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Mabel Katz, instructora de Ho’oponopono: «La realidad es que cuando nosotros cambiamos, todo cambia»

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Mabel Katz, instructora de Ho’oponopono: «La realidad es que cuando nosotros cambiamos, todo cambia»

Hace ya algunos años, leyendo un libro que me habían recomendado, descubrí algo de lo que nunca había oido hablar. Nada más que su nombre ya me llamó la atención: Ho’oponopono. Entonces busqué rápidamente en internet y una artículo me fue llevando a otro. Técnica hawaiana. Sanación. Asumir la responsabilidad de tu propia vida. Perdón. Amor… 

Así sin darme cuenta me encontré impresionada y casi abducida por una técnica muy sencilla que aportaba mucha paz interior. No excluía otras técnicas o terapias, podía ser un complemento o podía ser por sí misma, sin nada más. 

“Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias”, una sucesión de cuatro palabras que se repetían y que venían a mí en momentos complejos y que obraban la magia. Aunque el Ho’oponopono es más.

 

He de reconocer que soy bastante inconstante para algunas cosas. El día a día, las prisas, el ritmo este loco que nos hemos auto impuesto, me hicieron dejar de practicar. Le di prioridad a otras cosas. 

En estos años el Ho’oponopono de una u otra forma siempre se ha ocupado de venir a mí, de aparecer, de hacerse presente cuando no lo tenía en mi mente. Y así fue como una noche me escribió Leonor García Zato para comentarme que estaba cenando con Mabel Katz y que acaba de asistir a Being One Valencia donde había tenido la oportunidad de escucharla.

Mabel Katz

“Lo siento. Perdóname. Te amo. Gracias”, volvieron a mí. Y cuando buscaba respuestas para algunas preguntas, Leonor me propuso que buscase preguntas para hacerle una entrevista a Mabel y que ella me mandase las respuestas. 

Si nunca habías oído hablar del Ho’oponopono te estarás cuestionando qué es. Pues antes de empezar con la entrevista te haré una breve introducción. Es un arte hawaiano muy antiguo de resolución de problemas. Ho’oponopono significa “enmendar”, “corregir un error”.

En la web de Mabel Katz lo introduce de esta forma: “Según esta filosofía, todo lo que aparece en nuestra vida es un pensamiento, una memoria, un programa funcionando (un error) y se presenta para darnos una oportunidad de soltar, de limpiar, de borrar. El Ho’oponopono es la tecla de borrar en el teclado de nuestra computadora”. 

Morrnah Nalamaku Simeona fue la que actualizó todas las enseñanzas del Ho’oponopono y dice de él: “El principal propósito de este proceso es descubrir la Divinidad dentro de uno mismo. El Ho’oponopono es un profundo regalo que nos permite desarrollar una mutua relación con la Divinidad dentro de nosotros y aprender a pedir que en cada momento, nuestros errores en pensamiento, palabra, acto y acción sean limpiados. El objetivo de este proceso es esencialmente lograr la libertad, la completa libertad del pasado”.

Evidentemente, si eres una persona que no estás abierta a estos temas a estas alturas estarás a punto de dejar de leer, pero si aún sigues leyendo quizás es que en tu interior estés buscando algo, aunque te frene tu mente racional. 

La protagonista de esta entrevista, Mabel Katz, tampoco creía en nada. Te hubiese entendido a la perfección. Pero son las grandes crisis vitales las que nos marcan el camino hacia nuestro interior y las que bien aprovechadas nos muestran cómo avanzar. 

Mabel nació en Argentina y en 1983 se mudó a Los Ángeles, donde comenzó una carrera exitosa como contable, consultora de empresas y asesora fiscal. Su empresa prosperó, y podríamos decir que alcanzó el tan ansiado éxito laboral, como todos lo entendemos. Pero ese éxito aparente que la envolvía en el exterior no la acompañaba en su interior. Ahí decidió dar un giro a su vida y ahí fue cuando el Ho’oponopono la encontró.

Actualmente es oradora, escritora y es aclamada en sus seminarios internacionales. Está considerada como una autoridad del Ho’oponopono. De hecho tuvo el privilegio de formarse con el Maestro de Ho’oponopono, Dr. Ihaleakalá Hew Len.

Hace 10 años dejó su trabajo estable en Los Ángeles y decidió dedicarse por completo a dar a conocer el Ho’oponopono y ayudar a otras personas. Lo hizo sin tener ahorros, pero dejándose llevar por un deseo que estaba por encima de ella. Hoy, una década después, sabe que aunque parecía una decisión irracional, no se equivocó. 

