Dos escenarios muy diferentes y una única protagonista; la solidaridad. El chef José Andrés, impulsor de World Central Kitchen, ha estado en Marbella en la que ha sido la entrega simbólica de la comida número 2 millones desde que comenzó esta iniciativa en España. Primero, y ante los medios de comunicación, el chef internacional ha agradecido personalmente su trabajo a todos los voluntarios en Anantara Villa Padierna, el hotel que cedió sus instalaciones para que los cocineros elaborasen menús para las personas más vulnerables. Después, en un ambiente más íntimo se ha acercado hasta la Parroquia Virgen del Rocío de San Pedro de Alcántara donde un equipo formado por el voluntariado de Cáritas se encontraban un día más entregando menús a sus beneficiarios.
Dos ambientes de gran contraste, pero los dos necesarios, en los que se ha movido durante su visita a Marbella el chef José Andrés. Villa Padierna con su belleza, su esplendor y su maravillosa arquitectura en la que los micrófonos y los flashes estaban pendientes a cualquiera de sus movimientos. A las puertas de la parroquia una larga cola de personas esperaba pacientemente al cobijo de la sombra de los árboles para recoger, un día más, su ración de comida. La crisis del coronavirus ha afectado de lleno al sustento de sus familias.
Cabe decir que en la sede de Cáritas, el chef se ha desenvuelto como pez en el agua, mucho más cómodo que ante la prensa y preocupándose por la situación de todos con los que hablaba. Muchos le han reconocido y no han dudado en darle las gracias con lágrimas en los ojos.
Hace ya dos semanas que las cocinas del hotel se quedaron vacías de hombres y mujeres que formaron una gran cuadrilla que cada día cocinaban para miles de personas, desde lentejas a marmitako, menús equilibrados para que además de poder poner un plato en la mesa fuese un plato saludable. Ahora esos menús siguen llegando a Marbella desde Madrid gracias a ‘World Central Kitchen’.
Corría la última quincena de abril, en medio de la pandemia, cuando nadie sabía aún cuánto iba a durar el confinamiento ni cómo iba a acabar la tragedia que estábamos viviendo, cuando Aitor Perurena recibió una llamada en la que se pedía crear un grupo de cocineros voluntarios para implantar en Marbella la iniciativa que José Andrés tenía en varias ciudades del mundo. Perurena no lo dudó ni un segundo y puso la maquinaria en marcha. Enseguida más de 120 personas se ofrecieron como voluntarios y Villa Padierna cedió sus instalaciones para convertirse en cocina central. Desde entonces de esas ollas han salido más de 50 mil comidas para personas necesitadas. Ahora, mirando atrás, Perurena reconoce que nunca se ha sentido mejor pagado en ningún trabajo: “Ha sido la leche porque hasta hemos tenido que decir que no a voluntarios”.
En estas semanas de trabajo voluntario, a cambio de nada, el equipo ha estado capitaneado por otros grandes chefs de la provincia como Sergio Garrido, Juan Antonio Rodríguez, Juan David Rosado, Victor Gutiérrez y Manolo Navarro, jefe de cocina de Anantara Villa Padierna. Tanto ellos como José Andrés han repartido el mérito entre todos y cada uno de los que han apoyado el proyecto y se han volcado como si estuviesen cocinando en un tres estrellas Michelin: “Dos millones de gracias a todos. Sois muchos y me gustaría nombrar a cada uno de vosotros, a los que estáis en Estrellas Michelin y a los que estáis en casas de comidas que tanto me gustan a mí. Gracias por vuestra alegría y espíritu. Todos vosotros habéis conseguido que los que más lo necesitan con ese plato de comida hayan recibido un mensaje de amor, de que hay personas a las que les importan”.
José Andrés ha explicado que la respuesta a nivel mundial ha sido espectacular. ‘World Central Kitchen’ solo trabaja cuando se activa una emergencia o tragedia, pero nunca se había trabajado con esta magnitud ni a este nivel. Para ello ha contado con el apoyo de voluntarios, de empresas que han hecho donaciones y de todo aquel que se ha querido implicar. “Gracias a vosotros que habéis decidido dar un paso al frente y no dedicaos a dar discursos… Todos los grandes problemas que tenemos tienen fácil solución y gente como vosotros es lo que habéis demostrado. Esto no va de derechas e izquierdas”.
El chef José Andrés está recorriendo en estos días todos los puntos donde se ha acogido su iniciativa para dar las gracias personalmente a los más de 5 mil voluntarios que han participado. También ha agradecido a Villa Padierna la cesión de las instalaciones. Por su parte, su director, Jorge Manzur ha destacado que siempre tuvieron claro que tenían que implicarse y aportar a la comunidad su apoyo en un momento tan complicado: “Ha sido un orgullo y un placer poner nuestro granito de arena. Estamos pensando en cómo a partir del 26, que abrimos nuestras puertas, podemos seguir ayudando”.
En Marbella los grandes implicados en la iniciativa han sido Cáritas, el Cuerpo de Bomberos de distintos municipios, Correos a nivel nacional, el Ayuntamiento de Marbella y Bancosol. El presidente de Bancosol, Diego Vázquez, ha querido agradecer personalmente al chef su ayuda en estas semanas en las que se han visto completamente desbordados.
También se han visto desbordados en Cáritas, que no solo se han centrado en dar comidas, sino que han llevado su ayuda al pago de recibos, alquileres y hasta a la compra de medicamentos. Mercedes Agüera, coordinadora de Cáritas Marbella y Estepona, también reconoce que han estado trabajando muchos momentos por encima de sus posibilidades : “Tuvimos un pico tremendo a finales de marzo y todo abril, que han sido terribles. En mayo bajó un poquito y ahora, aunque seguimos atendiendo a muchísimas personas, no es la avalancha de peticiones de estos meses anteriores. Ya hay gente que está volviendo a trabajar y parece que poco a poco están volviendo las aguas a su cauce. Pero aún tenemos a familias que todavía no han cobrado los ERTE”.
“Actualmente la bolsa de alimentos se entrega diariamente a unas 35 familias y se están entregando entre 250 y 300 menús al día”, y eso que la demanda de ayuda ha bajado bastante en junio. En dos semanas se acabará el reparto de menús, pero desde Cáritas seguirán ayudando a todos los que los necesiten. “Necesitamos de todo. Cualquier ayuda es bienvenida”, nos dice Mercedes. Una ayuda que tiene que seguir llegando y con la que todos nos tenemos que implicar. Si España ha demostrado algo durante el tiempo de confinamiento es que somos inmensamente solidarios. Ojalá no se nos olvide con la llegada de la «nueva normalidad».
Fotografía: Lorenzo Carnero