Inauguramos el Foro Yo Soy Mujer. Un espacio para poner en contacto a distintos profesionales y en el que trataremos un tema concreto que interese a todos los participantes y a los lectores. En esta ocasión, y como pistoletazo de salida a esta sección, hemos hablado sobre todo lo que conlleva dirigir un hotel y lo que, en la actualidad, aporta la capital malagueña a la oferta turística en términos generales.
Este año, las cifras de ocupación hotelera han vuelto a dejar datos históricos. La recuperación de la economía unida a que la provincia es un destino seguro, frente a otros del mediterráneo, y su proyección internacional son sólo algunos de los factores que están contribuyendo al crecimiento de la marca Costa del Sol. A esto habría que sumar la apuesta que Málaga ha hecho por la cultura en la última década y que ahora se traduce en una ciudad más moderna que cuenta con un circuito de museos dignos de una gran capital. Todo ello ha propiciado que, en los últimos tiempos, varias cadenas hoteleras hayan puesto sus ojos en ella para abrir nuevos establecimientos.
La cita es en el restaurante T-Bone del Hotel Gran Meliá Don Pepe en Marbella. Un cinco estrellas de gran lujo que, en sus más de 50 años de historia, ha conseguido –con una ubicación única y su buen hacer- atraer a las grandes fortunas del mundo. Desde hace año y medio está capitaneado por una mujer: Rocío Galán . Sólo un pequeño porcentaje de los directores de la cadena Meliá son mujeres. Y no es de extrañar. Aun cuando las mujeres estamos cada vez más presentes en todas las escalas del ámbito empresarial, la dirección de hotel es el máximo exponente de la entrega total que requiere el mundo de la hostelería y hotelero, con realidades del tipo de «no hay horarios” y «se trabaja cuando los demás descansan”. Quien apueste por desarrollar su carrera profesional en la dirección de un hotel- independientemente del hecho de que sea hombre o mujer- ha de saber que su vida transcurrirá intentando hacer equilibrios en una cuerda floja que unirá su vida personal y profesional. Tanto es así, que muchas mujeres descartan esta opción cuando comienzan a pensar en la maternidad.
Os presento a los invitados participantes en el almuerzo:
Rocío Galán
Malagueña. Madre de un niño de tres años. Directora del Hotel Gran Meliá Don Pepe y anfitriona en este foro. Con anterioridad, además de trabajar en otros puestos en hoteles, ha sido hotel manager del Gran Meliá Colón (Sevilla) y Gran Meliá Rome Villa Agrippina (Roma). Lleva en la cadena Meliá desde 2004. Si aún no lo habéis hecho os invito a que leáis la entrevista que publicamos la pasada semana en Yo Soy Mujer.
Sara González
Directora del hotel Vincci Selección Aleysa Boutique & Spa de Benalmádena. Premio al Hotel con Mejor Reputación Online. El hotel es el único 5 estrellas de los municipios entre Málaga y Marbella. Cuenta con 35 habitaciones y un servicio muy exclusivo. El establecimiento que regenta es propiedad de la familia de Sara, aunque va de la mano de la cadena hotelera Vincci.
Sara es madre de una niña de nueve meses, Sofía, que desde que vino al mundo se ha convertido en el centro de su universo. A pesar de las dificultades de su puesto ha decidido apostar por una crianza tradicional y fomentar el vínculo madre-hija. Para ello, vive en un piso anexo al hotel para poder conseguirlo. De hecho, la celebración de este almuerzo supone para ella la primera vez que se separa de la niña durante tantas horas. Es normal verla en las instalaciones del Aleysa con su hija en brazos e incluso, cuando Sofía era más pequeña, la llevaba en un pañuelo atada a su cuerpo. Así la pudieron ver los directivos del Vincci que venían de Madrid y que, curiosidades del destino, tenían con ella una reunión el mismo día que Carolina Bescansa apareció con su hijo en el Congreso. Pero Sara no tenía ni cámaras delante ni una guardería a cien metros. Sabe que no es lo ideal pero, además de directiva es empresaria, y no ha podido disfrutar de una baja de maternidad.
Sara no sólo tiene el reconocimiento de sus clientes, sino el de todos sus compañeros. Alaban la gestión que ha hecho de un hotel como el Aleysa en un enclave como Benalmádena.