Mabel Katz en uno de sus seminarios

Después te dejaré unos enlaces por si quieres profundizar en el tema, pero antes vamos a conocer a Mabel. 

Mabel, ¿cómo conociste el Ho’ oponopono? Normalmente se llega a esto cuando se ha tenido una crisis personal profunda. 

Bueno, en mi caso era como una insatisfacción y una infelicidad- falta de felicidad en mi vida- a pesar de tener todo lo que una persona piensa que necesita para ser feliz. 

Siempre estaba enojada, frustrada y de alguna forma eso le tocaba un poco también a mis hijos. Mi hijo mayor una vez me habló como yo le hablaba a él, enojada, y ese día me vi a mí. Me di cuenta de que eso lo había aprendido de mí y que no era lo que yo quería enseñarle, que yo sabía cómo se sentía y me dije a mí misma que tenía que hacer algo. Para mí ese día fue el día que me desperté y empecé mi búsqueda: ¿Quién soy?¿Qué es la felicidad y qué es un problema? y fue como descubrí el poder que todos tenemos de cambiar nuestra vida sin depender de nada ni de nadie afuera, eso era un poquito lo que que yo estaba buscando.

«Descubrí el poder que todos tenemos de cambiar nuestra vida sin depender de nada ni de nadie afuera»

Eras una empresaria de éxito, ¿qué te llevó a dejarlo todo y dedicarte a difundir los beneficios del Ho’ oponopono? 

Bueno, creo que me tropecé con mi pasión. En realidad el Ho’ oponopono lo hacía como un «hobby» y siempre con la idea de la paz y la felicidad en lo personal. Pero la vida me fue llevando, me fue mostrando el camino, y me volví una persona un poco más abierta, un poco más humilde. Me di cuenta de que no sabía tanto como yo pensaba, y nació esa necesidad de compartir con otros lo que me había ayudado a mí. 

Una vez alguien me preguntó: «¿Qué es lo que harías aunque no te pagasen? Porque te encanta, porque te da tanta satisfacción…”  E inclusive lo escribí. Todavía era contable en ese momento y puse: Viajar por el mundo compartiendo con otros lo que me ayudo a mí. Muchas veces les digo a la gente que aunque la respuesta a esa pregunta, lo que les viene a la mente, les parezca ridículo, que lo escriban, porque a lo mejor no es tan ridículo como parece.

El hecho de aprender a soltar y a confiar, a creer, a tener fe… Pero empezó por creer y tener fe en mí misma, y luego me volví creyente. 

 

En estos años que llevas dedicada a difundir esta técnica te habrás cruzado con muchas personas con problemas y en búsqueda de respuestas. ¿Cuál crees que es la fotografía general de la sociedad occidental actual? 

Estamos viviendo un nuevo paradigma. Es una era totalmente nueva, diferente, distinta. A algunos se les está haciendo muy duro porque no quieren cambiar, porque no quieren mirar adentro, porque quieren seguir culpando o quejándose.

Es una era en la que tenemos acceso a toda la información como nunca antes habíamos tenido. Está en nosotros si nos vamos a informar o no, si vamos a buscar o no. Ahora todo está al alcance de todos, pero como la vida son elecciones, es muy personal y está aquel que no quiere cambiar, que no quiere mirarse, que quiere seguir buscando fuera a quién culpar o algo para quejarse. 

Muchas de las cosas que están pasando en el mundo justamente son para despertarnos. Yo siempre digo que la tragedia no es la tragedia, sino que la tragedia es que no nos despertemos a pesar de todo lo que está pasando en el mundo; que sigamos viéndonos como víctimas, o que sigamos pensando que nosotros no podemos hacer nada para cambiarlo, y la realidad es que cuando nosotros cambiamos, todo cambia.

La vida nos trae problemas, no a todos los mismos, porque cada uno de nosotros vamos a despertar ante diferentes situaciones. Evidentemente el universo, Dios, la naturaleza, una mente más inteligente que nosotros, sabe cómo despertarnos, dónde tocarnos los botoncitos que van a hacer que nos tengamos que despertar, que tengamos que salir de nuestra zona de confort. 

Dicen que no es rico el que más tiene, sino el que menos necesita. Desapegarnos, darnos cuenta de cuáles son las cosas importantes, elegir ser felices, que no dependemos de tener o no tener para ser felices o estar en paz.

La vida es una búsqueda y hay que preguntarse dónde la estoy buscando, porque la verdad, estamos aquí para reencontrarnos, para descubrir realmente quiénes somos, y para eso también tenemos que reprogramarnos. 

