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Qué es el eneagrama y cómo puede ayudarte a conocerte mejor

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Qué es el eneagrama y cómo puede ayudarte a conocerte mejor

En los últimos años, el eneagrama ha ganado popularidad como una herramienta de autoconocimiento profundo. Lejos de ser una moda pasajera, esta estructura de nueve tipos de personalidad permite comprender mejor nuestros patrones de pensamiento, emociones y comportamiento. Pero ¿qué es exactamente el eneagrama?, ¿de dónde surge?, ¿para qué sirve? En este artículo abordamos sus fundamentos y aplicaciones prácticas en la vida cotidiana y profesional.

Orígenes del eneagrama: entre la sabiduría antigua y la psicología moderna

El eneagrama es una figura geométrica compuesta por nueve puntos, conectados entre sí por líneas que reflejan dinámicas internas entre los distintos tipos de personalidad. Aunque su uso moderno en psicología comenzó en el siglo XX, sus raíces se remontan a antiguas tradiciones filosóficas y espirituales.

La figura del eneagrama como símbolo fue introducida en Occidente por el filósofo místico Georges Ivanovich Gurdjieff a principios del siglo XX. Sin embargo, fue el boliviano Óscar Ichazo quien desarrolló en los años 50 y 60 el sistema de los nueve tipos de personalidad (eneatipos) asociado a esta figura. Más tarde, el psiquiatra chileno Claudio Naranjo integró el conocimiento del eneagrama con la psicología moderna, añadiendo profundidad y herramientas terapéuticas que han hecho del eneagrama una referencia en procesos de desarrollo personal.

 

Qué son los eneatipos

El eneagrama clasifica a las personas en nueve tipos de personalidad, conocidos como eneatipos. Cada eneatipo responde a una motivación central inconsciente que condiciona su forma de interpretar el mundo, de relacionarse y de reaccionar ante el estrés.

A continuación, una breve descripción de los nueve eneatipos:

  1. El perfeccionista (o reformador): busca mejorar el mundo y hacer lo correcto; tiene un fuerte sentido del deber.

  2. El ayudador: necesita sentirse útil y amado; tiende a priorizar las necesidades de los demás.

  3. El triunfador: orientado al éxito y a la imagen; desea ser valorado por sus logros.

  4. El individualista: muy emocional e introspectivo; valora la autenticidad y la profundidad.

  5. El investigador: cerebral, analítico y reservado; busca comprender el mundo antes de implicarse.

  6. El leal: comprometido y precavido; busca seguridad y apoyo.

  7. El entusiasta: espontáneo y optimista; huye del dolor y busca experiencias placenteras.

  8. El desafiador: fuerte y protector; teme mostrarse vulnerable.

  9. El pacificador: busca la armonía; tiende a evitar el conflicto y adaptarse a los demás.

 

Aunque cada persona tiende a identificarse con un eneatipo dominante, el eneagrama contempla también las conexiones entre tipos (alas y líneas de integración/desintegración), ofreciendo una visión rica y matizada de la personalidad.

La herida de base de cada eneatipo

Detrás de cada comportamiento típico de los eneatipos, hay una herida emocional profunda que condiciona la forma en que interpretan el mundo. Identificar esa raíz es clave para avanzar en el camino de autoconocimiento.

  • Eneatipo 1 – El perfeccionista:

    Dolor profundo por sentir que nunca es suficiente. Miedo a equivocarse y ser defectuoso.

  • Eneatipo 2 – El ayudador:

    Temor a no ser amado si no es necesario. Cree que debe ganarse el afecto dando a los demás.

  • Eneatipo 3 – El triunfador:

    Herida ligada al valor personal. Cree que solo merece reconocimiento si tiene éxito.

  • Eneatipo 4 – El individualista:

    Siente que le falta algo esencial para ser amado. Herida de identidad y autoimagen.

  • Eneatipo 5 – El investigador:

    Miedo a no tener los recursos internos suficientes. Herida de invasión o escasez.