Cristina Guerrero
Actualmente es Directora del Área Territorial de Empleo de Málaga capital y Axarquía. Ha sido directora del Observatorio de Recursos Humanos para el Sector Turístico de Andalucía. Cristina Guerrero Moreno, licenciada en Ciencias del Trabajo, funcionaria de la Junta de Andalucía, cuenta con una brillante carrera profesional y fue durante 14 años jefa de estudios de la Escuela de Hostelería de La Cónsula, en Málaga. Ahora desde su puesto trabaja incesantemente porque la escuela recupere su esplendor y vuelva a ser el corazón formativo de los profesionales de la hostería de la Costa del Sol.
Su implicación con su trabajo va mucho más allá de la imagen que muchos tienen del funcionariado. Su aportación es fundamental cuando hablamos de retos del sector turístico en la provincia, ya que una de las cuentas pendientes sigue siendo la formación del personal.
Achi Castillo
Fue una de las grandes promesas del baloncesto español. Cuando dejó el deporte se reinventó por completo y en 2008 fundó la empresa One2One marketing y eventos. Desde entonces no hay hotel que se precie en la costa que monte una fiesta y no contrate sus servicios. Se dedica a la producción completa de eventos y a los viajes de incentivos, entre otras cosas. Su trabajo tampoco tiene horarios y suele ser más intenso en verano y los fines de semana. Tiene dos hijas a las que adora. Cada día intenta llevarlas y recogerlas del colegio y, además, compartir con ellas el máximo tiempo libre que le queda después de atender sus quehaceres profesionales diarios.
Al igual que nos pasa a la mayoría de las madres cuando recibimos una llamada de teléfono y estamos con nuestros hijos intentamos no decirlo. «Parece que da una imagen menos profesional”. Es algo que al parecer también le ocurre a los hombres, según nos cuenta Achi. Yo, al menos, cuando estoy en casa con mis hijas y recibo una llamada de trabajo, corro a indicarles que bajen la voz para que mi interlocutor no descubra que estoy con ellas mientras atiendo aspectos profesionales. Es algo de lo que hablaremos durante el almuerzo.
En septiembre, Achi necesitará ampliar personal. Y tiene muy claro el perfil que quiere: mujer, madre y con experiencia. «Sois mucho más organizadas, estáis en cada detalle”.
Finales de julio. Quedamos a las 2 en el Hotel Gran Meliá Don Pepe. El tráfico en las carreteras de la costa es bastante denso. Todos los invitados han hecho un esfuerzo por asistir al encuentro. Avisan de que llegan tarde. Mientras, Rocío Galán, la anfitriona, se mueve de acá para allá. Aprovecha hasta el último segundo para resolver cosas en el hotel.
En esta ocasión el hall está decorado con rosas rojas. La fragancia nada más entrar te envuelve. Me cuenta que tiene que recolocar a unos clientes. Tenían los vuelos contratados para volver a su país de origen pero han decidido prolongar la estancia. Algo que en cierto modo supone un problema cuando el hotel está al máximo de su capacidad. Si fuese ellos, yo tampoco querría irme de allí. Todo en el edificio rezuma lujo pero con armonía y equilibrio. Incluso el mobiliario más llamativo en su disposición transmite paz y tranquilidad. El silencio y la agradable música ambiental sólo lo rompen los ruedines de alguna maleta de huéspedes que llegan o se van en la recepción. Me gusta ser muy estricta con los horarios, pero en un entorno así alterarse resulta complicado. Los comensales van llegando poco a poco.
Sara es la primera en hacerlo comentando el denso tráfico que ha encontrado en la carretera. No se despega del teléfono ni lo hará durante todo el almuerzo. «He dejado a Sofía por primera vez sola con mi padre. Espero que todo vaya bien…” Cualquier madre que se haya separado por primera vez de su bebé sabe lo que se siente. Cristina me llama avisándome de que está en una caravana a la altura de Benalmádena y Achi, al llegar se disculpa y a la vez se ríe: «Perdonad. Creo que a estas alturas casi me he acostumbrado a que todo el mundo me pida las cosas para ayer. He tenido que buscar un Dj para una fiesta para esta misma noche”.
Todos coinciden en que en los últimos años es difícil planificar nada. Nos hemos acostumbrado a contratar todo a última hora.
El lugar que ha elegido Rocío para el almuerzo es el restaurante de la piscina. En verano, esta área acoge el Restaurante ‘T- Bone Grill’, el Pool Bar y los mejores helados, chocolates y macarrons en ‘Darcis’, creando un espacio gourmet donde el cliente puede disfrutar de cada momento del día en un entorno espectacular. Durante el almuerzo tendremos ocasión de comprobarlo. Como ella es la anfitriona le pedimos que sea la que elija lo que vamos a comer. Llegan las bebidas y comienza la tertulia.
