Si eres de las que no puede pasar ni un solo fin de semana sin hacer planes al aire libre… sentimos decirte que estás desfasada!!! Y es que, la última tendencia es atrincherarse entre las cuatro paredes de tu morada y hacer mil y un planes alternativos, que no solo han dejado de ser sinónimo de aburrimiento, sino que, además, ahora ha quedado demostrado que rebaja la ansiedad e ilumina la mente. Te hablamos del nesting y de todo lo que se esconde detrás de esta tendencia que no deja indiferente a nadie.
Con la llegada del verano, seguro que, cada viernes, cuando la jornada llega a su fin, te falta tiempo para meter en la maleta lo primero que pillas y lanzarte hacia cualquier rincón en el que poder olvidarte de esos agobios y preocupaciones que, de lunes a viernes, parecen empeñados en quitarte el sueño. ¿Te sientes reflejada en lo que acabamos de decirte? Pues lamentamos informarte de que, lejos de estar a la última moda, ¡estás anticuada! Tranquila, no nos hemos vuelto locos. Ahora, lo que está a la moda, lo que verdaderamente gusta a los adictos a las tendencias se llama nesting y poco o nada tiene que ver con ese espíritu aventurero y trovador que, durante años, nos ha hecho identificar el hecho de quedarnos en casa con una cuestión anquilosada en el pasado y propia de personas aburridas.
Ahora lo que se lleva es quedarse en casa. ¡Como lo estás leyendo! El nesting parece haber llegado a nuestras vidas para quedarse y, en poco tiempo, ha conseguido incrementar su número de seguidores prácticamente de manera vertiginosa.
Sin embargo, y aunque sea quizás la primera vez que oyes hablar de esta tendencia, su nacimiento empezó a vislumbrarse ya en 2015, cuando muchos empezaron a apuntarse al housewarming (‘calentarse en casa’) o, lo que es lo mismo, una corriente de largo recorrido en la que los consumidores buscaban redescubrir el momento, disfrutar de su espacios y de quienes se encuentran a su alrededor. ¿La razón? Nuestro día a día está rodeado de un sinfín de preocupaciones económicas, políticas, sociales, etc., que hemos empezado a encontrar en nuestro hogar la relajación y seguridad suficientes para hacer frente a todo lo que nos enloquece y desestabiliza.
En definitiva, el nesting lo que busca es combatir la dolora realidad con la que a veces nos topamos, potenciando eso que los anglosajones han dado en llamar Me time o, lo que es lo mismo, reservar momentos para uno y dedicarlos a la cotidianidad del hogar.
La decoración, su precursora
Fue el sector de la decoración el primer en debatir ampliamente sobre la que, en los últimos años, se acerca de manera casi vertiginosa a convertirse en una tendencia sociológica en toda regla. En un mundo plagado de vaivenes, carreras sin un destino fijo y sinsabores que hacen tambalear nuestros cimientos, el hogar se convierte en el mejor de los refugios donde somos capaces de tomar aire, impulso y lo que haga falta para seguir caminando en la búsqueda del verdadero sentido de nuestra existencia.
Y es que hablar de estar en casa, ha pasado de ser una acción cualquiera a identificarse con un auténtico sentimiento. Esta querencia por el hogar cuenta hoy en día con tintes de autocuidado porque posee, de manera paralela, una dimensión muy relacionada con la decoración, que se ha visto potenciada, en los últimos tiempos por espacios en Internet donde gurús del orden ayudan a poner en pie nidos prácticos y amables a través del embellecimiento y la organización. El objetivo: conseguir crear un espacio tan confortable al que siempre sintamos ganas de volver y que nos cueste mucho abandonar.
En pleno siglo XXI, las personas buscan sentirse en casa allá donde estén y esto ha propiciado el arraigo de una tendencia que enfrenta, por un lado, a los defensores de la actitud FOMO (miedo a perderse cualquier ocasión social) con, por otro lado, los que se guían por el JOMO (la alegría de perderse) y el FOGO (temor a salir).