Ahora la ciencia habla de que tenemos que reprogramar el subconsciente y eso es justamente lo que hace el Ho’ oponopono. Yo lo llamo:»El camino más fácil», justamente para reprogramar el subconsciente, soltar todas esas creencias, todos esos juicios de valores, esas opiniones que nos siguen haciendo que sigamos atrayendo lo mismo, repitiendo patrones. Así nunca vamos, a cambiar, la vida son repeticiones de memorias. 

«La realidad es que cuando nosotros cambiamos, todo cambia»

El ho’oponopono es un trabajo de transformación interior que se refleja en nuestro entorno. Agradecimientos, perdón y amor son las bases de esta técnica. ¿Nos cuesta más perdonarnos a nosotros mismos que a los demás? 

Yo creo que nos cuesta de la misma forma perdonar a todos, a nosotros y a los demás. No nos damos cuenta de que tenemos que volver a ser niños. Cuando éramos niños, perdonar era muy fácil y no nos sentíamos tampoco con culpa, no nos castigábamos… Perdonar es natural, pero lamentablemente así como aprendimos muchas cosas que no funcionan, aprendimos a no perdonar, y el no perdonar nos deja estancados en el pasado. Justamente atrayendo más de lo que no queremos, haciéndonos más daño, lastimándonos más. 

Necesitamos darnos, querernos lo suficiente como para decir: «No me voy a lastimar más, no me voy a hacer más daño”… Y entonces soltamos. En Ho’oponopono hablamos de un perdón interno. El problema o la ‘persona problema’ o difícil no está ahí afuera. Lo que tengo que trabajar es en mi reacción de cada vez que pienso en la situación o en la persona. Trabajo en mi reacción, trabajo en mis programas que están reaccionando. Lo que pasó, no solamente pasó, si no que de alguna forma es una oportunidad para corregir, para reprogramar, para borrar esos programas.

De alguna forma es una bendición. Siempre hay una bendición detrás de cada problema. Y si lo vemos así aprendemos, nos hacemos mejores personas, podemos ayudar a otros.

Hay que aprender que el universo es perfecto de la forma que es. El intelecto jamás lo va a entender, pero ahí viene el agradecimiento, la aceptación, el perdón. El saber que todo viene porque es una oportunidad y agradecerlo, que hay una bendición siempre atrás de cada problema.

«Siempre hay una bendición detrás de cada problema»

Mabel Katz

¿Qué es más importante a la hora de practicar el Ho’ oponopono, ser constante o tener fe?

Las dos, porque las memorias y los programas tocan las veinticuatro horas del día, tengo que ser constante, tengo que ser paciente, tengo que decirle gracias a las expectativas y soltar porque nunca sé lo que es correcto y perfecto. Pero la fe también es muy importante. 

Yo no tenía fe, no creía en nada. Venía de un mundo del intelecto, de los negocios… Para mí el cambio comenzó en esa decisión de confiar en mí, de confiar en lo que me hacía sentir bien en vez de lo que aprendí que está bien. Empecé a practicar eso de que no estoy sola y de que tengo a Dios, el universo, una mente más inteligente que me cuida, si le doy permiso, si suelto. Empecé a ver los resultados y para mí fueron hasta mágicos y me di cuenta que realmente no estaba sola, y que soltar y confiar realmente funciona. 

Supongo que en este tiempo habrás visto como se producen milagros entorno a esta técnica, ¿nos podrías contar algún caso que te haya llamado especialmente la atención? 

El mío personal. Desde cómo ha mejorado la relación con mis hijos, o cómo funcionaron las decisiones ilógicas que tomé, que no tenían sentido. 

Siempre cuento que una vez tuve un problema, un revés económico. Entonces mi intelecto muy lógicamente me dijo que iba a tener que volver a mi trabajo para poder mantener a a todos los empleados. Sin embargo, tomé una decisión y dije: «Dios sabe cuánto necesito y cuándo, yo no me voy a preocupar”. Evidentemente no desapareció la preocupación, pero era consciente. Creo que lo más importante es vivir una vida consciente, estar presente, volvernos observadores, no engancharnos tanto, no tomar las cosas tan de forma personal. 

Cada vez que me daba cuenta que me estaba preocupando repetía: «Yo no me voy a preocupar, yo no me me voy a preocupar» y pasaron cosas mágicas. No tuve que volver a mi trabajo como contable y asesora fiscal, no tuve que echar a ningún empleado, pude contratar a más y realmente el dinero nunca vino de lugares que yo podría haber visualizado o imaginado. Todo era por email, invitaciones a ir a hablar a diferentes lugares y me adelantaban dinero. Vendí los derechos de mis libros en casi veinte idiomas y me adelantaban también el dinero. Nada que yo podía haber manipulado o controlado. 