Tomad asiento y acompañadnos. A continuación os haré un resumen de los temas que se trataron. Espero que después seáis vosotros los que saquéis vuestras propias conclusiones.
Los entrantes -Almejas de carril -Ceviche de pescado salvaje de mercado -Tartar de ventresca de atún de Barbate |
¡ Bienvenidos al primer ‘Foro Yo Soy Mujer’!
Achi Castillo y Rocío ya se conocen. One2One es la empresa a la que contratan en el caso de galas y eventos. Achi nos cuenta que su trabajo en cuestión de entrega y horarios es muy similar al de director de hotel. Reconoce que hay días en verano que apenas duerme, ya que su labor incluye desde la pre-producción del evento al desmontaje del mismo, pasando, obviamente, por la ejecución. Esto hace que su día a día se convierta en una auténtica carrera contrarreloj, cuando el cliente contrata sus servicios a pocas horas de la realización del mismo. «En cierto modo ya me he acostumbrado a trabajar así. Antes me asustaba y pensaba que no iba a tener suficiente trabajo. Pero al final, a última hora, todo el mundo te llama. Ya sé lo que es vivir con esa incertidumbre y esa presión”. Es algo que ha pasado también en los últimos años con los hoteles. El destino y la reserva lo dejamos para el final. Comenzamos con él.
Achi, ¿somos distintas las mujeres trabajando y planificando?
He de decir que yo prefiero trabajar con mujeres. Los hombres somos menos organizados. Además, vosotras os acordáis de todo y estáis en todos los detalles. Generalmente, tenéis las cosas más claras. Los hombres dejamos las cosas más en el aire. Por ejemplo, las veces que he trabajado con Rocío, aquí en el Don Pepe, siempre ha tenido muy claro lo que quiere pero también siempre se ha dejado asesorar.
Sé que hay mucho enemigo de la palabra «conciliar”, pero es cierto que en trabajos que no se tienen un horarios establecidos de ocho horas, en los que se sabe cuándo se empieza pero no el momento de acabar, llegar a todo es más complicado. Achi, tú tienes dos hijas y tu mujer también trabaja. ¿Sientes que tu trabajo te resta mucho de estar con las niñas?
A ver…Yo las llevo y las recojo todos los días del colegio. Ahora además es más fácil porque son más mayores; tienen 12 y 9 años. Mi mujer trabaja dos tardes y yo otras dos tardes. Así siempre estamos alguno de los dos con ellas cuando salen del colegio. Generalmente si tú me llamas un lunes o un miércoles por la tarde para que nos reunamos, a no ser que sea algo muy urgente, no me voy a reunir porque son las tardes que me toca a mí estar con ellas. Puedo hablar por teléfono contigo, puedo trabajar desde casa esas tardes con el ordenador, pero una reunión no me voy a poner. Hay veces que me llaman para cosas de trabajo y si no tengo mucha confianza con mi interlocutor no digo que estoy en casa con las niñas. «Queda raro decir que estoy en casa con mis hijas y que no voy a ir a una reunión por eso. Parece que es que no quieres trabajar. Además, la reunión se puede poner en otro momento”.
Rocío apunta que ella le pasa igual cuando recibe una llamada de trabajo y está con su hijo. ”Da la sensación de que no queda profesional.” Sin embargo todos estamos de acuerdo que cuando llamamos a alguien y es esa persona la que está con su hijo no se nos queda imagen de poca profesionalidad, sino de que estamos molestando. «Tenemos mucho complejo aún con eso cuando debería ser algo natural. Si te llaman a las 8:30 de la tarde y descubren que estás con el niño, pensamos que vamos a dar la sensación a nuestro interlocutor de que no hemos hecho nada en todo el día. ¡Y posiblemente volvamos de haber pasado 12 horas trabajando en el hotel! Tenemos esa presión”.
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Cristina no cree que esos complejos los tengan en países como Suecia. Bromeamos con que en Suecia nadie se permite llamarte para temas de trabajo a las 8 de la tarde ni mandar un whatsapp a las 12 de la noche de algo que puede esperar al día siguiente.
Sin embargo, es habitual ver a Sara con la niña por el hotel. Se considera una privilegiada por poder hacerlo y no haber tenido que renunciar a la crianza tradicional que le apetecía llevar a cabo. «Yo no vivo pensando en que me tengo que justificar. He conseguido que todo el mundo lo vea con mucha naturalidad. No pude coger una baja unos meses y desconectar. Tengo un equipo muy bueno pero no hay nadie que realice mi función. Mi padre es un crack, pero no tiene que ocupar mi puesto. He dirigido el hotel con el bebé, he ido a reuniones con el bebé, a cursos con el bebé… Me dicen que en eso soy un poco hippie.”
