Nuestra invitada lleva más de una década formando y acompañando a personas que necesitan avanzar en materia de desarrollo personal. Aplica para ello su formación como coach, experta universitaria en mindfulness, máster en PNL, experta universitaria en acompañamiento en duelo y muerte y experta en Hipnosis Ericksoniana. En el año 2016 creó su escuela online y desarrolló sus propios métodos, cursos y talleres. Miles de alumnos hispanoparlantes han realizado sus programas online y presenciales como “Quiero paz”, “Quiero paz en mis relaciones”, retiro online “Empodera a tu niña interior y eleva tu autoestima”, programa “La pérdida, el duelo y la muerte. Un camino de amor para vivir en paz”, Programa “40 días de Paz” y programas Mentoría, Mentor y Mentor PRO. Es conferenciante además de autora del libro “Quiero paz” (Alienta, abril 2019. Su lema es: “Más allá de la felicidad está la paz”; ya que vivir en paz con uno mismo y con la vida es la clave para que nos sintamos felices.
¿Cómo mantener los buenos propósitos durante todo el año?
Si diciembre es un mes para reflexionar, enero nos ha tenido que servir para enfocarnos en lo que sí queremos que suceda este año, lo que queremos cocrear, y mantener esos buenos hábitos no sólo los primeros días sino los 365 del año. No podemos renunciar a lo que nuestro corazón anhela.
¿Por qué es tan importante anclarse en el presente?
Es fundamental. Normalmente estamos hipnotizados por una mente anclada en el pasado, que se atormenta con los supuestos errores que hemos cometido; pero esas caídas nos han traído hasta el día de hoy y nos han convertido en una persona más fuerte, más valiente, más consciente.
También la mente se adelanta al futuro en modo miedo, y nos hace tener miedo a no tener pareja, a no tener dinero para pagar los estudios de los niños, a no envejecer con salud, a no conectar con el propósito de vida o miedo a fracasar en el amor. Sufrimos constantemente por un pasado que nos lleva a la angustia e incluso a la depresión. El presente es el único momento que de verdad es real. Por eso son importantes técnicas como la meditación o prácticas como el yoga, porque conectar con el presente a través del cuerpo es tremendamente poderoso.
¿Cómo podemos aprender a controlar las emociones y desterrar esos miedos?
Haciendo un trabajo profundo, interior, que nos permita auto conocernos, darnos cuenta de la importancia de colocarnos en el presente con respuestas conscientes. Hay muchas técnicas y cada una beneficia de una manera u otra a quienes deciden ponerlas en práctica. Y es lo que hago con mis cursos y talleres, que abarcan un amplio abanico de posibilidades en función de las necesidades y anhelos que tenga cada persona, cada alumno. Tenemos que enamorarnos de la persona en la que nos gustaría convertirnos. No en vano, bucear en el ser humano que cada uno es, nos hace equilibrar los cuatro pilares que nos sustentan: cuerpo, mente, emociones y ser profundo.
¿Qué diferencia hay entre la aceptación y la resignación?
La aceptación engloba el amor, la resignación el miedo. Cuando aceptamos el momento tal y como es, un dolor, una pérdida, un cambio, estamos dándonos cuenta de la realidad y de cómo el proceso ha de llevarnos a evolucionar y abrazar esas pérdidas o ganancias. Si nos resignamos estaremos en el dolor continuo y no podremos vivir en paz. La vida es un camino de pérdidas y ganancias, y hay que tenerlo siempre presente.
¿Por qué le das tanta importancia al perdón?
Porque es necesario para vivir en paz. Nadie nos ha enseñado a gestionarlo y hemos de ser conscientes de que hay que aprenderlo. Nuestros padres tienen unas creencias que nos inculcan desde que nacemos y depende de cómo nos hayan instruido vamos a percibir de una forma u otra y tener herramientas para trabajarlo.
Cuando no estamos perdonando, estamos cargando una mochila llena de piedras, rencor, angustia, dolor… Debemos analizar qué hemos aprendido sobre el perdón en nuestra familia, si sabían o no perdonar, si son generosas…porque todo eso lo hemos heredado de alguna forma…y una vez que lo tengamos claro, el primer paso es reconocer que una situación no nos está permitiendo vivir con libertad, es como un peso, una carga, que nos está generando angustia o estrés, y no sabemos soltarlo. Una vez que lo hemos reconocido, hemos de asumir que la otra persona no es culpable, es un maestro que viene a enseñarnos algo, que puede hacernos sentir incómodos o producirnos alegrías.
El segundo paso es desarrollar la compasión. Pensar que la otra persona no sabe hacerlo de otra forma. Ponernos en su lugar y empatizar con sus circunstancias. Tal vez no ha sabido gestionar sus palabras, pensamientos, o emociones.
El tercer paso, es conectar con un lugar en el interior y agradecer la posibilidad de haber vivido esa situación o experiencia porque nos ha enseñado algo importante. El perdón es mirar la situación con otros ojos y, si en un momento anterior nos producía angustia o estrés, poder mirarla con paz y con amor. Sólo en ese tiempo soltaremos esa gran piedra.
¿Cuántos alumnos han cursado ya los cursos y talleres de tu escuela online?
Pues, ¡son miles! En su mayoría son mujeres de todas las edades y de más de veinte países, con perfiles y circunstancias muy distintas. Somos una gran familia.
En 2022 creaste “Pazmanía”, ¿cómo ha sido este primer año de vida?
Muy gratificante. Pazmanía son, por un lado, productos que propician experiencias de meditación, visualización, afirmaciones poderosas… cada uno de ellos cuenta con un código QR y se pueden utilizar en nuestra vida cotidiana -velas, libretas, bolígrafos, camisetas, un planificador de manifestación de 8 semanas, e incluso bisutería…-. Se pueden adquirir desde la web www.pazmaniashop.com y otros están en proceso de producción y muy pronto los ofreceremos. Se trata en definitiva de crear momentos, espacios de paz y bienestar de manera conjunta, en los que conectar individualmente o grupalmente. Pazmanía nace desde el deseo de crear espacios físicos de conexión con lo intangible, lugares para volver a reconectar con tu propósito y esencia. Permitiéndote vivir desde el Ser.