Ayer cerré una etapa de 16 años en la televisión. Me hubiese gustado despedirme públicamente de la audiencia y agradecer a todos lo que me han aportado tanto durante estos años. No pudo ser. Alguien decidió que por necesidades de producción había que emitir otro programa a esa hora. Así que me he ido sin «despedirme”. Una de las grandes ventajas del tiempo en el que vivimos es que existen las redes sociales. Las aprovecho para daros las gracias a todos los que en este tiempo habéis contribuido a que desarrollase mi labor profesional en Fuengirola televisión, compañeros, colaboradores y personas que siempre habéis estado dispuestas a echar una mano. A muchos de ellos ya he tenido la posibilidad de agradecérselo personalmente. Incluso agradezco a esas personas que en este tiempo me han puesto baches y obstáculos en el camino. Esas personas que pretenden jugártela por cualquier motivo. Ellos han sido la patada que necesitaba para impulsarme hacia adelante y dar el paso que he dado y que necesitaba dar. Gracias también por jugar ese papel.
Ayer celebré en la intimidad este cambio de etapa profesional. Confío en que la decisión que he tomado me lleve a disfrutar cada día del camino también en el ámbito laboral. Hacer de tu pasión tu profesión es algo que he oído y leído mucho y que ahora me toca experimentar. En lo que no estoy de acuerdo es que he salido de mi zona de confort. En esa zona entro y me sumerjo libremente ahora. Puede que ya no tenga la seguridad de una nómina o de unos horarios preestablecidos. Puede que ya nunca más sepa lo que es desconectar durante unas vacaciones o un fin de semana. Puede que…Sólo sé que me prometí a mí misma que hoy, mi primer día en esta faceta, me iba a dedicar a descansar. Confieso que me he levantado y me ha dado un rato por marujear. Pero después, algo más fuerte que yo misma, me ha arrojado a los brazos del ordenador y me he puesto a desarrollar mi proyecto. Tengo tanto por hacer… Un trabajo que no tiene sabor a trabajo, sino a pasión. Un trabajo en el que mi creatividad vuela libremente escuchando los consejos de mi corazón. Cuando le dije a mi jefe que me iba de la tele me dijo «ten cuidado que fuera hace mucho frío”. Os puedo garantizar que hoy, aquí fuera, el cuerpo me arde. No tengo miedo, tengo ganas. Comienzo a dar mis primeros pasos en mi zona de confort.
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