El equipo del hotel Vincci Aleysa en su mayoría son mujeres, incluso los jefes de departamento son mujeres y muchas tienen hijos. Así que Sara nos cuenta que lo de la conciliación es cosa de todo el hotel.
Cristina Guerrero interviene y hace la pregunta que todos nos planteamos: ¿cómo vería ella que una de sus empleadas se llevara el niño al hotel durante su horario de trabajo? Sara contesta con total sinceridad: «Mal. Primero porque las mujeres que trabajan en el hotel pueden disfrutar de su baja de maternidad y, además, se les facilita disfrutar de las horas de lactancia y de las vacaciones. Por lo tanto, no dejan a sus bebés tan pequeños. Intentamos adaptarnos los horarios para facilitar, por ejemplo, que una madre esté por las tardes en casa llevando a actividades a sus hijos. Pero es relativamente fácil porque somos 70. Si una empleada tiene ciertas necesidades y hay días que se tiene que ir antes a lo mejor hay otro que se queda más tiempo. Lo llevamos con mucha flexibilidad. Un ambiente de trabajo no es un entorno sano para un bebé. Pero yo no tuve más opción tampoco. Necesitaba estar con mi hija, porque lo necesitaba, pero no podía ausentarme de mi puesto de trabajo. Por eso lo he hecho así. Cuando era más bebé era más fácil porque la tenía en una reunión y estaba dormida. Desde que cumplió cinco meses, más o menos, eso ya no lo puedo hacer. Ya no la puedes tener en una reunión porque no tiene estímulos. Y si fuera al banco y la señora de la caja me atendiese con un bebé me parecería muy raro”.
Cristina dice que, salvando las distancias, le recuerda a lo que hizo la diputada de Podemos, Carolina Bescansa. Achi y Rocío apuntan a que aquello fue de cara a la galería y algo innecesario teniendo una guardería en el Congreso a escasos cien metros. Sara nos cuenta lo que vivió ella ese mismo día: » Vinieron de la central de Madrid y tuve una reunión con ellos. Y llevaba a mi niña metida en un pañuelo atado a mi cuerpo, como hacen las africanas. Luego, cuando vi en la tele lo de Bescansa ni mucho menos me identifiqué con ella. Eso fue postureo. Realmente no se abrió un debate real sobre conciliación. Todo el mundo lo percibió como lo que fue, algo de cara a la galería”.
Cristina recuerda el caso de otras mujeres políticas que han sido madres en los últimos años. «Los políticos tienen una responsabilidad y, al final, hacen cosas que nos perjudican como mujeres. Si estamos hablando de la necesidad de conciliación, de que hay unas cifras muy bajas de nacimiento de niños, de que es necesario aumentar el periodo de la baja maternal, no es coherente que luego políticas como la Ministra de Defensa en su momento, Carme Chacón, Soraya Sáenz de Santamaría o la propia Susana Díaz, se incorporen de inmediato al trabajo después de haber dado a luz. El empresario ve eso y el mensaje que resuena en su cabeza es ¿por qué entonces tengo que darle yo a mi empleada 16 semanas de baja maternal? Con sus comportamientos hacen un flaco favor al resto de mujeres. Además, la mujer cuando da a luz lo que necesita es estar con su hijo. La naturaleza es la que es y la que pare es la madre; la que tiene la leche es la madre por mucho que queramos ahora que sean los hombres los que en esos casos se cojan la baja `por maternidad´”.
Rocío y Sara, ¿los hombres que trabajan con vosotras no reclaman la conciliación? (Les pregunto a ellas porque Achi ha dejado claro desde el principio que el tiempo de sus hijas es el tiempo de sus hijas y que para él es muy importante marcarse límites en ese sentido)
Rocío: «Aquí todo el personal se ajusta a lo que dice la Ley y los convenios. Al tener tanta plantilla no se puede estar cambiando horarios todos los días. Si alguien se pide una reducción de jornada pues se cumplen los horarios. Pero sería una locura ir cambiándolos continuamente”
Sara: «Los hombres más mayores no. Consideran que los niños son cosa de las madres. Los más jóvenes sí. Mi equipo ‘maculino’ más joven sí que está asumiendo el rol y se cogen la baja de paternidad y se suman las vacaciones para estar más tiempo. Y yo pienso que ojalá mi padre hubiese podido hacerlo. Pero claro, a mí padre le hablas de conciliación y le da la risa. Su vida ha sido trabajar, trabajar y trabajar. Mi padre creo que fue a verme al hospital cuando nací y se volvió al trabajo.”