Eso de soltar, de confiar, de dejarse cuidar, de dejarse guiar, realmente sí funciona. 

Cuando sueltas sientes paz, libertad. Y podría poner muchos ejemplos de testimonios que me llegan. Por eso yo muchas veces les digo, esto no es trabajo de cómo consigo lo que quiero, o lo que yo pienso que es justo, sino… ¿Cómo puedo estar en paz? ¿Cómo puedo ser libre? ¿Cómo puedo estar feliz? Y después nunca tenemos que preocuparnos porque todo lo que necesitamos viene. 

Proyectamos mucho hacia fuera: Cuando tenga esto, cuando se me de lo otro, cuando el otro se comporte, entonces en ese momento sí voy a ser feliz y estar en paz. Y en realidad no es así. Es elegir estar en paz, elegir ser feliz, ser agradecido, aceptar que todo es perfecto aunque no lo parezca. Y entonces de repente comienza la magia.

Mabel Katz

 

Una gran parte de la población y sabemos que “lo que crees, es lo que creas”, que somos arquitectos de nuestra propia vida ¿Qué es lo que nos impide llevarlo a cabo? 

Como dije antes el no soltar, el no confiar, el no volvernos niños otra vez, no volvernos un poco más humildes y darnos cuenta que no sabemos tanto. 

Justamente al ver todo lo que está pasando en el mundo tenemos que darnos cuenta que no sabemos, pero que hay una mente más inteligente que la nuestra que pensó en el cuerpo humano, en las flores, en las montañas, en los mares y los ríos. Entonces… ¿Qué estamos haciendo? Pensando que nosotros lo vamos a resolver. No. Nosotros sabemos como crear problemas, no sabemos cómo solucionarlos… 

El 24 y 25 de noviembre ofrecerás un seminario en Madrid y el 2 diciembre ofrecerá un taller en Málaga, supongo que la energía que se crea en esos encuentros debe ser muy especial… ¿Cómo describes tú una de esas jornadas?

Normalmente en las ciudades que visito doy dos días de seminario. Uno es de Ho’ oponopono y ahí explico cómo reprogramar justamente este subconsciente. La energía de este seminario más que nada la crea lo que llamamos la limpieza. Sí, sí hay una energía muy especial, que a veces el intelecto inclusive no la puede apreciar, pero que justamente es la que nos ayuda a borrar, que es lo que tenemos que hacer. Trabajamos con el subconsciente que consideramos que es nuestro niño interior, que es la parte que hace la respiración en automático, o que maneja todas las funciones de nuestro cuerpo y que de alguna forma nos puede también ayudar con esto de la limpieza que llamamos nosotros en automático… 

El segundo día, es otra energía un poco diferente, de mucha más conexión entre los asistentes, porque trabajamos en grupo, es más práctico. Tenemos la posibilidad de mirarnos hacia dentro, ver qué funciona, qué no funciona… Es el seminario de Zero Frecuency o Frecuencia Cero. Es cuando planteamos: ¿Qué es lo que harías aunque no te pagaran? Encontrar nuestra pasión, esos talentos únicos que tenemos, darnos permiso, a pesar de que lo haríamos gratis, para cobrar. Para eso vinimos, para utilizar nuestros talentos. Los dos días son además divertidos, siempre hay risas. Consiste en  poder cambiar nuestra vida divirtiéndonos, darnos cuenta que hay un camino más fácil… Y cuando cambiamos nosotros podemos realmente cambiar el mundo.

¿Si alguien quiere acercarse a esta técnica, por dónde le recomiendas que empezara? 

Bueno, tengo un curso básico de Ho’ oponopono en la web que es gratis, y yo les diría que empiecen por ahí. Si quieren conocerme más tengo perfil en todas las redes sociales. 

Los seminarios son inversiones para nuestro futuro, y muchas veces tenemos que también cambiar esa programación de que no invertimos en nosotros y no nos damos cuenta lo importante que es y cómo vuelve multiplicado.

No, no hemos hablado de cómo practicar Ho’ oponopono, pero sí de lo que puedes encontrar a través de esta técnica. Si quieres saber más puedes comenzar por la web de Mabel Katz-> enlace 

Próximo taller en Málaga:

Redacción: Ana Porras Fotografías: cedidas por Mabel Katz

Audio transcripto por Atexto

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  • Aloha. Divina enseñanza Gracias a Dios creador universal y a Mabel por compartir con nosotros Gracias Gracias Gracias Gracias Suelto y Confío

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