Mientras que en otros sectores vamos conociendo con cuentagotas cómo vamos a ir incorporándonos a esa “nueva normalidad”, el sector de los eventos se queda en el aire. Ni qué decir tiene el de los festivales, ferias y conciertos. Los datos que conocemos hasta ahora es que en la ultima fase de la desescalada se permitirán encuentros de un máximo de 50 personas en eventos celebrados en espacios interiores y de 400 personas en exteriores. Eso teniendo en cuenta que se pueda mantener la distancia de seguridad, que no se supere un 1/3 de su aforo y que los participantes puedan permanecer sentados.
De este sector dependen empresas de iluminación, sonido, alquiler de montajes, caterings, espacios de alquiler para los mismos, floristas, hoteles, fotógrafos, DJs, músicos, organizadores de eventos y un sinfín de proveedores que ven su futuro bastante incierto por el momento. En estas semanas os hemos trasladado cómo vivían el confinamiento algunos empresarios del sector, hoy os contamos cómo se plantean la vuelta estos profesionales sabiendo ya las medidas que se han anunciado. Fany Martín de Ej Eventos, Mariola Ustaran de Food Room, Eliana Ramos de Decoración Chill Out y Alejandra Pérez de Alejandra Catering.
Fany Martín, EJ Eventos
Fany Martín tiene junto a su marido una empresa de producción de eventos, Grupo EJ Eventos. Suministran todo el material necesario para realizarlo y también los organizan. Cualquier cosa que se necesite, ellos lo consiguen, lo instalan y se aseguran de su buen funcionamiento. Su hijo mayor también trabaja con ellos en la empresa. Por tanto, todos los huevos están en la misma cesta.
En estas semanas en las que ha tenido que frenar su actividad normal, se ha dedicado a actualizar la comunicación de la empresa, crear nuevos dossier y darle la vuelta a la pagina web, además de presentar la nueva imagen corporativa. Ha aprovechado que todo el mundo estaba en internet para comunicar y ampliar su público.
«Son bastantes mas optimistas que la población»
Por otra parte, no ha dejado de estar en contacto con sus clientes para gestionar cambios de fecha y que se sientan acompañados en el proceso. Su sensación al analizar las fases de la desescalada sigue siendo de incertidumbre: “ Si te digo con sinceridad creo que son bastantes mas optimistas que la población. Creo que hay que actuar con muchísima prudencia y precaución y hay provincias que por sus datos no están preparadas para la desescalada. Se sabe que van hacerlo contrastando los datos para ir abriendo espacios pero la verdad lo veo muy complejo todo”.
“En nuestro sector no están definidas las medidas, básicamente son medidas de higiene, medidas de seguridad tanto de nuestros trabajadores como de los clientes a los que damos servicio, sabemos el aforo que se marcará en iglesias o jardines para eventos, bodas… Entendemos también que bodas que teníamos de 300 y 400 personas bajarán mucho el número de invitados, la gente está preocupada y habrá personas que no acudirán a eventos de este tipo por miedo”, nos dice.
«Habrá personas que no acudirán a eventos de este tipo por miedo”
Fany y su equipo continúan trabajando desde casa y pendientes de las novedades que se vayan comunicando: “De cualquier forma nosotros dependemos de agencias, wedding planners y caterings, que son las empresas que nos contratan para hacerles los montajes. Respecto a nuestros clientes directos estamos esperando noticias para arrancar los corporativos y las bodas. Lo primero será que nos dejen celebrar. Nuestro trabajo está dirigido a eventos donde se da cita mucha gente y hay besos y abrazos entre familiares y amigos que van a las celebraciones …. El reto es que nuestros clientes se sientan seguros y quieran seguir adelante con sus planes y sus vidas”.
Mariola Ustaran, Food Room
El caso de Mariola Ustaran, propietaria de Food Room, es distinto aunque también pertenece al sector de los eventos. Food Room una escuela de cocina ubicada en Guadalmina Alta donde se llevan a cabo cursos de cocina así como todo tipo de eventos privados, y además, ofrecen servicio de catering y chef privado. Mariola tiene claro que en cierta forma le toca reinventar el negocio y por encima de los inconvenientes quiere centrarse en las nuevas oportunidades.
«Hay algunas cosas sin sentido»
“Creo que en este momento al plan de desescalada le falta mucha concreción. El plan está falto de muchísimos detalles que son muy importantes. Además, me da la impresión que el gobierno está desbordado con la situación y toma decisiones deprisa, sin consensuarla con los protagonistas. La situación es muy complicada, la verdad. Este parón de la economía no lo hemos visto nunca y será difícil que volvamos a funcionar todas las empresas con normalidad. El tema de los ERTEs tendrían que ligarlo a la reactivación paulatina de los negocios, que proponen en este plan. Hay algunas cosas sin sentido como que abran los hoteles sin que pueda haber movimiento de personas entre provincias”.