Cristina cuando una mujer entra a formarse en hostelería sabe a lo que se va a enfrentar…
«La gente que hace la carrera de turismo lo tiene más en el aire porque puede tener diferentes salidas y no todos los trabajos exigen lo mismo. Pero, por ejemplo, la gente de cocina es muy vocacional. Saben perfectamente cómo son los horarios en hostelería. Tienen más claro dónde van. Las mujeres cocineras que se formaron conmigo en La Cónsula todas siguen en cocina, las que se dedicaron a servicios casi ninguna sigue. Sobre todo lo dejan cuanto tienen hijos. Es un sector que asusta bastante a la mujer. Es normal con lo que vosotras estáis contando que al final muchas lo que quieran es un trabajo de 8 a 3. Todo el mundo no tiene ni esa vocación ni ese espíritu de sacrificio.”
Achi nos cuenta que antes de que acabe la temporada necesita contratar a una persona más. Y quiere que sea una mujer. «Cumple mucho mejor el perfil de lo que yo estoy buscando. Pero no una chica joven, sino una mujer. Alguien que ya tenga hijos, que tenga organizada su vida, que tenga experiencia, etc”.
Achi lo que das a entender es que no quieres una mujer que se pueda quedar embarazada…
«No es solo eso. Es que para trabajar en mi empresa tiene que tener su vida ya muy organizada. Y es verdad que a lo mejor tiene que trabajar todos los fines de semana, pero puede descansar entre semana. Es un trabajo que se ajusta a lo que tengamos contratado. Y entiendo que para eso tiene que ser una persona con cierta flexibilidad horaria, que ya tenga a los hijos más mayores…Y tengo claro que no lo voy a tener fácil para encontrarla, pero de verdad que el perfil que busco es de mujer.”
Cristina, decías que las mujeres que se forman en cocina siguen trabajando en eso a pesar de los horarios. Pero los que destacan al final son hombres. En su mayoría cuando hablamos de grandes chefs a todos nos vienen hombres a la cabeza.
«Es que llegar a esos niveles requiere de mucha dedicación y sobre todo de mucha promoción; de moverse mucho, de muchos viajes y nosotras mismas en eso nos limitamos. Yo conozco a cocineras maravillosas, pero al tener hijos ellas mismas bajan sus objetivos. Y eso ellos no lo hacen. Ni Dani García ni Jose Carlos García te aseguro que se imponen esos límites aun siendo padres. Y, nos guste o no, esa es la realidad.”
Rocío interviene y apunta que el trabajo en cocina es durísimo y está de acuerdo con Cristina en el hecho de que para mantener el ritmo, la mujer que opte a ello tiene que ser por vocación.
Sara y Rocío, si en una empresa hotelera se tienen en cuenta los turnos para la recepción por ejemplo, ¿creéis que llegará un momento incluso en el que haya dos directores con distintos turnos? No sólo es algo que tenga que ver con la incorporación de la mujer-madre al puesto, sino porque la gente más joven tampoco está tan dispuesta a trabajar 12 o 15 horas al día y sacrificar su vida personal.
Rocío: «No lo creo. Sí que es cierto que hay funciones repartidas y que cuando yo estoy de descanso hay un responsable de guardia, pero no contemplo la idea de dos directores tomando decisiones. Al final o son dos personas súper sincronizadas o terminas volviendo loco al equipo.”
Sara: «En el hotel la directora soy yo, pero hay veces que mi padre que tiene mucha experiencia también participa. Y te aseguro que no sé si el personal se vuelve loco, pero yo aun valorando muchísimo su aportación, soy la primera a la que me parece más complicado la toma de decisiones entre dos».
Es decir, que creéis que no es viable…
Rocío: «Es que quien quiere acceder a una dirección de hotel sabe las cosas buenas que tiene, pero también lo que supone. Si no estás dispuesto a asumirlo es mejor que ni lo intentes. Así es que la clave es ésa. Saber que es tu trabajo, que te apasiona y que hay cosas de tu vida personal, del tiempo que le destinas, a lo que tienes que renunciar. Ya cada uno decide si le compensa o no. Es tu profesión y sabes lo que exige de ti.”
