría a la construcción, para mí es muy importante el patronaje y el tejido.
He visto todas tus colecciones de novias en internet, pero me gustaría que fueses tú quien me dijese cual es denominador común de tus vestidos de novia.
Sí, hay una conjunción incluso con las colecciones de fiesta. Nosotros presentamos una colección de fiesta y de novias que lo de fiesta se podría convertir en novia y lo de novia se puede convertir en fiesta. Lo que sí es verdad es que tengo una gama muy grande, muchas opciones. Por ejemplo, siempre he apostado por el pantalón, cosa en lo que la gente no creía y ahora está súper de moda. Yo llevo haciendo pantalones desde mi primera novia que llevaba un mono de pantalón, hace casi treinta años. Siempre he arriesgado mucho en la novia. Todos los diseños tienen en común mi estilo, pero yo no quiero imponer a nadie lo que tiene que llevar. En mis colecciones tiene que haber un poco de todo, tiene que haber vestidos, tiene que haber conjuntos, tiene que haber pantalones, tiene que haber monos, tiene que haber blusas. No puedo vestir a una sola novia, porque novias hay tantas como estilos hay, pienso que hay que sacar la identidad de esa mujer. Por eso hay que dar muchas ideas sobre las que trabajar. Y luego hay que tener en cuenta muchísimas cosas, desde la hora a la que te casas, hasta donde lo vas a celebrar, para mí es muy importante. En mi colección hay modelos para que te puedas identificar sea como sea tu boda.
Estáis haciendo todos muchas incursiones en el color, en meter apliques de color a los vestidos.
Son las modas y las tendencias de las que te hablaba. De todas formas la tendencia mía es muy, muy básica. Una novia Rafael Urquizar 100% es una novia con manga larga, sin escote y tela con mucha caída, de crépe de seda natural y un velo de seda natural, una línea totalmente minimalista. Lo que pasa es qué de cincuenta clientas hay una que quiere eso.
«Una novia Rafael Urquizar 100% es una novia con manga larga, sin escote y tela con mucha caída, una línea totalmente minimalista»
Hay niñas que quieren tanto en el vestido que ellas se pierden entre tanto bordado y tanta floritura. Y a lo mejor son monísimas y lo que tienen que hacer es mostrarse ellas. Pasa como con el peinado, no te hagas un moño grande, porque tú eres tan guapa, y tienes esa personalidad que no te hace falta llevar nada. Pero todo también depende de la persona.
Lo de los colores…De pronto todos metemos plata, hasta que uno se harta de plata y la novia se harta de plata, porque encima como lo estás viendo en las redes, en Pinterest, en Instagram, en Facebook, pues te cansas. Y de pronto todos metemos oro. Tienes que ir metiendo cosas distintas porque realmente la línea de vestir, en lo que se está trabajando es la misma, lo que cambia son los adornos.
¿Cómo viene la novia de 2017?
No es como viene la novia de 2017, es que la novia de 2017 es infinita. En mi colección sólo están los pilares. Tengo dos vertientes siempre muy diferenciadas, tengo una versión muy arquitectónica, que está formada por vestidos con mucho volumen, micados de seda, rasos gordos de seda, o una línea muy fluida, gasas de seda, crepe de seda y efectos capa. Están muy diferencias, la fluida y la que es un poquito ‘Balenciaga’ alta costura años 50.
«La novia de 2017 es infinita»
Lo que presento en una colección sirve de referencia. Normalmente nunca se hace un vestido igual que el del desfile, de hecho los vestidos de desfiles no se suelen vender, se quedan en la tienda para enseñarlos a las clientas y trabajar a partir de ellos. Una cosa es que tú a partir de las referencias en un escote, en una manga o en un bordado, saques otras ideas, pero normalmente siempre es personalizado.
Una segunda boda, ¿cómo vestimos a la novia?
Yo he tenido novias que las he vestido hasta para sus tres bodas y además con la misma ilusión o más que para la primera.
Que sea una segunda boda, o una tercera boda para mí no es importante, depende de lo que tu quieras. De acuerdo que una boda civil no es igual que una boda religiosa. Una boda civil debe de carecer de velo, debe de carecer de grandes colas, y depende también de dónde lo hagas, no es lo mismo casarte en un jardín que casarte en el juzgado que es una oficina. Ahora, si tú dices que lo vas a hacer en un jardín pues le puedes dar un poquito más de fantasía. Ahora yo, por ejemplo, el ir con velo, sólo para una iglesia. Ir con velo a una boda civil es que no lo veo.
Hay una tendencia actual de las novias con vestido Boho. ¿Te identificas con la tendencia o que esos vestidos los hagan otros?
Depende, esa línea es muy amplia y que yo creo además que no favorece mucho, pues son vestidos como muy amplios. Yo prefiero que mis novias tiendan a clásicas más que a que sigan sólo la moda y vayan muy modernas. Porque tú dentro de cinco o de seis años vas a ver las fotos y al final vas a decir: «¿Qué me puse el día de mi boda?».
Hay modas muy rabiosas como la de la tiara en la frente y hay caras que soportan una tiara en la frente y hay caras que no soportan eso. La novia tiene que ser un poquito realista.
Rafael, supongo que tienes que hacer mucho de psicólogo… ¿Tú ves si un matrimonio va a funcionar o no va a funcionar según la novia?
Yo he visto novias que he pensado que si son así en todo… Arman tal espectáculo y tanta cosa con el vestido, se atacan tanto que yo digo: «Si esta niña se va a atacar tanto en su vida, en las cosas de su matrimonio como con el traje de novia, lo va a llevar muy mal o el novio va a tener que soportar mucho porque hay gente que se pone muy insoportable».
Si tuvieses que vestir a una mujer que englobase en general a la malagueña, ¿ qué vestido le harías? Sé que es difícil contestar.
Es que es muy difícil, porque las ciudades costeras son muy difíciles. Tenemos unos cruces de culturas tan grandes… Y ahora se está vistiendo mejor. Ya te hablo del día a día, tú ibas por la calle hace unos años y no veías a nadie bien vestido, muy poca gente iba bien vestida. Entonces, sobresalía más la gente mal vestida. Y en novias pasa lo mismo, se está vistiendo mucho mejor.
La línea de mis novias, a mí cada vez me cuesta menos que se identifiquen con lo que ofrezco. Para mí es una mujer muy femenina pero simple, con pocos adornos y con mucha personalidad. Para mí eso sería la novia malagueña.
Antes entre los diseñadores de Málaga sí había muchas diferencias, había ciertos diseñadores que eran como muy barrocos -yo siempre he sido minimalista-, ahora se está imitando mucho el minimalismo. A lo mejor ahora soy yo el que me vuelvo barroco. (Dice entre risas) La mayoría de mis clientas vienen de fuera, pero cada vez tengo más novias de aquí.
Urquizar es de los que apuesta por vestir a la novia, a la madre, a la madrina, a las hermanas, sólo así se consigue la armonía. Teniendo en cuenta los colores, los cortes, las simetrías, y sin perder de vista que la novia es la única y auténtica protagonista.
Sencilla, elegante, femenina y con un toque atrevido. Así es la línea de novias de Rafael Urquizar para esta temporada. Aunque como él asegura cada novia es infinita, cada novia en sí es un reto a la hora de plasmar en la tela y el corte su esencia, su identidad.
Fotografía: Lorenzo Carnero
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Transcripción de audio a texto realizada por Atexto.com.