Cuando me propusieron presentar a Ágatha Ruiz de la Prada en Marbella, he de confesar que sentí una mezcla de emoción y vértigo. ¿Quién era yo para presentar a una figura tan reconocida, alguien que ha formado parte del paisaje cultural de nuestro país durante décadas? La respuesta era sencilla: era un honor. Un honor inmenso tener la oportunidad de acompañarla en este acto, de acercarla un poco más a todos vosotros y, sobre todo, de aprender de su experiencia, su mirada y su manera única de estar en el mundo.
Ágatha Ruiz de la Prada: más allá del icono
Ágatha no necesita presentaciones en el sentido clásico. Su nombre es sinónimo de color, de atrevimiento, de alegría y también, como he descubierto al adentrarme en sus libros, de una sinceridad valiente y un derroche de autenticidad sin filtros. En Todo por un plan, el libro que venía a presentar, y también en su anterior autobiografía, Ágatha se desnuda sin pudor: muestra sus luces y sus sombras, su fortaleza y su vulnerabilidad, su inmenso amor por la vida y su capacidad para sobrevivir —y reinventarse— en medio de las tormentas.
Una sinceridad que conecta
Lo que más me impresionó al leer sus memorias fue su manera de abordar el éxito y el fracaso, el amor y la pérdida, el trabajo y la maternidad, siempre desde una óptica personalísima y profundamente honesta. Ágatha no adorna su historia; la cuenta como ha vivido siempre: a su manera.
Una conversación sin red
Durante la conversación que tuvimos en La Fonda Heritage Hotel de Marbella —un lugar mágico—, Ágatha habló de su infancia marcada por el arte y los grandes planes familiares, de su necesidad vital de estar en movimiento, de sus hijos, de su papel como abuela, y de la evolución de su propia identidad como mujer, artista y empresaria. Habló también de la importancia de trabajar, de la cultura como motor de vida, de la moda como una forma de contar historias y de su amor incondicional por el color, ese lenguaje que ha usado para construir su universo.
Pude comprobar de primera mano lo que intuí leyendo sus libros: Ágatha Ruiz de la Prada es una mujer tierna, curiosa, agradecida, con un gran sentido del humor y una energía que desborda. Una mujer que no se conforma, que busca, que transforma todo lo que toca. Que convierte lo cotidiano en extraordinario simplemente por la manera en que lo vive.
Un gran plan para recordar
Fue una conversación sin red, sin guion estricto, donde dejamos que las palabras fluyeran. Porque, como ella misma dice, lo importante no es tanto el plan en sí, sino cómo lo vives. Y vivir esta experiencia a su lado fue, sin duda, uno de esos grandes planes que guardaré siempre en la memoria.
En un momento dejamos de grabar la entrevista porque ella lo quiso así. El resto de la conversación se queda para los que asistieron y disfrutaron en primera persona del evento, de un plan que resultó ser perfecto.
Os invito ahora a acompañarnos en este viaje a través de la vida, la moda, el arte y el alma de Ágatha Ruiz de la Prada. Estoy segura de que, al terminar, la conoceréis un poco más y la admiraréis, como me ha pasado a mí.
¡Dale al play y disfruta de esta conversación tan especial!
Agradecimientos: La Fonda Heritage Hotel de Marbella y MN Comunicación