Sara: «Yo no sé si vosotros lo notáis, pero yo veo mucha diferencia entre el personal más mayor y los más jóvenes. De 40 para arriba, o para las personas de más de 50, como mi padre, lo primero es el trabajo. Y a partir de ahí organizan su vida. No piensan ni en rentabilidad ni en el empresario; piensa únicamente en su trabajo. Si el cliente quiere una copa y se tiene que quedar tres horas más pues se queda. La gente más joven no. Estamos en otra dinámica. Y creo que por un lado afortunadamente la sociedad ha evolucionado en ese sentido. Mi padre dice que para él no existían los turnos. Existía el trabajo.
Achi interviene: «A mí me pasó una cosa hace poco que va en esa línea de que la gente más joven no está dispuesta a renunciar a su tiempo de ocio. Había 120 italianos para una fiesta por la noche, y justo coincidió que se clasificó Italia y jugaba un partido. Así que me llamaron para que en la cena pusiera unas pantallas porque querían ver el fútbol. Consigo las pantallas, pero en el sitio no había antena. Así que llamé a un antenista. Eran las 6 de la tarde de un viernes y me dijo que él a esa hora un viernes no trabajaba. Le ofrecí el doble de lo que valía hacer ese servicio y me dijo que no. Y eso que la empresa es suya”.
Cristina: «La gente joven no está educada en el sacrificio. Todo lo que tiene de positivo tiene también ese factor de gente que se ha criado con poco esfuerzo. Llevo 30 años en la administración y la gente que se acaba de incorporar les cuesta mucho involucrarse. Todo es: «esto a mí no me corresponde, no es de mi competencia…” Les duele la cabeza y ya no van a trabajar. No hay espíritu de sacrificio ni de deber”.
Sara: «Yo no quiero polarizar pero en general es así. Muchas veces pensamos, al menos yo, cómo podían hacerlo nuestros padres. Pero es verdad que ahora tenemos círculos sociales que sostener, las redes sociales –que son un trabajo más-, queremos viajar… Gastamos muchísima energía en todas esas cosas. Mis padres, por ejemplo, no llevaban tanta vida social para adelante ni le daban la prioridad que nosotros le damos al ocio.”
Rocío: «Yo no creo que sea cuestión de edad. Es cuestión de actitud. Yo tengo gente más mayor en el hotel que no responde como debería y otros que siguen con las mismas ganas e ilusión que el primer día. Y tengo gente joven súper competente y otra que parece que todo le cuesta muchísimo, pero no creo que sea cosa de la edad, es de cómo sea esa persona.”
Achi: «Lo mío no es hostelería, son eventos, pero lo tengo muy complicado para encontrar personal. Los meses fuertes, media jornada son 12 horas. No hay días de la semana; se trabaja casi todos los días. Luego es verdad que a lo mejor al mes siguiente trabajamos sólo 7 días. Pero la gente no está dispuesta. Y hay días que nos dan las siete de la mañana porque tenemos que desmontar todo. Y el personal es el mismo que tiene que montar a lo mejor otra cosa ese mismo día. No todo el mundo está dispuesto. »
Cristina: «Para el mundo de la hostelería o se sirve o no se sirve.”
Achi: «Yo lo que estoy viendo últimamente es el camarero que se queja al cliente de lo que trabaja. Eso queda fatal”
Es evidente que un buen servicio puede ser clave en muchas ocasiones. Un camarero amable y profesional es capaz de salvarte una comida mediocre y, por el contrario, si el servicio es malo, el cliente no va a volver por muy exquisita que sea la comida o muy bonito que sea el sitio.
¿Falta, entonces, profesionalización en el sector?
Rocío: «Falta profesionalización, faltan escuelas, no cualquiera puede ser camarero…Si me dan a elegir yo prefiero gente que no tenga experiencia y no haya trabajado en ningún sitio y formarlos yo. Es muy vocacional y le tienen que poner pasión. De mi tiempo de trabajo diario el 70 o 80% del tiempo lo empleo en gestionar al personal. Es lo que más tiempo me lleva.”
Cristina: «El otro día estuve en unas jornadas y la conclusión fue que la evolución del turismo pasa por la profesionalización, por la formación… De alguna manera, durante la formación, puedes ir también guiando la actitud”
Sara: «Es que ni siquiera la carrera de turismo te prepara para la operativa de los hoteles, te da sólo una base.”
Rocío: «Tampoco es hotelería. Es muy general. Ten en cuenta que de ahí también sale la gente de las agencias de viajes.”
Cristina: «La UMA tiene un proyecto para el CIO Mijas. A ver si sale… Además, ya está aprobado que la nueva Facultad de Turismo va a llevar un hotel de verdad. El CIO Mijas para mí era el ideal porque tenía esa parte práctica de la parte hotelera.”