«Food Room es ideal para hacer comidas o cenas de grupos de entre 8 y 15 personas»
Las particularidades de su negocio suponen que no podrá retomar la actividad tal y como estaba planteada hasta ahora, pero también tiene sus ventajas y se convierte en un espacio ideal para organizar esos primeros encuentros con amigos y familiares: “ Mi negocio es bastante particular, una mezcla de un negocio de hostelería con una academia. Tengo claro que ahora mismo no puedo volver a organizar clases presenciales y participativas para 15 personas, como venía haciendo. Mi idea sería comenzar en la fase 2 o 3 haciendo clases demostrativas para el 30% de mi aforo, y retransmitir dichas clases para tener también alumnos online. Espero poder aumentar progresivamente el número de personas, claro.
Y creo que podría tener también una buena oportunidad ofreciendo mi terraza y posteriormente, mi local, para hacer comidas o cenas de grupos de entre 8 y 15 personas, de manera que puedan reunirse en un sitio donde solo estarían ellos. Por supuesto, vamos a tener en cuenta el uso de mascarillas, la limpieza del local, y todas las medidas recomendadas en nuestra rutina. Y esperamos también que confíen en nosotros este verano para hacer pequeños eventos en los domicilios particulares de la Costa del Sol”.
No tiene personas contratadas, por lo que en cierta forma es una alivio y le permite preparar la vuelta con más tranquilidad: “Había pensado volver a tener algo de actividad en junio y me gustaría ofrecer cursos de verano para niños a partir de julio, aunque con menos participantes que en años anteriores, claro. Mi negocio es pequeño y no tengo personas contratadas, lo cual es un alivio en estos momentos, así que voy a ir tomando decisiones a corto plazo para poder ir adaptándome a la situación”.
No quiere pensar en el futuro a largo plazo, su objetivo ahora es sobrevivir y mantener en pie Food Room reinventándolo.
Eliana Ramos, Decoración Chill Out
Eliana Ramos, propietaria de Decoración Chill Out es una de las principales proveedoras de la Costa del Sol de mobiliario para eventos. Evidentemente, ha cesado toda actividad desde que se decretó el estado de alarma. Aunque no sabe cuándo podrán realizarse de nuevo esos eventos en los que su empresa actúa como proveedora, cree que el plan de desescalada al menos aporta algo de luz, sobre todo cuando los rumores eran que el sector hostelero y hotelero no iba a volver hasta finales de año. Las nuevas medidas son menos malas que las previsiones que se habían barajado.
Cuando se le permita volver, ella estará preparada: “Es un compromiso de todos cumplir con las medidas de seguridad establecidas por sanidad; como el uso de mascarillas y guantes, desinfección de manos y mantener siempre las distancias de seguridad. En nuestro caso en particular, además de las medidas mencionadas anteriormente utilizaremos una máquina de ozono para desinfectar todo el material”.
«Somos el sector que primero entro en la crisis y seremos los últimos en salir»
Muchos de los eventos que tenía contratados han pasado al año que viene, los que están a la espera de una nueva fecha en 2020 están pendientes de si se van a permitir para el último trimestre. “Somos el sector que primero entro en la crisis y seremos los últimos en salir. Hemos estado maquinando en estos días de encierro y ya tenemos propuestas de alquiler de mobiliario de larga temporada para terrazas y hoteles; cambiando su estilo y decoración cada mes. O sea, que podrás tener una terraza diferente para tus clientes cada 30 días.
Por otro lado, lanzaremos una venta de material de segunda mano a un precio muy asequible, para los particulares que quieran arreglar sus terrazas o jardines; ya que este verano a mi parecer, será mas de encuentros con amigos en casa y de reuniones pequeñas”.
Ingenio nos le falta a nuestras protagonistas para solventar en la medida de sus posibilidades esta situación.
Alejandra Pérez, Alejandra Catering
Alejandra Pérez tiene el catering totalmente parado, al igual que su restaurante ‘El Ambigú de la Coracha’. En estas semanas lo único que ha podido hacer es mantener el contacto con sus clientes e intentar trasmitirles confianza. Alejandra es también propietaria de Finca Almodóvar, un espacio para la organización de eventos.
Ella, por su parte, confía en que todos seamos responsables durante el plan de desescalada para que se cumplan los plazos establecidos inicialmente: “Si la hacemos de manera responsable y no hubiera recaídas, podemos estar de vuelta a la “normalidad” en aproximadamente dos meses o poco más”.
Sus empresas entran en diferentes fases de la desescalada: “En Alejandra Catering vamos a esperar hasta final de junio para retomar la actividad, ya que las celebraciones que teníamos en estos meses de abril, mayo y junio pues se han aplazado para más adelante, pero estamos seguros de que la deseada normalidad llegará pronto y volveremos a celebrar.
En el restaurante lo iremos decidiendo, desde luego las opciones para abrir según la fase 1 y la fase 2 no son viables económicamente hablando”.
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Todas ellas tienen que sacar adelante a sus familias y en la mayoría de los casos a sus empleados, por ello no van a parar de idear e innovar mientras esperan su vuelta al trabajo. Todos estamos deseando celebrar y es seguro que cuando esto pase y se permita, valoraremos aún más cada momento compartido.