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Y en medio de esta vorágine de opiniones, las voces de algunos médicos que han comenzado a ponernos en sobre aviso indicando que «somos una máquina biológica que, a diferencia de las electrónicos o mecánicas, no disponemos de recambios para su reparación o renovación”, por lo que, en palabras del Doctor Vicente Saavedra: «Nuestras células y órganos necesitan del descanso para repararse. Un cierto grado de diversión es necesario. Pero si se vuelve una forma de vida es absolutamente insano, física y mentalmente. Cada persona tiene su propio punto de equilibrio. Para encontrar es necesario el autoconocimiento, pero la sociedad actual (con valores cada vez más alienantes y materialistas, de consumismo y prisas), no nos encamina a desarrollar la propia responsabilidad sobre nuestra salud. Somos infelices y ansiosos”.
Estar en casa también es divertido
Si aún no eres una adicta al nesting e incluso se te está erizando la piel al pensar en un fin de semana encerrada en las cuatro paredes de tu casa, quizás sea porque no conoces el sinfín de planes que puedes hacer y con los que, por qué no, podrás llegar a divertirte tanto como disfrutando de una estupenda tarde con amigos en cualquier terraza de moda.
Aunque no lo creas, hacer bizcochos o plantar flores también puede hacerte sumamente feliz. ¿No te lo crees? Te proponemos que le eches un vistazo a estos planes y que pruebes con alguno de ellos ¡Verás como al final es más divertido de lo que pensabas!
¿Empezamos por un maratón de series antiguas?
Si eres de las que empieza a estar cansada de series cargadas de elementos fantásticos y con tramas difíciles de seguir, es hora de ponernos nostálgicos y hacer un binge watching con las series que echamos de menos. ¿Qué te parece recordar las temporadas de Twin Peaks? ¿Por qué no empaparnos de todos los capítulos de Cheers? ¿O empezamos por rememorar las andanzas de Carrie en los primeros capítulos de Sexo en Nueva York? Elige la que mejores recuerdos te traigan, coge una buena tarrina de helado y déjate llevar por los recuerdos de juventud acompañada del aire acondicionado ¡Tarde de verano 100% divertida!
Lánzate al apasionante mundo de la cocina
¿Quién dijo que el calor de los fogones era algo propio de las tardes de invierno? Lánzate a experimentar con ingredientes de lo más tropicales y haz tus propias creaciones veraniegas dispuestas a no dejar indiferente a nadie. ¿Has probado el mojito de fresa? ¿Y el gazpacho de sandía con champagne? ¿Eres más de mezclar dulce con salado? ¡Decántate entonces por una lasaña de mango y brandada de bacalao! ¿Cocinas para ti sola? ¡En absoluto! Crea un grupo de Whatsapp, escoge a tus amigos más divertidos y pon fecha. ¡Prepara una velada fresquita y llena de diversión!
Tiempo para ti
¿Cuántas veces repites durante la semana la frase: si tuviera solo 5 minutos…? ¡Apúntate al nesting durante el fin de semana y disfruta de un poco de tiempo para todo lo que necesites! Olvídate del despertador, desayuna todo lo que te prohíbes durante la semana y sumérgete en un baño relajante que te haga viajar hasta lugares insospechados. Aprovecha para hacer algún que otro ritual de belleza, saca del armario esas prendas que llevan décadas viviendo contigo y deja espacio para otras nuevas que lleguen dispuestas a cambiar tu actitud ante la vida. Navega un poco por internet, come helado, habla por teléfono durante horas con esa amiga a la que hace tiempo perdiste la pista… en definitiva, abandónate a disfrutar de una jornada donde tú y sólo tú seas la auténtica protagonista de la historia.
¡Descubriendo dotes culinarias!
En un momento en el que todo el mundo parece tener dotes culinarias dignas de los paladares más exigentes, ¿qué te parece organizar una cata de comida bien fresquita? ¡Seguro que en tu grupo de amigos hay más de un cocinilla que se pirra por estas quedadas en las que poder dar a conocer su soltura con los fogones! Propón la temática, encárgate de la decoración y conviértete en la anfitriona de una velada espectacular.
¿Fiesta de pijama cuando ya no eres adolescente?
¡Claro que sí! ¡Son mucho más divertidas y las conversaciones más frescas y desenfadas! Eso sí, solo si la organizas con tiempo lograrás reunir a todas esas amigas a las que tanto os cuesta coincidir a pesar de estar permanentemente conectadas a través del móvil. ¡Así es que ponte a ello cuanto antes!
¿Quién se niega a probar el nesting después de todos estos planes? Nosotros, por lo menos, vamos a intentarlo. ¡Seguro que nuestro cuerpo nos lo agradece!
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