  • Eneatipo 6 – El leal:

    Vive con una ansiedad constante ante la incertidumbre. Herida de inseguridad y abandono.

  • Eneatipo 7 – El entusiasta:

    Dolor oculto tras el optimismo. Miedo a enfrentar el sufrimiento y el vacío interior.

  • Eneatipo 8 – El desafiador:

    Herida de traición o abuso. Cree que debe endurecerse para no ser dañado.

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  • Eneatipo 9 – El pacificador:

    Dolor por sentirse invisible o irrelevante. Aprende a callar para evitar el conflicto.

 

¿Para qué sirve el eneagrama?

El valor del eneagrama radica en su capacidad para ayudarnos a observar nuestros automatismos. Es decir, nos permite ver qué mecanismos mentales y emocionales usamos de forma inconsciente y cómo eso condiciona nuestra vida.

Algunas de sus principales aplicaciones son:

  • Autoconocimiento profundo: Identificar nuestro eneatipo nos permite entender nuestros miedos, deseos, puntos ciegos y motivaciones ocultas.

  • Desarrollo personal: Aporta herramientas para trabajar áreas concretas de mejora, lo que favorece la transformación interior.

  • Mejora de las relaciones interpersonales: Comprender cómo funcionan los demás —y no solo cómo funcionamos nosotros— reduce conflictos y mejora la comunicación.

  • Liderazgo y gestión de equipos: En contextos profesionales, permite gestionar equipos con mayor empatía y eficacia, comprendiendo las motivaciones de cada persona.

  • Acompañamiento terapéutico o coaching: Muchos profesionales lo utilizan como base para diseñar procesos personalizados y efectivos.

Más allá de las etiquetas: un camino de transformación

Una de las claves del eneagrama es que no busca encasillar. Aunque se parte de una tipología, su verdadero potencial está en trazar un camino de crecimiento. Cada eneatipo tiene un recorrido posible hacia su versión más sana, más consciente. Por ejemplo, un tipo 1 puede aprender a flexibilizar su perfeccionismo; un tipo 3, a conectar con sus emociones más allá del logro; un tipo 9, a poner límites y priorizarse.

La herramienta no se usa para “definir” a alguien, sino para comprender cómo ha construido su identidad y qué puede hacer para transformarla si así lo desea.

¿Cómo puedo saber cuál es mi eneatipo?

Existen tests orientativos, disponibles en libros o en línea, que pueden darte una pista inicial. Sin embargo, la vía más recomendable es la reflexión guiada, la lectura especializada y, en muchos casos, el acompañamiento de un profesional con experiencia en eneagrama.

El descubrimiento del eneatipo suele ser una experiencia reveladora, que permite explicar muchos patrones repetidos en la vida. A partir de ahí, comienza el verdadero trabajo: el del autoconocimiento, la compasión y la transformación consciente.

Libros y referentes para profundizar en el eneagrama

Para quienes deseen explorar el eneagrama más allá de una primera lectura, hay obras esenciales que combinan rigor, claridad y profundidad. Uno de los títulos imprescindibles es La sabiduría del eneagrama” de Don Richard Riso y Russ Hudson, un manual completo que aborda los aspectos psicológicos y espirituales de cada tipo. También destaca “Eneagrama: comprender los 9 tipos de personalidad” de Helen Palmer, una de las pioneras en conectar esta herramienta con la psicología moderna. Y un libro sencillo de leer y comprender, “Encantado de conocerme” de Borja Vilaseca ofrece una introducción accesible, con ejemplos cotidianos y lenguaje directo.

En resumen

El eneagrama es una herramienta poderosa que combina sabiduría ancestral y psicología contemporánea. Lejos de ser una tipología cerrada, propone una mirada dinámica y profunda de la personalidad humana. Conocer nuestro eneatipo no solo aporta claridad, sino también dirección: nos muestra no solo cómo somos, sino en quién podemos convertirnos.

Ideal para quienes desean crecer, comprenderse y vivir con más conciencia.

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