Sara: Yo soy licenciada en derecho y después estudié en Le Roches y en el CIO. Y puedo decir que el CIO tenía un altísimo nivel de profesorado y de contenido.
¿Debería exigirse un título al camarero? No sé si recordáis cuando empezó el boom de la construcción todos los camareros profesionales se fueron a la obra y entró gente que en su mayoría no tenía ni idea…
Cristina: «Estoy muy cansada de ir a veinte mil foros y que los empresarios y los directivos reclamen un título y profesionalidad. Nosotros desde la `formación para el empleo´ hemos hecho unos certificados de profesionalidad que establecen unidades de competencias y capacitación para que, además, puedas seguir formándote toda la vida. Pero la realidad es que no se está teniendo en cuenta que las personas lo tengan o no a la hora de contratarlas. No se les está premiando ni valorando ese título. Por tanto no hay diferencia a la hora de encontrar un trabajo si tienes el certificado o no. Debería tener un reflejo en los convenios colectivos.”
Sara: «Para mí la competencia técnica no tiene tanto valor. En la hostelería lo que quiero es que te atienda una persona amable. Da igual si sirve mejor o peor el vino, pero que sea amable y educado».
Rocío: «Yo creo que el que no es simpático nunca va a ser simpático, pero una forma correcta de comportarse sí se puede enseñar. Hay que ser muy exigente con todo, hasta con la presencia física».
Plato Principal: Taco de Pargo a la brasa |
Llevamos casi una hora y nos quedaría mucho más por hablar de este tema. El turismo y las empresas de servicios son el motor económico de la Costa del Sol. Todos directa o indirectamente dependemos de ello. Y aunque somos eminentemente un destino de sol y playa, en los últimos años Málaga capital ha tomado cierto protagonismo completando la oferta cultural y de ocio. Algo que la ha puesto en el mapa por encima de ser solamente, como hasta ahora, la capital de la Costa del Sol. Hoy Málaga tiene entidad propia y se ha convertido en un destino atractivo de por sí. Por eso no quiero dejar de hablar de este tema. Hay quien se atreve a decir en algunos medios que puede llegar a ser la nueva Barcelona.
Cristina: «Habría que ver los parámetros para definir cómo sería esa ciudad maravillosa. Culturalmente creo que estamos por encima de la media, gastronómicamente es una ciudad muy top, y, desde el punto de vista de los hoteles, ha habido una evolución importante desde hace unos años hasta la actualidad”.
Rocío: «Sin embargo, yo creo que, en ese sentido, no se ha desarrollado en la misma línea que a nivel cultural y de restaurantes. Si queremos el cliente internacional que va a Barcelona nos queda muchísimo por hacer. Necesitamos grandes cadenas hoteleras. Por ejemplo la apertura del Miramar le va a dar un empujón porque hacen falta 5 estrellas”.
Achi: «Yo soy de Málaga y me vine a vivir a Marbella en el 99. Y lo digo claramente, yo no me vuelvo a vivir a Málaga. Soy de Málaga de siempre pero creo que el enfoque que le ha dado Marbella al turismo no se lo ha dado Málaga. Vendemos experiencias y eso Marbella lo ha entendido muy bien”.
Rocío: «Pues yo sería feliz con un «Don Pepe” en Málaga. Yo quiero este hotel pero en Málaga. A mí es una ciudad que me encanta. De hecho a Meliá es un destino que le gusta si encontrase el espacio adecuado.”
Achi: «A Málaga le falta mucho para acercarse a lo que como destino ahora mismo es Marbella.”
Rocío: «No estoy de acuerdo. Evidentemente no se puede comparar una ciudad vacacional con una urbana. Puedes comparar Marbella con Ibiza, o Málaga con Bilbao o Valencia. Pero siempre teniendo en cuenta que Málaga y Marbella no son el mismo tipo de destino.Si Málaga quiere seguir creciendo con visión de futuro tienen que abrir buenos hoteles de cadenas importantes o no vamos a conseguir ponerla en el mapa internacional. Ahora Málaga no puede absorber el crecimiento. En general, si lo comparamos con Barcelona, lo que hay en Málaga son hoteles pequeños, muy nacionales, etc”.
Achi: «El hotel de Málaga no responde a la demanda de un turista internacional”.
Sara: «Yo tampoco veo a un cliente de Nueva York o Tokio en Málaga. Prefiere ir a Barcelona. Estamos hablando más bien, creo yo, de un turista nacional o europeo.”
Cristina: «Pues el New York Times ha sacado un reportaje sobre la calidad de vida de Málaga”
Rocío: «A mí me encanta Málaga. Pero, por ejemplo, un cliente como el del hotel Gran Meliá Don Pepe en Málaga no tiene muchas opciones donde quedarse en Málaga. Si por ejemplo abriesen un Starwood créeme que harían dos días en Marbella y dos en Málaga.”
¿Vuestros clientes quieren ir a Málaga mientras están en vuestros hoteles? ¿Se ha posicionado como un punto a visitar durante las vacaciones?
Rocío: «Ahora sí. Antes no. Antes llegaban hasta el aeropuerto. Preferían ir a Granada, Córdoba o a Sevilla. Cuando estaba en Sevilla y les decía que yo era de Málaga no encontraban motivos para venir a Málaga. Ha cambiado mucho la ciudad. Está muy bien posicionada.”
Sara: «Sí, pero para completar unas vacaciones como una opción cultural o de ocio. Pues ya que estoy en la costa voy un día a Málaga… Pero como destino por sí mismo no sé.”
Rocío: «Pues yo creo que sí. Que cada vez más”.
Cristina: «Antes los turistas que llegaban aquí a través de un crucero se bajaban del barco y cogían un autobús para hacer excursiones. Ahora muchos se quedan en Málaga y hacen el circuito de museos o se van de compras”.
Achi: «Si Málaga no hubiese evolucionado tampoco la hubiesen cogido como puerto para los cruceros…”
Rocío: «Ahora el turista tiene que cosas que ver en Málaga. Puede hacer cosas en Málaga. Antes no ofrecía nada .Y es que no había ni hoteles. Nosotros no somos conscientes de la potencialidad que tiene Málaga. Pero insisto, hay que ampliar y mejorar la planta hotelera. Si no la visitarán un día y punto».
Cristina: «Eso qué dices es fantástico, pero en cierto modo hay miedo. Yo creo que hasta los expertos tienen dudas de cómo va a funcionar el hotel Miramar. ¿Realmente hay viabilidad para lo que dices? ¿Qué crea la demanda? ¿Qué es antes la gallina o el huevo?…”
Rocío: «Palma de Mallorca tiene mucha más capacidad hotelera que Málaga y Málaga es un destino que puede funcionar todo el año. ¿Por qué no se suben los precios al nivel de Palma? Los hoteles tienen miedo de subir precios porque piensan que el cliente no va a llegar. Y Málaga es Málaga. Es una de las ciudades que más ha crecido en los últimos años a nivel turístico. Si hay demanda por qué no se suben los precios… Y demanda hay. Evidentemente hay que acompañarlo de servicios porque la gente no es tonta.”
Sara: «Málaga también tiene un público empresarial que va al parque tecnológico por ejemplo y ese público prefiere un hotel de cuatro estrellas a uno de cinco…”
Rocío: «El problema es que las cadenas hoteleras sitúan a las ciudades en el mapa. Hay clientes que son fieles a una cadena en concreto y eligen destino dependiendo de las ofertas de esa cadena. Y hay cadenas que no están en Málaga. Pero la demanda está y hay que crear el producto”
Sara: «A nosotros nos ha pasado eso. Hemos abierto un súper lujo en un destino que no era de súper lujo y nos está funcionando muy bien. Los clientes vienen a disfrutar del hotel.
Aquí lo dejo. Aunque el almuerzo continúo al igual que la interesante conversación pero ya sin grabadora…
Los postres
Atahualpa by Darcis | Macarrons by Darcis |
Málaga capital actualmente es un complemento pero el turista que visita la costa. Además se sorprenden gratamente cuando la conocen, pero tanto Sara como Rocío consideran que nuestro fuerte siguen siendo el sol y la playa, acompañados de los servicios que se ofrecen. Y eso no podemos perderlo de vista. Málaga tiene que creérselo para atraer a un turista de mayor poder adquisitivo; creérselo y dotarse de la infraestructura hotelera para ello.
Me quedo con muchas conclusiones de esta segunda parte de la charla, pero quizás la más importante es que de todos depende que la experiencia del turista sea extraordinaria y quiera volver, que hable bien de nosotros como destino y que se convierta en nuestro mejor embajador. Para los comensales que participamos en este almuerzo la experiencia y el trato fueron extraordinarios; nos supo a poco, como los postres de Darcis. Gracias.
Fotografía: Lorenzo Carnero
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Interesantísimo foro. Enhorabuena por los participantes y por las fantásticas fotos y texto. De 10.